martes, 23 abril 2024

El PERTE agroalimentario inyectará 1.000 millones hasta 2023

El Consejo de Ministros aprobó este martes el plan, con el que espera generar un impacto de partida en la economía "de unos 3.000 millones de euros", así como crear "hasta 16.000 empleos". Tras conocer la noticia, la presidenta de Navarra, María Chivite, apuntó que se trata de una "oportunidad" para un sector que, en la región, "se distingue por su capacidad innovadora y su calidad". Además, Chivite volvió a poner en valor el Ebro Food Valley como proyecto para recibir fondos del PERTE.


Pamplona - 8 febrero, 2022 - 15:29

El ministro Luis Planas mantuvo un encuentro institucional en el Palacio de Navarra el pasado mes de enero. (Foto: archivo)

El Consejo de Ministros aprobó este martes el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del sector agroalimentario, cuyo objetivo es de «dotar la financiación y las líneas de actuación necesarias para emprender los cambios medioambientales, digitales, sociales y económicos a los que tendrá que hacer frente en la próxima década», según afirmó el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

El PERTE cuenta con medidas gestionadas por los ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación; de Industria, Comercio y Turismo; de Asuntos Económicos y Transformación Digital; y de Ciencia e Innovación. Y está dirigido a «propiciar la transformación de la cadena agroalimentaria e impulsar la modernización y digitalización del sector, su crecimiento económico y la cohesión territorial».

Este PERTE contará con una inversión pública «de unos 1.000 millones de euros» hasta 2023. Así, se prevé que genere un impacto de partida en la economía «de unos 3.000 millones de euros, estimándose además una creación neta de hasta 16.000 empleos». A esta cantidad, apuntó el MAPA, será necesario «añadir los efectos positivos sobre el conjunto de la economía derivados de la creación de nuevos modelos y oportunidades de negocio, las nuevas oportunidades laborales generadas por las actuaciones ligadas al PERTE, así como los ahorros generados en el tejido productivo, las economías domésticas y los presupuestos públicos».

La agroindustria navarra representa el 14 % del PIB industrial de la región, emplea a más de 25.000 personas y su volumen de negocio supera los 3.000 millones de euros.

A la vista de estas cifras, la presidenta de Navarra, María Chivite, aseguró que la aprobación de este proyecto es una «muy buena noticia» para la región y una «oportunidad para un sector que es referente, que se distingue por su capacidad innovadora y su calidad» en la Comunidad foral.

Añadió, además, que los 1.000 millones de euros procedentes de fondos europeos con los que está dotado el proyecto tendrán «un efecto multiplicador junto con la iniciativa privada». Al mismo tiempo, aprovechó para poner en valor el proyecto Ebro Food Valley, «en el que se lleva trabajando muchos meses». «Es una demostración de ese liderazgo y de esa capacidad que tiene Navarra y de ese efecto tractor que podemos tener en el sector», remarcó. La agroindustria navarra, actualmente, representa el 14 % del PIB industrial de la región, emplea a más de 25.000 personas y su volumen de negocio supera los 3.000 millones de euros.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, destacó que este PERTE, junto a la Política Agraria Común (PAC), el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia y el Fondo Europeo Marítimo de la Pesca y la Acuicultura, suman «más de 50.000 millones y supone la cifra de inyección de fondos públicos más alta que se haya producido jamás en el sector». A su juicio, esta iniciativa tiene una «gran significación social y territorial y ambiental».

Actualmente, el sector agroalimentario contribuye «con casi un 10 %» al PIB nacional y está conformado, «en su mayor parte», por pequeñas y medianas empresas. De hecho, según cálculos del MAPA, «un 96 % de las más de 30.500 compañías» agroalimentarias en el país son pymes. De esta forma, el PERTE se concibe como un conjunto de medidas «que benefician a empresas y autónomos del sector agroalimentario y que generan sinergias con unos objetivos claros: mejorar la competitividad, la sostenibilidad y la trazabilidad y seguridad del sector agroalimentario». Además, «dada la importancia del sector agroalimentario en el medio rural», se perfila como una herramienta para contribuir al reto demográfico «como objetivo transversal».

María Chivite (Gobierno de Navarra): «Ebro Food Valley es una demostración de ese liderazgo y de y de ese efecto tractor que podemos tener en el sector agroalimentario».

Con este PERTE, informó la cartera de Planas, se pretende «fomentar el empleo de calidad del sector agroalimentario, fortalecer su competitividad y rentabilidad con medidas enfocadas a la automatización de procesos, sensorización de procesos o sistemas de aprovisionamiento sostenibles, así como la vertebración del medio rural».

De esta manera, «tendrá efecto arrastre por su capacidad para desarrollar su actividad en zonas lejanas a núcleos urbanos, atrayendo empleo y servicios colaterales (transporte y restauración), y actuará como generador socioeconómico del entorno rural».

EJES PRIORITARIOS

El proyecto se basa en tres ejes prioritarios, que abordan actuaciones transformadoras sobre la cadena de valor industrial, medidas de apoyo a la digitalización del sector agroalimentario y a la investigación científica. El primero de ellos, dotado con 400 millones de euros, hace referencia a un paquete de apoyo específico para la industria agroalimentaria, con el objetivo de «mejorar sus procesos de producción, vinculados con su competitividad, sostenibilidad y trazabilidad de la producción de alimentos».

Con 454,35 millones de euros, el segundo eje apunta a medidas concretas «para apoyar el proceso de adaptación digital y que se extienda a todos los agentes que forman parte de su cadena de valor (agricultores y ganaderos y sus cooperativas, pequeñas y medianas empresas de producción, transformación y comercialización)». Entre las acciones contempladas en este sentido destaca el Programa Kit Digital, del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, con el cual las pequeñas empresas y microempresas agroalimentarias, así como los autónomos, «se podrían beneficiar con unos 275 millones de euros con el objetivo de que digitalicen sus procesos o pongan en marcha una tienda en línea».

Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, por otra parte, el desarrollo del Sistema de Información de Explotaciones Agrarias (SIEX) pretende «avanzar en la digitalización del cuaderno de campo para simplificar su relación con la administración».

El tercer eje hace referencia a medidas específicas de apoyo a la innovación y la investigación «para lograr un sector agroalimentario competitivo en todos los eslabones» y está dotado con 148,56 millones de euros.

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