Un cambio de rumbo, tanto a nivel personal como en el ámbito estrictamente sonoro. Eso es lo que representa para Ibai Marin su nuevo disco, Desde lo Salvaje, que por fin ha visto la luz después del parón provocado por la irrupción del Covid-19. El cantautor donostiarra, conocido por su trayectoria dentro de la banda de hard rock vasco Hira, ya presentó este viernes su nueva propuesta en la capital navarra. Lo hizo específicamente en la librería Elkar, situada en la calle Comedias, y con la firme intención de mostrar una faceta “más descarada, canalla, desenfadada, con tintes quizá más positivos y ritmos alegres y bailados”.
Escritos y compuestos por él, los singles con los que el artista vuelve a la carga reflejan, en su opinión, un cambio “bastante notorio” en su faceta artística. Una evolución que, en todo caso, se vio “inevitablemente” influenciada por una pandemia mundial que trastocaría nuestras vidas para siempre. Durante el confinamiento, Marin tomó la difícil decisión de no ver a sus dos hijas pequeñas, debido a que estas conviven habitualmente con personas que, para el momento, estaban en situación de riesgo. Pasó 45 días visitándolas a través de una pantalla, “tirando” de videollamadas diarias. “No había libro o serie que pudiera paliar eso, fue muy duro”, confiesa.
Pero no llueve eternamente. El músico aprovechó el encierro para componer “con más consciencia que en otras ocasiones, en las que no hubiese podido dedicar tanto tiempo”. Tras un mes y medio separados, además, volvió a abrazar a sus hijas en un reencuentro “épico y emotivo”. Como muchos otros artistas, durante toda su carrera musical ha tenido que hacer frente a la dicotomía que enfrenta al rendimiento económico con la pasión y la propia independencia. En su caso, sin embargo, no tuvo que elegir entre estas dos alternativas. Tras poner en marcha un crowdfunding, fue testigo de la generosidad de amigos, familiares y fans, que recaudaron 4.500 euros para financiar Desde lo Salvaje, “sin recibir nada a cambio en un primer momento”. Una receta que muchos tacharían como idealista, pero que funcionó para Marin en esta oportunidad. “Hay muchas fórmulas que utilizan ciertas discográficas de las que no soy muy amigo, aunque también entiendo que para la industria tiene que haber un rendimiento garantizado”, matiza.
En tiempos que bien podrían calificarse como de ‘semi normalidad’, el resultado ha sido un repertorio de canciones “llenas de garra, frescura y de mucho rock & roll“, disponibles en todas las plataformas digitales y grabadas en los estudios AME de Mutriku, bajo la supervisión de Axular Arizmendi. El single elegido para presentar el proyecto ha sido Viernes Lobo, un tema roquero que se estrenó en febrero de 2020 y muestra las influencias de bandas como The Black Crowes o M-Clan.
Se trata de una expresión que el cantante suele emplear “para amenazar de lo que se avecina”. Surgió, tal y como confiesa a Vanity Capital, tras una escapada a La Rioja en la que sucedieron “una y mil aventuras que no se pueden contar”, pero que nos regalan esta canción. Viernes Lobo es también un guiño a ese animal “huidizo y solitario, pero que necesita a su manada, que refleja la crudeza de los instintos más básicos”.
Desde lo Salvaje llega tras su primer trabajo en solitario, Bidean Naiz, publicado en el 2018. Ahora, el músico “da un giro de tuerca” a su música, a sus letras y sonidos, cambia la guitarra acústica para volver al eléctrico y vuelve acompañado de músicos como el bajista Iván González ‘Chapo’, que ha colaborado en proyectos con M-Clan, Gran Cañón, Tarque, Zahara y Joaquín Sabina; y el pianista Paul San Martín.