Dori López aún no lleva un año al frente de la Dirección General de Cultura, pero desde septiembre de 2015 era la directora del Servicio de Acción Cultural. Conoce bien, por tanto, la situación del sector, que analiza tras participar en la última edición del ‘ForoEmpresas’, que organiza el Hotel Pamplona El Toro con la colaboración de NavarraCapital.es, junto a representantes de las Industrias Culturales y Creativas (ICC) navarras.
-¿Cómo valora la situación del sector creativo y cultural de Navarra?
– La salud de la industria cultural y creativa de Navarra es buena y tiene una base sólida porque se ha ido implementando año tras año, ha mejorado no solo por el impulso que pueda haber recibido del Gobierno de Navarra sino gracias a la actividad de los agentes privados del sector, profesionales y amateurs, y a las asociaciones, que han ido enriqueciéndolo.
“La función del Gobierno ha pasado a ser más de acompañamiento que de promotor de actividades”.
-¿En qué ha consistido ese impulso del Gobierno a las ICC?
-Ha habido medidas desde el departamento de Cultura y también desde Desarrollo Económico. Desde el nuestro Hicimos un plan de impulso para el teatro y las artes escénicas y otro para la danza, y hemos apoyado con fuerza la profesionalización de los agentes culturales con acciones entre las que destacaría 948 Merkatua/Mercado de las Artes de Navarra. Además tenemos convocatorias públicas para ayudar a esa profesionalización en todos los ámbitos, del cine a la música pasando por las artes plásticas… Ahí hemos dado un cambio importante. Y están los cambios que propician agentes externos, que también con el apoyo del Gobierno de Navarra se suman y hacen que toda la maquinaria avance. En cuanto a Desarrollo Económico hay que recordar que la cultura aparece como uno de los sectores clave en la Estrategia de Especialización Inteligente de Navarra.
-¿Con la profesionalización se busca un mayor protagonismo de los agentes privados en la promoción de las actividades, en las que hasta ahora tenían un fuerte protagonismo los agentes públicos?
-Claro, el sector es más profesional y por tanto más proactivo, la función del Gobierno ha pasado a ser más de acompañamiento que de promotor de actividades, aunque sigue haciéndolo en algunos casos. La iniciativa tiene que ser de otros agentes culturales y a nosotros nos corresponde acompañarles y apoyarles en todo lo que está en nuestras manos. La apuesta es clara, esto tiene que ser una industria y un motor, se tiene que poder vivir de la cultura, en el buen sentido.
“Traer grandes conciertos, montajes importantes de ópera o una exposición fantástica es carísimo y es verdad que el público da para lo que da”.
-¿Qué representa el sector en el conjunto de la economía navarra?
-Nuestra aportación en modesta, no es comparable a la industria de la automoción por supuesto, pero sí es un sector emergente y las empresas relacionadas con el cine y la creación audiovisual están multiplicando el volumen de negocio que tenían antes en parte porque se han articulado incentivos fiscales. El sector ha avanzado y despega de ese suelo que siempre estábamos rozando, hay más estudios, más empresas auxiliares…
-Navarra es una de las primeras comunidades, si no la primera, en cuanto a consumo cultural por habitante.
-Sí, en la comparación con otras comunidades autónomas nos encontramos en unas posiciones bastante buenas. Fluctúa, en ocasiones se consume más cine, en otras la música…
-Pero parte de ese consumo se hace fuera, porque grandes espectáculos de elevado caché es difícil que recalen aquí, somos pocos y el número de espectadores siempre va a ser limitado.
-Sí, es una dificultad. Hay excepciones, ha venido el Circo del Sol y ha llenado, pero el Circo del Sol es un fenómeno de masas y llena vaya donde vaya, es un caso aparte y no es comparable. Traer grandes conciertos, montajes importantes de ópera o una exposición fantástica es carísimo y es verdad que el público da para lo que da. A pesar de todo estamos contentas, el público responde muy bien y hemos notado un aumento, en general, en el número de espectadores, Pamplona y Navarra ya no son lo que eran, vamos despegando en ese afán casi personal porque la cultura es alimento para el espíritu, para el alma.
“Creo que hemos alcanzado sobradamente los objetivos que nos marcamos al inicio de la legislatura”.
-Los agentes del sector reivindican que la educación cultural tenga más presencia en escuelas y colegios.
-Hemos trabajado con el Departamento de Educación esta legislatura para dar visibilidad a los programas de Cultura, al patrimonio navarro, a los museos, a la acción cultural. Hemos elaborado unas fichas en colaboración con Educación dentro de un programa que se desarrolla en los colegios y hemos presentado un juego con el patrimonio histórico como protagonista que se llama Dimbili dambala destinado a los cursos de primaria. Desde luego la educación es un motor, y si queremos crear hábito y públicos nuevos, diferentes, la base está ahí, en las escuelas y los colegios.
-Estamos en el final de la legislatura. ¿Qué balance hace desde la Dirección General de Cultura?
-Hemos dado pasos importantes, tenemos direcciones artísticas en los programas, hemos aumentado el número de convocatorias y sobre todo su dotación económica. Antes la tendencia era apoyar lo asociativo, era un enfoque que quizá podría ser considerado más paternalista, y ahora es más importante el empuje al ámbito profesional, con apoyo a disciplinas no tan favorecidas habitualmente como la danza o las artes plásticas. Sinceramente creo que el balance es positivo, creo que hemos alcanzado sobradamente los objetivos que nos marcamos al inicio de la legislatura.
-¿Qué faltaría por hacer?
-Todo está en función del dinero, del presupuesto del que dispongamos, es evidente que no lo hace todo pero ayuda muchísimo. Una mayor inversión ayuda a que los programas sean mejores, a que la difusión sea mayor y puedan llegar a más público. Y no nos quejamos, en comparación con otras comunidades estamos bien, pero una mayor disponibilidad económica te proporciona más visibilidad.
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