El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) recibió este lunes el visto bueno del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) para la puesta en marcha de la conexión ferroviaria del Tren de Alta Velocidad (TAV) Castejón-Pamplona en el entorno de Castejón de Ebro.
Así, el Miteco publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) una resolución por la que se formula el informe de impacto ambiental del proyecto y se determina que “no es necesario someterlo al procedimiento de evaluación ambiental ordinaria, ya que no se prevén efectos adversos significativos sobre el medio ambiente”.
El objeto de la actuación es la conexión ferroviaria en la zona de Castejón de Ebro, entre el tramo de alta velocidad Castejón-Pamplona y la línea convencional Casetas-Bilbao, para poder llevar a cabo la puesta en servicio de dicho tramo, que se encuentra en obras, con anterioridad a la construcción de los tramos de alta velocidad anterior y posterior a este, actualmente en otra fase de programación.
La resolución publicada por el Miteco señala como “preferible” la alternativa 1 del trazado, de unos tres kilómetros, ya que reconsidera los condicionantes actuales y “permite evitar la afección a los espacios de ampliación de la Red Natura, definiendo una infraestructura más eficiente que limita su envergadura a lo estrictamente necesario”.
La alternativa 1 seleccionada incluye un paso superior de camino y vía pecuaria ramal de la Malacena (PK 1+400) y se elimina parte de la vía actual en servicio Casetas-Bilbao, “que es desmantelada”. “El nuevo eje ferroviario de conexión objeto del proyecto se hace acompañar de una rectificación de la vía actual en servicio. El territorio se vería surcado por un solo eje ferroviario, en el que se agrupase la línea actual levemente rectificada y el nuevo eje de conexión objeto del proyecto. No se prevé la apertura de nuevos caminos para el acceso a las obras del proyecto”, indicó el Miteco.
Para la determinación de la alternativa más favorable, el promotor “ha tenido en cuenta la atmósfera, relieve y suelo, hidrología, vegetación, fauna, paisaje, espacios protegidos, territorio, patrimonio cultural y socioeconomía, concluyendo y seleccionando la alternativa 1 que supone una menor afección al medio natural”. La solicitud de evaluación de impacto ambiental simplificada se inició en octubre de 2022, con el envío del documento ambiental del proyecto al órgano ambiental.
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