Naturaleza, relax, patrimonio y gastronomía. Todo, apetitosamente, junto y revuelto. El Valle de Egüés nos oferta este verano tres recorridos para pasear y disfrutar del entorno, además de bellos lugares donde hacer un alto en el camino, reposar en un spa o tomar fuerzas con la mejor comida de la tierra. Tres itinerarios para sorprendernos y admirar el paraje más cercano, que curiosamente a veces, es el más desconocido. Y es que, en este verano tan atípico, echarse la mochila al hombro y conocer Navarra se ha convertido, sin duda, en opción de preferencia.
BELLAS VISTAS DESDE LA CIMA
Uno de estos itinerarios, el más largo (con trece kilómetros), es el que recorre las localidades de Azpa, Ardanaz, Gorráiz y Egüés. Con un desnivel de 360 metros, se puede realizar en cuatro horas y media, presentando una dificultad media. El recorrido ofrece la oportunidad de pasear entre bosques de pino silvestre en excelente estado de conservación, prados y campos de cereal.
El itinerario comienza al sur del casco urbano de Azpa y, tras recorrer un tramo entre cultivos, alcanzamos las lindes del bosque de pino silvestre que también encontramos en buena parte del recorrido. La pista asciende con tramos de fuerte pendiente hasta alcanzar la parte alta de la sierra con una cota de 836 metros, donde contemplar bellas vistas de la balsa de Ezkoritz, en el Valle de Aranguren, y de la parte sudoeste de la Cuenca de Pamplona.
Posteriormente, el camino inicia el descenso hasta Ardanaz. Una vez atravesado el municipio, el itinerario continúa descendiendo entre campos de cereal hasta las inmediaciones del campo de golf Gorraiz. Y así se llega al núcleo de Egüés, tras rebasar el río Urbi.
El momento de relax, de coger fuerzas, de tomar un aperitivo e incluso de relajarse en el spa lo encontramos en Hotel Castillo de Gorraiz, un exquisito y sofisticado Hotel Boutique de cuatro estrellas, en el que se unen tradición, historia y estilo de vida. En su interior, la fusión de piedra, madera, terciopelo, obras de arte y un exclusivo mobiliario de diseño generan una atmósfera única. Un lugar perfecto para disfrutar de una maravillosa tranquilidad, a tan sólo cinco kilómetros de la ciudad de Pamplona.
Otras opciones donde disfrutar de un aperitivo por la zona son ‘La envidia Cochina’, en la plaza del Castillo, la Cafetería Octógono, el Txoko de Egüés, donde se puede disfrutar de cocina casera, y las preciosas casas rurales Iruñachic y Casa Hogar del Sol, ambas en Ardanaz. Donde además, alojarse resulta una experiencia única.
Del patrimonio histórico que nos encontramos durante el paseo, hay que destacar la iglesia San Martín de Egüés, del siglo XIII. En el exterior, el conjunto de estelas alineadas contra la iglesia le da un toque encantador.
La iglesia parroquial de Ardanaz es el edificio más notable del pueblo. Su origen se remonta al siglo XIII, pero aunque se empezó a levantar en estilo románico, la transición al gótico es evidente.
La Iglesia de San Esteban de Gorraiz nos ofrece un curioso contraste, ya que rodeada de modernidad, sus piedras perduran en el tiempo aguardando en ellas retazos de historia.
PAISAJE PROTEGIDO DE EGULBATI
Un recorrido intermedio, de 7,5 kilómetros y de una dificultad media, es el que recorre las localidades de Elcano, Alzuza, Sagaseta. Con un desnivel de 250 metros, se tarda unas dos horas y media en realizarlo añadiendo la posibilidad de visitar el paisaje protegido de Egulbati. Este recorrido discurre por parajes de alto valor estético y ambiental, y ofrece la posibilidad de disfrutar de atractivas vistas panorámicas sobre parte de la Cuenca de Pamplona y el Valle de Egüés. El iitinerario atraviesa campos de cultivo, pinares de pino laricio, praderas y pastizales, ofreciendo al paseante una interesante variedad de paisajes, alguno de los cuales podría considerarse inesperado a tan corta distancia de Pamplona.
El recorrido comienza en el núcleo urbano de Elcano. Poco antes de abandonar terrenos del Concejo de Elcano y adentrarse en Alzuza la pista se convierte en un estrecho sendero de tierra y piedras que atraviesa la regata, entre vegetación, hasta llegar a la estación de bombeo. Nos dirigimos al norte por la carretera hasta alcanzar el punto más alto de Alzuza y de ahí se coge la pista que discurre por el paraje de Zabaldicaldea, con excelentes vistas panorámicas. Tras llegar a Sagaseta enlazamos de nuevo con Elcano.
Durante esta ruta, podemos encontrar bellas casas-palacio en Elcano y detenernos a comer en el Txoko de Egüés, visitar el Museo Oteiza o alojarnos en la Casa Rural Mertxenea, en Elcano.
El Palacio de Elcano, del siglo XVI, ostentó el rango de cabo de armería y su posesión otorgaba asiento en las Cortes del Reino de Navarra. Cerca nos encontramos con otra joya arquitectónica: Casa Miguelena, lugar de nacimiento de Joaquin Lizarraga, jesuita conocido por sus numerosos escritos en el dialecto alto navarro meridional del euskera. Seguiremos callejeando y nos encontraremos con una preciosa casa palaciega del siglo XVII, y andando llegaremos hasta Casa Mertxenea del siglo XVI, actualmente habilitada como casa rural.
En Alzuza destaca la casa Bernardinorena, del siglo XVIII, y restaurada y modificada como parte del Museo Jorge Oteiza. En un precioso y florido rincón se encuentran las casas Abadía y Ezkonberrirena, y en lo alto del pueblo, la Casa Hogar del Misionero.
Sagaseta fue un antiguo lugar de señorío realengo y es por eso que descubriremos dos construcciones de aquella época, ambas del siglo XVI.
UN ITINERARIO SENCILLO
Es el recorrido más fácil de los tres propuestos. Con una distancia de 7 kilómetros y un desnivel de 40 metros, podemos pasear por las localidades de Badostain, Sarriguren y Olaz. Es un paseo agradable, que no posee desniveles importantes, y que discurre casi por completo entre campos de cereal, por lo que se puede realizar en un par de horas.
El itinerario comienza en el pueblo de Badostáin, saliendo por el paraje de Eztondo y cogiendo el camino de Sarriguren que discurre por campos de cereal y poco después se cruza la regata de Karrobide. Atravesamos la urbanización de Sarriguren hasta alcanzar el barranco de Ardanaz y, poco después, llegar a la carretera NA-2310 del Valle de Aranguren. Avanzamos y optamos por un camino a la izquierda que nos conduce hasta Olaz.
Nos dirigimos hacia el sur por el denominado camino de Labiano y, siempre hacia el sur, enlazamos con el camino de Egüés. Desde este punto se accede a Badostáin.
Entre el patrimonio que nos encontramos está la Ermita de la Virgen del Camino de Badostáin, del siglo XIII, aunque algunos autores lo datan en el siglo XII.
En Olaz, queriendo pasar desapercibidos se encuentran dos edificios catalogados: El Palacio, donde cuenta la tradición que Sancho VII el Fuerte rey de Navarra residió durante un periodo y, no muy lejos, una segunda hermosa casa-palacio datada del siglo XVII.
En esta zona, podemos parar a comer en el Mesón de Olaz o elegir entre la gran variedad de establecimientos de Sarriguren.
Son tan solo tres opciones de las muchas que nos ofrece el Valle de Egüés, tan próximo a la capital navarra, pero con rincones tan bellos y desconocidos. Un valioso entorno natural, con distintas zonas geográficas, y un rico y variado paisaje del que disfrutar paseando durante este verano. Así lo señala también Inma Múgica, primera teniente de alcalde y concejala delegada del Ayuntamiento del Valle de Egüés, que destaca que desde el consistorio “creen que este es el año del turismo de cercanía”: “En ese contexto, el Valle de Egüés ofrece al visitante un entorno natural seguro, con rutas señalizadas que acercan a los interesados a parajes naturales de gran belleza y a escasos kilómetros de la capital. Existen senderos para todos los gustos y se pueden realizar tanto a pie como en BTT. Además, después de las excursiones, el Valle cuenta con multitud de establecimientos con una oferta culinaria interesante. Y si aún quedan fuerzas, tenemos una interesante oferta cultural como el Museo Oteiza, ermitas, iglesias románicas, cine al aire libre los viernes por la noche, conciertos de música los martes y jueves y, por supuesto, una oferta de lujo en el spa de Gorraiz”.