En la última década, la industria vinculada con el ocio y el turismo ha experimentado un enorme desarrollo. No solo se viaja significativamente más que entonces, sino que se tiende cada vez más a hacerlo en grupos claramente segmentados. Además, la irrupción de las nuevas tecnologías ha facilitado el proceso de elección de destino de tal modo que, en la actualidad, ya no se elige tanto por los atractivos en cuanto paisaje, gastronomía o cultura que ofrece, sino si ese lugar que se quiere disfrutar responde a nuestras expectativas, gustos, deseos o simples aficiones.
Como resultado de todo lo anterior, las posibilidades de viajar solo se han disparado hasta convertirse en una tendencia mayoritaria entre grupos sociales tan representativos como los millennials. Así, referido a esta generación en concreto, un reciente estudio realizado por la agencia Yporquenosolo.com, pionera en ofrecer viajes individuales en España, apunta que las rutas en solitario elegidas por jóvenes entre 18 y 33 años se han incrementado en un 800 % o, siguiendo ese mismo análisis, que el número de reservas de larga distancia realizadas por viajeros solitarios europeos crece a niveles anuales del 29 % desde 2016.
Si tenemos en cuenta que ir en compañía de uno mismo te permitirá, entre otras ventajas, no tener un acompañante indeseado con el que discutir costantemente sobre tomar este u otro camino, comer esto o aquello; si, además, puedes abrirte más a las personas y los lugares que visitas haciendo lo que más te apetezca o vivir incluso aventuras mucho más grandes de las que tendrías yendo en pareja, familia o grupo, ¿cuáles serían esos destinos ideales para nuestros viajeros individuales?
Por empezar cerca de casa, tenemos alternativas en Europa tan dispares como las que representan Gante o Brujas en Bélgica, a las que se pueden sumar las posibilidades que ofrecen Irlanda o Grecia. En el primer caso, a un patrimonio ancestral y unos paisajes que quitan el aliento habrá que unir un hecho irrefutable: estés donde estés, en la llamada Isla Esmeralda siempre serás bien recibido y más si tu elección es entrar en uno de sus míticos pubs. Por su parte, la propuesta griega sobresale por su cultura, su arquitectura, sus bosques y montañas en las zonas más remotas y siempre dentro de una relación calidad-precio simplemente magnífica.
Fuera del Viejo Continente, América tiene reservado para nuestros aventureros indomables un destino tan atractivo como el que representa Canadá, donde la Madre Naturaleza desempeña un rol importantísimo para todos aquellos que anhelan una vida al aire libre y casi salvaje rodeado de gente amistosa y pacífica. Por eso no puede extrañar nada que los norteamericanos definan a este país como “el sitio donde nunca pasa nada”. ¿O no?. En Perú, mientras tanto, lugares tan emblemáticos como Machu Picchu, Arequipa, la Cordillera de los Andes, las playas de Máncora o las líneas de Nazca pueden ser visitados, sin mayores sobresaltos, por uno de los imitadores de nuestro añorado Miguel de la Cuadra Salcedo.
Sin embargo, como hemos indicado anteriormente, cuando alguien decide abandonar su zona de confort para sumergirse en una cultura y un modo de vida que nada tiene que ver con su rutina diaria, lo más normal es que elija poner cuantos más kilómetros de distancia mejor. Por este motivo, los destinos de Extremo Oriente y hasta de Oceanía se presentan como los más solicitados a la hora de comprar un solo billete de ida. Entre los primeros, habrá que mencionar obligatoriamente nombres tan paradisíacos como los que pueden representar Tailandia (con su isla de Koh Tao o el Parque Nacional Khao Yai) o Myanmar, donde podremos optar entre las miles de pagodas de Bagan, el lago Ile o la imperial Mandalay.
En cuanto a Oceanía, sin duda, el destino estrella sería una Nueva Zelanda que, además de ganar muchísimos enteros tras haberse convertido en el escenario natural donde se rodó la trilogía de ‘El Señor de los Anillos’, destaca por otros atractivos tales como las playas de Abel Tasman o el lago Taupo donde podremos acampar tranquilamente ya que, es importante anotarlo, en todo el país ‘kiwi’ no hay ningún animal ni insecto depredador o venenoso.
Para concluir nuestro recorrido solitario, estaría bien recordar una de las reflexiones que nos legó el escritor británico Sir Thomas Browne cuando expresó aquello de que “todas las maravillas que buscas están dentro de tu propio ser”. Porque, efectivamente, no hay paisaje, comida o espectáculo cultural que nos conmueva tanto como estar en paz con uno mismo.
¡Que ustedes disfruten de su escapada solitaria!