Tras un convulso pasado a nivel político, marcado por la corrupción y la indignación popular, los analistas sostienen que Perú está viviendo un profundo cambio en todos sus ámbitos. El país andino, que en los últimos años ha sufrido los efectos de la desaceleración económica, aspira a convertirse en el motor de la región junto a Colombia y Chile. De hecho, se están abriendo importantes posibilidades en sectores como las infraestructuras, la educación y, sobre todo, la agroalimentación, ya que el vino es un producto muy demandado.
Con motivo de su visita a Pamplona para participar en un encuentro organizado por Cámara Navarra, Ernesto de Zulueta Habsburgo-Lorena, embajador de España en Perú, analiza para NavarraCapital.es la situación actual del país y las oportunidades de negocio e inversión que presenta.
De raíces navarras y nacido en 1961 en Nueva York, es licenciado en Sociología e ingresó en 1987 en la carrera diplomática. Ha estado destinado en las delegaciones diplomáticas españolas de Rusia, las ONU y Uruguay. También fue comisionado para las Relaciones Institucionales del Quinto Centenario, consejero técnico del Gabinete del ministro de Asuntos Exteriores y subdirector general de Países de la Comunidad Andina. En 2004, además, fue nombrado segundo jefe en la Embajada de España en Singapur y, en 2007, cónsul general de España en Dakar. Antes de ocupar su actual cargo, era director general para América del Norte, Asia y Pacífico.
«El PIB de Perú está creciendo al 2,16 %, pero se espera que se recupere a ritmos de entre el 4 y el 5 %».
¿Cuál es la situación económico-empresarial de Perú en estos momentos?
Perú ha sufrido una desaceleración estos últimos años debido a varios factores, entre los que se encuentran la bajada de precios de las materias primas y una situación global y regional que ha afectado a los mercados. Actualmente, tenemos una economía cuyo PIB está creciendo al 2,16 %. No está creciendo a los ritmos que se esperaba, pero se prevé que en los próximos años vaya recuperándose a ritmos más potentes de entre el 4 y el 5 %. Cifras más similares a las que Perú tuvo años atrás, con crecimiento sostenidos de entre el 7 y el 8 %. Nos encontramos en un cambio de ciclo que deberá eclosionar en 2021. El Gobierno peruano tiene muy claro que debe establecer proyectos que favorezcan la inversión pública y atraer inversión privada.
¿Qué sectores son los que actualmente presentan mejores oportunidades de negocio?
Hay cuatro grandes ejes que podemos destacar por parte del Gobierno peruano, a los que yo añadiría otros dos que presentan grandes oportunidades para España y, en concreto, también para la industria navarra. El principal sector sería el de las infraestructuras correspondientes a carreteras, aeropuertos y un incipiente retorno del ferrocarril.
El segundo sería el correspondiente al agua y saneamiento. Tenemos una geografía muy dispersa y es un gran desafío dotar de agua potable y de saneamiento a toda la población, unido también al tratamiento de aguas residuales. Aquí, España tiene mucho que aportar. Otro ámbito donde Navarra tiene una gran trayectoria es la agroindustria. El mercado peruano exige cada vez más una tecnificación de sus industrias, está aumentando el consumo en productos alimenticios como la conserva vegetal y, sobre todo, la demanda de vino. El consumidor peruano está empezando a salir de lo clásico, como puede ser Ribera de Duero o Rioja, y está probando otras denominaciones de origen. Ahí, Navarra tiene un hueco importante.
«El consumidor peruano está empezando a salir de lo clásico, como puede ser Ribera de Duero o Rioja, y está probando otras denominaciones de origen».
Por otro lado, hay que destacar la economía circular. En este punto, debemos aplicar todo lo que establece la Agenda 2020 en lo que concierne a la ciudadanía y administraciones públicas. Y se está haciendo una gran apuesta en los municipios por dotarlos de todas las herramientas para abordar este siglo, que son fundamentalmente smart cities y energías limpias.
Otros dos aspectos que quiero resaltar y en los que además Navarra ha sido pionera son, por un lado, el educativo, ya que la población peruana accede cada vez más a la clase media y esto exige mayores niveles educativos y oportunidades de salir a estudiar fuera. En este sentido, la Universidad de Navarra es un buen ejemplo, está muy bien representada en Perú y está trayendo a Navarra estudiantes de grado. Esto facilitará mucho los intercambios comerciales a futuro. Y por otro lado, quiero resaltar los servicios sanitarios. Ofrecer estos servicios en colaboración y asociación con aseguradoras locales. Este es un aspecto nuevo que se está desarrollando y además con perspectivas de futuro.
Además de agroalimentación y educación, ¿en qué otros ámbitos tiene Navarra oportunidades?
La alta cualificación y la proyección al exterior del tejido empresarial navarro le permite aprovechar aquellas oportunidades que aparezcan en el mercado peruano, donde ya tenemos una amplia presencia española con 400 empresas afincadas y una cada vez mayor existencia de pymes.
«La alta cualificación que posee Navarra en el sector de la agroalimentación es algo de lo que podría claramente dotarse a la agroindustria peruana».
¿Podemos especificar algunos productos o servicios?
Perú todavía tiene una gran deficiencia de innovación. La alta cualificación que posee Navarra en el sector de la agroalimentación es algo de lo que podría claramente dotarse a la agroindustria peruana. Ahora, lo idóneo sería dotar de mayores medios a productos muy tecnificados. En España y en concreto en Navarra, se está trabajando mucho en I+D+i, pero no todavía en Perú.
¿Qué productos agroalimentarios se demandan más?
El consumidor peruano está exigiendo cada vez mayor calidad de productos y ahí no hay límites para exportar. Y aquí vuelvo a resaltar el vino y la variedad que Navarra le puede ofrecer en este sentido. El rosado, por ejemplo, es una gran oportunidad, ya que en Perú se consume mucho pescado.
¿Cómo es la relación España-Perú en términos empresariales?
Muy buena. Tenemos una relación política bilateral muy intensa, aunque siempre existe margen de mejora. Pero hay dos hitos a reseñar, como la visita de Estado de los reyes de España en noviembre de 2018 a Perú, seguida en febrero de 2019 de la visita de Estado del presidente peruano, Martín Vizcarra, donde se pudieron firmar varios acuerdos de colaboración.
«En el mercado peruano tenemos una amplia presencia española, con 400 empresas afincadas».
Tenemos una asociación estratégica renovada con España, que es el máximo nivel de la relación política, algo que no tenemos por ejemplo con otros países. También poseemos una presencia empresarial española muy grande y sostenida a lo largo del tiempo, que sitúa a España como uno de los principales inversores en Perú y con intención de ampliar su presencia en todos los ámbitos. Además, hay un flujo constante de población, tanto española en Perú como de peruanos en España.
¿Qué fortalezas o bondades tiene Perú para las empresas navarras?
Una sólida estructura macroeconómica, con unas autoridades monetarias y fiscales muy consolidadas, lo que le sitúa en una economía muy dinámica en el entorno latinoamericano y una posición envidiable para hacer negocios. Podemos destacar como grandes fortalezas su seguridad jurídica, una visión clara de apertura de libre comercio y de internacionalización.
¿Y debilidades?
Tiene una debilidad institucional muy fuerte y una excesiva dependencia de las materias primas, lo que hace que la economía necesite diversificarse mucho. Y esa fragilidad institucional lleva a unos ritmos más lentos a la hora de establecerse y sacar rendimiento de la inversión a corto plazo. Hay que ir bien acompañado, con socios locales y tener muy claro también que existe una compleja burocracia, que obliga a cuidar mucho los contratos y las normativas locales, que muchas veces se desconocen.
¿Qué mensaje mandaría a las empresas navarras que se estén planteando hacer negocios con Perú?
Que el mercado peruano es un mercado atractivo, conocido para las empresas españolas que llevan tiempo en el país y que ofrece unas grandes oportunidades que conviene aprovechar.