“Llegar al diagnóstico me costó trece años y grandes problemas de salud”. Así empezó la nueva vida de Helena Osés. Pamplonesa de 44 años y presidenta de la Asociación Navarra sin Gluten, supo de su celiaquía hace ya seis, a la vez que su hijo pequeño, Nicolás. Entonces se lanzó a crear un blog, que fue evolucionando hasta dar forma a la web Disfrutando sin Gluten. Fue su particular manera de “soltar y expresar” lo que suponía esta enfermedad y el cambio de vida que conllevaba para su familia.
Poco a poco, empezó a publicar recetas para celíacos y a contar sus experiencias en algunos de los viajes que hacía con los suyos. Hasta que, a base de mucho esfuerzo, el blog empezó a ganar en repercusión y notoriedad. “Hace un par de años decidí que esto tenía que cambiar. Profesionalicé el blog y, este año, he creado mi propia empresa (imparte conferencias y talleres, comparte recetas para celíacos, ofrece consejos para que los afectados por la enfermedad puedan viajar al extranjero sin problemas, etc). De algo en principio negativo he sacado algo que me apasiona”, explica a NavarraCapital.es.
Además, son ya muchos los establecimientos hosteleros de Pamplona que ofrecen productos para celíacos. Pero algunos de ellos han dado un paso más y han convertido sus negocios en locales 100 % sin gluten, lo que les permite producir una amplia gama de alimentos sin esta proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno.
Es el caso de Tentacelia, cuyos clientes pueden encontrar todo tipo de dulces y salados en el establecimiento. Los más célebres son las “palmeritas” de chocolate, las croquetas o su pan, reconocido internacionalmente.
Situada en el Casco Viejo de la ciudad, uno de sus socios, Bruno L. Ibáñez Millán, sostiene que la empresa no basa su estrategia en modas, “sino en una realidad” que afecta ya a miles de navarros. Para ellos, los alimentos sin gluten no son solo un nicho de mercado, sino una forma de “ayudar a gente que realmente lo necesita”.
El motivo es simple: las opciones para encontrar este tipo de productos son “muy limitadas y a precios altos”. De hecho, no resulta sencillo dar con este tipo de productos en las pastelerías convencionales, ya que la contaminación cruzada es “importantísima, fundamental”. Por eso, en Tentacelia cuentan con el asesoramiento de la Asociación de Celíacos de Navarra (ACN), perteneciente a la Federación de Asociaciones de Celíacos (FACE).
CROQUETAS PARA CELÍACOS
“A cualquier negocio de hostelería normal, el kilo de harina le cuesta 0,60 céntimos. A nosotros, dos euros”. Juan Jose Benedicto, cocinero del bar Zokoa, valora lo que significa tener un negocio 100 % sin gluten. “Empezamos porque queríamos diferenciarnos de alguna forma” y porque había “mucha demanda de celíacos”, rememora.
Para su sorpresa, lograron mucha repercusión desde el principio: “Es gratificante, porque los celíacos dicen dos veces gracias. Saben que les hacemos la vida más fácil”, resalta. Tras la mención especial obtenida en la Semana de la Croqueta de Navarra, Benedicto proyecta ya empezar a comercializar este tipo de fritos “poco a poco”, según la “demanda de los clientes”.
UN FUTURO POR HACER
El sector de la alimentación sin gluten crece un 13 % cada año en España y genera un impacto económico de 80 millones de euros anuales. El director general de la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten de Madrid, Roberto Espina, afirma a este medio que el incremento se debe a un “mayor número de personas diagnosticadas” y a la “moda”, ya que “las ‘celebrities’, sobre todo las americanas, consumen alimentos sin gluten para hacer una dieta saludable”. Pero en Navarra, matiza Osés, la realidad es muy diferente: los celíacos “adelgazan porque dejan de tomar pan o galletas, que son las cosas que engordan”.
LA SITUACIÓN DE NAVARRA
Además, indica Osés, en Navarra no existen datos exactos del número de pacientes que padecen la enfermedad ni del negocio que mueven los productos sin gluten. Como cifra general, se habla de unos 6.000 celíacos, de los que 4.800 estarían sin diagnosticar: “Quiero lograr un censo para así indagar sobre el impacto económico que se genera en la provincia”. No obstante, cree que España ha avanzado mucho más que otros países como Alemania o Francia, y que la Comunidad foral también se encuentra por delante de otras regiones españolas.
La concienciación de la sociedad también es fundamental. Por eso, como presidenta de la asociación, pretende “intentar formar a los colegios”, ya que a su juicio existe un gran desconocimiento de lo que supone “ser paciente” de esta enfermedad. “También me encantaría tener una relación directa con el recién diagnosticado para preguntarle qué necesita y en qué puedo ayudarlo”, agrega.
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