Navarra no cuenta con empresas especializadas en la colocación y mantenimiento de campos de fútbol de césped artificial. A pesar de la gran cantidad de campos de este tipo que ya existe en la región, los clubes se ven obligados a recurrir a compañías foráneas cuando desean dar el salto en este sentido.
Con el fin de subsanar estas carencias, la Federación Navarra de Fútbol (FNF) firmó recientemente un acuerdo de colaboración con la empresa aragonesa Siaver, especialista en césped y equipamiento deportivo. “Va a suponer un beneficio económico para los clubes. Hacer este acuerdo de manera conjunta es una ventaja para poder conseguir mejores precios. Además, hacerlo con una empresa profesional y con una trayectoria destacada es toda una garantía”, destaca Rafa del Amo, presidente de la FNF.
La compañía realizará diferentes estudios sobre la situación de los campos de fútbol a todos aquellos clubes que lo soliciten. El objetivo: mejorar los terrenos de juego de las entidades, con precios más accesibles y ajustados, e implantar una cultura interna sobre el correcto cuidado del césped. “Mejorar el césped es importante para evitar muchas de las lesiones que se dan hoy en día. Buscamos que los clubes tengan ventajas económicas, pero también que les expliquen a sus empleados cómo se debe abonar y cuidar el campo para tenerlo en buenas condiciones”, agrega del Amo.
Rafa del Amo (FNF): “Buscamos que los clubes tengan ventajas económicas, pero también que les expliquen a sus empleados cómo se debe cuidar el campo para tenerlo en buenas condiciones”.
A este respecto, la FNF está trabajando para realizar un censo actual con el número de campos de fútbol que existen en Navarra y que superaría los 150. Los de hierba artificial ya son más que los de hierba natural.
No obstante, la crisis del Covid-19 ha afectado de manera directa a clubes y ayuntamientos a la hora de afrontar remodelaciones de los terrenos de juego: “Es verdad que ha habido mucha precariedad al no haber dinero. El problema es que se está tardando mucho en acometer estos cambios y eso no puede ser. Los que tienen más de diez años hay que ir sustituyéndolos. Es vital para prevenir lesiones de los jugadores”.
CÉSPED NATURAL O ARTIFICIAL
Para el presidente de la FNF, tener un campo de hierba natural es un “privilegio”, pero resulta “muy difícil de mantener” y lleva un gasto económico importante. “No puedes meter a todos los equipos de las diferentes categorías porque no se puede pisar así como así”, especifica.
Instalar césped artificial en un campo de fútbol puede llegar a costar unos 150.000 euros de media.
Poner césped artificial en un campo de fútbol puede llegar a costar unos 150.000 euros de media. En el caso de la hierba natural, la cantidad puede variar dependiendo del drenaje, de si es de siembra o rollos de césped, de modo que su importe total se sitúa entre los 80.000 y los 150.000 euros. Pero esta resulta más cara a largo plazo, puesto que requiere un mantenimiento diario y consume más recursos. “Los últimos avances en césped natural pasan por una buena fertilización, que te proporciona que todo el año esté en el mismo nivel de vegetación. También es importante airear mucho el terreno de juego para que el oxígeno llegue a las raíces y esté a un nivel aceptable”, comenta José Manuel Tornos, director gerente de Siaver.
Además, Tornos defiende que la hierba sintética es cinco veces más resistente que la natural: “El césped artificial ha evolucionado mucho en su material, pero físicamente es necesario un buen mantenimiento porque se compacta mucho. Esto hace que las lesiones sean más fuertes que en el césped natural y que los jugadores tengan más problemas musculares”.
Desde sus comienzos en la década de los años 70, la industria europea de césped artificial ha experimentado un importante crecimiento. Actualmente, factura más de un billón de euros al año en el Viejo Continente, donde existen más de 15.000 campos de fútbol con este material, y genera más de 12.000 puestos de trabajo.
Otro de los modelos que ha ganado terreno en los últimos años es el césped híbrido, que ya se está implantando en el fútbol profesional español. Su composición suele ser un 15 % de artificial y un 85 % de césped natural. Uno de los pioneros en utilizarlo fue el Estadio Olímpico Luzhnikí, sede oficial de la selección rusa. Su césped es FieldTurf, una marca que explota este tipo de terrenos hechos en fibra, caucho y arena de silicio. Al futbolista le proporciona la sensación de jugar en un campo de hierba natural, ya que no le produce tantas lesiones ni limita de igual manera sus movimientos. Entre sus ventajas, destacan el hecho de que es bastante barato mantenerlo y tiene una larga vida útil.
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