El PIB de la Comunidad Foral continuó su particular desescalada. Frente al incremento de 3,2 % en 2018, la tasa de crecimiento en 2019 fue de 2,6 %. La cifra, sin embargo, continúa superando a la registrada en el conjunto del Estado, que se sitúa en el 2 %. Así lo recoge el Departamento de Estudios Laboral Kutxa en su Informe de Economía de Navarra correspondiente a 2019, presentado este jueves en el que además anticipó las previsiones económicas para el 2020.
La tasa de paro se sitúa en el 8,2 % en Navarra y alcanza el 14,1 % a nivel estatal.
Javier Cortajarena, director Territorial; Ibon Urgoiti, director de Desarrollo de Negocio y Joseba Madariaga, director del Departamento de Estudios de Laboral Kutxa, fueron los encargados de presentar dicho documento en el que califican como “positivo” el comportamiento del mercado laboral en los dos ámbitos geográficos, ya que el empleo crece un 2,4 % en Navarra y un 2,3 % en el conjunto del Estado. La tasa de paro, que en la Comunidad foral se sitúa en el 8,2 % y en España alcanza el 14,1%, “se aproxima a sus valores naturales, aunque en el conjunto del Estado sigue siendo elevada y la brecha de producción asociada a la crisis financiera se cierra”.
Con excepción del sector primario en el conjunto del Estado, todos los sectores económicos marcan registros de crecimiento positivos del valor añadido tanto en Navarra como a nivel estatal. En la Comunidad Foral, el sector primario, el industrial y los servicios se han mostrado más vigorosos que en el conjunto de España, mientras que la construcción menos.
DESACELERACIÓN MUNDIAL
Desde una perspectiva global, la economía desacelera “notablemente” en 2019, pasando de una tasa de crecimiento del 3,6 % en 2018 a un registro de 2,9 % en 2019. La guerra comercial entre China y EEUU es, según estima Ibon Urgoiti, la principal fuente de perturbación que ha impactado en el comercio internacional y en las expectativas, desacelerando la inversión y el empleo. A esta tensión se le añaden, además, otros factores específicos como el Brexit, cuyo impacto se ha limitado a la Unión Europea.
Estados Unidos reduce la tasa de crecimiento al 2,3 %, manteniendo aún un ritmo elevado que Urgoiti asocia a la expansión fiscal habida en 2018 e impulsada por la administración de Donald Trump. Pero regiones como la Eurozona alcanzan un registro del 1,3%, recogiendo los efectos negativos de ambas perturbaciones. Alemania es en particular una de las principales damnificadas: la reducción de su tasa de crecimiento nueve décimas con respecto a 2018, llegando a un registro del 0,6%, se debe principalmente a la debilidad del sector del automóvil.
España también ha contenido su ritmo de avance en 2019, habiendo crecido un 2 % (2,4 % en 2018), dando así continuidad a la senda de moderación del crecimiento iniciada en 2016. Por lo que respecta al mercado laboral, en 2019 la población ocupada estatal ha aumentado un 2,3 % (2,7 % en 2018), habiéndose expandido el empleo de forma generalizada con la única excepción del sector primario.La tasa de desempleo navarra ha descendido del 10 % en 2018 al 8,2 % en 2019, alcanzando la población ocupada las 288,9 miles de personas.
PERSPECTIVAS 2020
La crisis sanitaria causada por el Covid-19 fue “un shock sin precedentes para la economía”. Debido a la rápida propagación del virus, las autoridades a nivel mundial optaron por el confinamiento de la población, que significó la paralización de gran parte de la actividad económica y la consecuente gestación “de la que probablemente será la recesión global más breve de la historia”. Pese a su corta duración, Joseba Madariaga estima que el mundo tendrá que esperar hasta 2023 para volver a la situación anterior a la pandemia: “En dos meses hemos perdido dos años”.
Joseba Madariaga: “Apagar una economía es sencillo, pero reactivarla siguiendo las reglas de la nueva normalidad no lo es”
No todo son malas noticias. A diferencia de la anterior crisis financiera, desde Laboral Kutxa estiman que en esta ocasión las autoridades económicas han actuado “con contundencia y rapidez”. Pero, aunque los efectos negativos se han mantenido acotados hasta el momento gracias a las medidas monetarias y fiscales, dichas iniciativas no impedirán un parón en la progresiva recuperación económica que estaba teniendo lugar hasta entonces. “Apagar una economía es sencillo, pero reactivarla siguiendo las reglas de la nueva normalidad no lo es”, resume Madariaga.
En estos momentos, uno de los frenos más importantes para la recuperación es la incertidumbre asociada a la pandemia. Hasta que no se descubra una vacuna, “la amenaza de un rebrote pende como una espada de Damocles”. El distanciamiento social es, al mismo tiempo, una medida de prevención y un impedimento para recuperar el ritmo de la actividad económica en el sector servicios.
Por otra parte, las industrias con largas cadenas de suministro se verán afectadas por la desigual desescalada de los países y las medidas adoptadas para afrontar la crisis sanitaria, aunque alivian las necesidades de financiación, dejarán el lastre del endeudamiento con una diferencia acentuada entre los países más y menos endeudados en Europa. Asimismo, la guerra comercial y el Brexit -factores desencadenantes de la desaceleración en el bienio 2018-19, guerra comercial y Brexit- se convierten ahora en elementos que pueden agudizar la recesión.
En España, las tasas de crecimiento se situarán en el entorno del -9,4 % frente al -8,6 % de Navarra.
Para Madariaga, esta complicada coyuntura no es solo una evidencia de la necesidad de invertir más en salud, sino que además es “una oportunidad excelente para trabajar en proyectos a futuro”. Por eso, el director del Departamento de Estudios de Laboral Kutxa muestra entusiasmo ante la propuesta de la Comisión Europea para crear un fondo de recuperación. Dicha iniciativa, sumada al hecho de que el Banco Central Europeo seguirá permitiendo una financiación a bajo coste, “es un elemento positivo de esta crisis, una prueba de que Europa es un proyecto que tiene futuro”.
“Es importante ayudar a sectores que tienen futuro pero que en este momento la están pasando mal, como la industria del automóvil, que además debe enfrentarse al reto de la transición ecológica y la digitalización”, afirma Madariaga. Uno de los desafíos más importantes será, a su juicio, “luchar contra el shock de oferta” que, más allá de evitar que decaiga el consumo, debe propiciar “nuevos proyectos de inversión que generen empleo”.
Asimismo, Madariaga defendió que el deterioro de las cuentas públicas “debe llevar a una reflexión”: “Ahora no es el momento, pero cuanto estemos en fase de crecimiento tendremos que planteárnoslo. No hay grandísimas medicinas: posiblemente la solución pase por subir impuestos y por recortar el gasto público”.
Con la información económica disponible al cierre de este informe, las expectativas de Laboral Kutxa son negativas para el año en curso. En España, las tasas de crecimiento se situarán en el entorno del -9,4 % y en -8,6 % en Navarra. Si no se materializa “ningún escenario de estrés”, se prevé que en 2021 las tasas pasarán a valores próximos al 7 % en ambos ámbitos geográficos.
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