-La gestión de uno de los asuntos que dependen de su Departamento, el corredor ferroviario de altas prestaciones, ha sido muy contestada por empresarios y por los partidos de la oposición parlamentaria. Lo cierto es que existen diferencias en el cuatripartito y que tampoco hubo entendimiento con el Gobierno central.
-Al margen de matices y debates políticos sobre esta materia, que es evidente que los ha habido en el cuatripartito, creo que el Gobierno siempre, y desde el principio, ha transmitido la importancia estratégica del corredor ferroviario. Y lo hemos trabajado con esa visión de corredor y no pensando sólo en uno de los tramos sino en su conjunto, desde Zaragoza hasta la Y vasca. En cuanto a las relaciones con el Estado hay que recordar que el año 2016 se perdió prácticamente con las sucesivas elecciones y cuando empezó a estar operativo, en 2017, nos pusimos en contacto con el ministro De la Serna, con el que he tenido una relación correcta en todo momento. Tuvimos la cuestión del convenio si convenio no que produjo el desencuentro, pero en general hasta el ministro reconoció que este Gobierno ha colaborado, por encima del ruido, en lo que es un proyecto que consideramos estratégico.
La gestión de las obras del TAV han sido un gran quebradero de cabeza para Manu Ayerdi.
-¿Cómo puede afectar el relevo en el Gobierno central al proyecto?
-Bueno, vamos a verlo. Ya he tenido ocasión de estar personalmente con el nuevo ministro, el señor Ávalos, le he trasladado la disposición del Gobierno de Navarra a seguir empujando este proyecto, como hasta ahora, además le he recordado que hay trámites que se pueden hacer de forma inmediata y que el anterior Gobierno se había comprometido a ejecutar pero no lo hizo: la licitación del estudio informativo del tramo del bucle de Pamplona o la adjudicación del estudio informativo entre Castejón y Zaragoza. Y le he dicho que no son cuestiones presupuestarias, que las puede movilizar ya. Luego tenemos para este año el trabajo sobre la conexión con la Y vasca, ahí hemos sido muy serios planteando alegaciones muy reflexionadas sobre las dos opciones, Vitoria o Ezkio… Pero hay que recordar, en cualquier caso, que esto es una competencia estatal, el hecho que uno tenga o no tenga un convenio no quiere decir que la competencia se mueva de donde está, y por lo tanto el Estado, sea cual sea la fórmula, es el que va a poder decidir si acelera más o menos porque al final va contra las costillas presupuestarias del Gobierno de Madrid.
“He trasladado al ministro Ávalos la disposición del Gobierno de Navarra a seguir empujando este proyecto, como hasta ahora”
-Entonces, ¿qué puede hacer el Gobierno de Navarra?
-Lo que hemos hecho todo este tiempo: exigir que esa infraestructura avance cuanto antes. Nosotros no hemos ralentizado nada, al revés, hemos urgido a que el concepto de corredor se considere desde el minuto uno y que se empuje en todos los tramos, eso sí que me parece importante, que se empuje en todos los tramos. Cada uno está en un momento administrativo distinto, solo se pueden hacer obras entre Castejón y Campanas, pero en los demás hay cosas importantísimas que hacer. Creo que el ministro De la Serna compartía nuestro punto de vista y de lo que se trata es que haya lealtad y que vayamos empujando en todo ese corredor, en su conjunto.
-¿En ese desencuentro a cuenta del convenio había algún interés oculto, además del político?
-Bueno… Al final es evidente que hubo una presión muy fuerte de UPN al ministro De la Serna de cara a la aprobación de los presupuestos del año 2017 sobre la base de que había que complicarle la vida a este Gobierno, y en el tripartito también es evidente que el asunto generaba su debate. Pero yo creo que fue algo innecesario, se nos hizo una propuesta de convenio en julio de 2017 que sólo era Castejón-Campanas y nosotros insistimos mucho para que fuera para todo el corredor, aunque es verdad y lo tengo que reconocer que cada vez que trabajábamos con el ministro De la Serna hablábamos de todo el corredor y en todos los tramos fijábamos compromisos y cosas que hacer. Nos tomamos un tiempo para reflexionar sobre esa propuesta de convenio y el ministro rompió el convenio sin darnos tiempo a plantear nuestra propuesta, a pesar de que le había dicho que se la íbamos a presentar de inmediato. Bueno, efectivamente entraron otros factores, políticos, sí, y ante eso pusimos la responsabilidad por delante, pese a esa situación lo que el Gobierno de Navarra transmitió es que el corredor es la clave, lo importante, lo estratégico; vamos a colaborar, nos han anulado el convenio pero no nos vamos a echar al monte.
“Es evidente que hubo una presión muy fuerte de UPN al ministro De la Serna de cara a la aprobación de los presupuestos del año 2017 sobre la base de que había que complicarle la vida a este Gobierno”
-¿Van a intentar que se formule un nuevo convenio que abarque todo el trazado?
-Ojalá que con el nuevo gobierno socialista se de una situación en la que se pueda plantear un convenio de todo el corredor, pero insisto: sin olvidar nunca que la competencia está en Madrid. El hecho de que se tenga un convenio no garantiza que se vaya a hacer la infraestructura, y no hay más que ver lo que pasó con el de 2010. Es que se ha simplificado y desinformado, el convenio no deja de ser un instrumento de voluntad política pero siempre, al final, el que tiene la competencia, en este caso el Gobierno estatal, es el que va a decidir en función de su disponibilidad presupuestaria o de otros parámetros hasta qué punto avanza o no lo hace. A nosotros nos va a tocar insistir, insistir e insistir en que se trata de una infraestructura clave, que es esencial que sea todo el corredor y que debe haber avances en todos los tramos. Y pedir que se haga cuanto antes. Por eso cuando el ministro De la Serna decía que para el 2023 o 2024 estaría terminado nosotros pensábamos ¡estupendo! Pero vamos a verlo, yo ya dije que eran plazos que me costaba creer pero… fenomenal si hay voluntad política por parte de quien tiene la competencia.
En la edición de mañana publicaremos la tercera parte de la entrevista con Manu Ayerdi, centrada en la Ley de Ciencia y Tecnología y en la I+D+i
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OHL CONSTRUIRÁ EL TRAMO VILLAFRANCA-PERALTA
El Consejo de Administración de Adif Alta Velocidad (Adif AV) ha aprobado en su reunión de este martes la adjudicación de las obras de construcción del tramo Villafranca-Peralta de la línea de alta velocidad Zaragoza-Pamplona, que se integra en el corredor cantábrico-mediterráneo. El contrato ha sido adjudicado por un importe de 55.776.177 euros (IVA incluido) a la empresa OHL y cuenta con un plazo de ejecución previsto de 32 meses, ha informado Adif en un comunicado.
El tramo Villafranca-Peralta tiene una longitud de 5 kilómetros y discurre por los municipios de Villafranca, Marcilla y Peralta. El proyecto está diseñado para plataforma de vía doble de ancho estándar.
El plazo previsto para la ejecución de las obras es de 32 meses
El proyecto contempla todas las obras de infraestructura necesarias para el correcto funcionamiento de la plataforma ferroviaria: movimiento de tierras, dos viaductos, dos pasos superiores, obras de drenaje, reposición de viales y servidumbres, afecciones a servicios públicos, instalaciones ferroviarias de plataforma, obras complementarias y diseño de las medidas correctoras del impacto ambiental, entre otras.
Entre las infraestructuras singulares del tramo, Adif ha destacado los viaductos de Marcilla, de casi 855 metros de longitud para el cruce sobre la línea ferroviaria Zaragoza-Alsasua y las carreteras forales NA-128 y NA-660, y el del río Aragón, de 546 metros para el cruce del río del mismo nombre. También destaca la ejecución de una pérgola sobre la autopista AP-15 de 153,4 metros de longitud.
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