El análisis meteorológico publicado por el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente este martes calificó el mes de mayo en Navarra como “extremadamente cálido y seco”. En él, además, se detalló que el agua almacenada en los pantanos de la Comunidad foral ha disminuido desde el 88 % registrado en abril al 81 % actual. Esta carencia se contrapone, sin embargo, con los grandes excedentes de invierno o primavera, incluidos episodios de fuertes inundaciones como la última gran avenida de diciembre de 2021.
Ante esta realidad, el Colegio Oficinal de Ingenieros Industriales de Navarra (COIINA) celebró este martes la II Jornada ‘El futuro del agua en Navarra’ junto con los colegios de Agrónomos y el de Caminos, Canales y Puertos de Navarra. En dicho encuentro, en el que también colaboró el think tank Institución Futuro, varios expertos expusieron sus ideas sobre la política hidráulica más conveniente que debe desarrollar la región frente al cambio climático.
Félix Chueca, en nombre de la Comunidad General de Regantes, pidió que se les deje participar en la definición de la segunda fase del Canal de Navarra.
Dentro de esos ponentes sobresalió la intervención del ingeniero de Caminos y experto en gestión del Agua Francisco Galán. “Hay mucha agua, más de la que podríamos necesitar, pero muy pocos embalses”, defendió. En este punto, valoró que Itoiz “está bien, pero es insuficiente”, y lamentó que “nunca ha habido una política hidráulica coherente” en la Comunidad foral.
Siguiendo ese mismo argumento, Joaquín Puig, ingeniero agrónomo y subdirector de INTIA, destacó que el Canal de Navarra es un “eje vertebrador y de desarrollo que, por ejemplo, permite fijar población en el mundo agrario”. Por ello, demandó su culminación y ensalzó que, “por cada millón de euros invertido en él, se están creando 11,6 puestos de trabajo”.
“NAVARRA NECESITA UN PLAN HIDROLÓGICO”
Previamente, Michel Iturralde, miembro de la junta del COIINA, planteó la oportunidad que el cambio climático puede suponer “para optimizar el uso del agua en Navarra”. Mientras que el ingeniero de caminos y director general de Aguacanal, José Enrique Arizón, enumeró las lecciones aprendidas tras quince años de experiencia en la gestión de la zona regable del Canal de Navarra.
Todo ello ante un auditorio entre cuyos asistentes destacó la presencia del consejero de Cohesión Territorial, Bernardo Ciriza, y de Ignacio Gil, director general de Agricultura y Ganadería. Igualmente, acudió el presidente de UPN y portavoz parlamentario de Navarra Suma, Javier Esparza.
José Mari Martínez: “Llevamos años de retraso político. Lo estamos pagando y eso me duele”.
El programa de la jornada se completó con la mesa redonda ‘Retos y necesidades en Navarra’. En ella participaron Jorge Moreno (director general de Florette Ibérica), Félix Chueca (Comunidad de Regantes de Navarra), Pedro Busto (Colegio de Ingenieros de Caminos de Navarra) y José Mari Martínez (UCAN).
Este último denunció que el proyecto para trasladar agua de calidad a la Ribera de Navarra “lleva seis años de retraso político”. “Lo estamos pagando y eso me duele”, criticó. Un punto de vista compartido en parte por Moreno, que lanzó una pregunta a los asistentes: “¿Por qué avanzamos tan lentamente?, ¿a qué estamos esperando?”. En su opinión, además, la gestión del agua es un tema de interés general: “Por eso, entiendo que el único problema que explica esta situación es de tipo financiero”. A este respecto, confió en que la próxima llegada de fondos europeos pueda resolver esta situación.
Michel Iturralde: “La lentitud es un problema de la Administración, pero tenemos el tamaño y los conocimientos para poder resolverlo”.
Chueca, por su parte, se quejó de “la inflexibilidad” de los contratos firmados por las comunidades de regantes: “Sabemos que la tecnología va a cambiar. Queremos mejorar nuestras instalaciones, pero no lo podemos hacer. Es algo que hay que mejorar y cambiar”. Ante esta tesitura, solicitó que se les deje participar en la definición de la segunda fase del Canal de Navarra.
Finalmente, Busto detalló varios de los beneficios y oportunidades contemplados en el PERTE de digitalización del ciclo del agua, que “permitirá resolver algunas de las carencias existentes en cuanto a su gestión y gobernanza”. A la vista de todas estas opiniones, Iturralde tomó la palabra una vez más para exponer dos ideas a modo de conclusión. “Navarra necesita un plan hidrológico”, fue la primera de sus reflexiones. Y, junto a esta idea, insistió en la preocupación trasladada por los agentes presentes en el encuentro sobre la lentitud en la tramitación de los proyectos hidráulicos. “Es un problema de la Administración, pero tenemos el tamaño y los conocimientos para poder resolverlo”, deseó.
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