Las personas que quieren liderar y sacar adelante un proyecto empresarial en nuestra comunidad son piezas fundamentales para el desarrollo económico. Y son, ademas, la clave del producto final: Una nueva empresa en el mercado. Son de material inteligente, todas diferentes en edad, experiencia, conocimientos, expectativas, templanza. También tienen mas o menos aversión al riesgo, creatividad, empatía, ambiciones, capacidad de comunicación, de liderazgo… Y, por supuesto, son diferentes en ideas de proyecto.
¿Es, entonces, posible producir buenos productos con la metodología de aceleración si las personas son tan diversas? La respuesta es sí, siempre que se ensamblen de una forma adecuada todas las piezas que intervienen en ese proceso.
La persona emprendedora, el mercado, la idea de negocio, el producto o servicio, la propuesta de valor, la financiación, la rentabilidad… Las piezas están ahí y hay que afrontar el reto, que no es pequeño; hacer que todas ellas encajen para lograr construir un modelo de negocio realista y factible que vea la luz.
¿Es posible producir buenas empresas? La respuesta es sí. Siempre que sus componentes (personas) se ensamblen de una forma adecuada.
En CEIN trabajamos en el ensamblaje de todos esos elementos para que el producto final, la nueva empresa, tenga más valor que la suma de cada uno de ellos y logre mayores posibilidades de éxito.
La metodología de aceleración -contrastada y consolidadas- que ponemos a la disposición de las y los emprendedores es fundamental en ese proceso. Con ella, les facilitamos los instrumentos necesarios para que enfoquen sus ideas de negocio con realismo, se enfrenten al mercado y comprueben si su iniciativa empresarial va a tener una oportunidad. De este modo, pondrán en marcha sus empresas con la menor incertidumbre, o no lo harán por haber valorado su riesgo. 
¿Cuales son las hipótesis en las que se basa la idea de negocio? ¿Son efectivamente ciertas o hay que redefinirlas? ¿Se ha preguntado a la eventual clientela si el producto o servicio soluciona su problema? ¿Se ha testado? ¿Cual va a ser la propuesta de valor? ¿Como se va a obtener la financiación? ¿Que precio se va a establecer y como se van a generar los ingresos? Los interrogantes que hay que despejar no son pocos, sin duda, pero es necesario dar respuesta a todos ellos.
PERSONALIZACIÓN, FACTOR CLAVE
Además de la metodología, en el proceso de encaje de todas las piezas juega un papel esencial el tratamiento particular de cada una de ellas para conseguir que cada producto, cada empresa, se única y aporte un elemento diferenciador. En este sentido, ayudamos a las y los emprendedores a que pongan el foco en ofrecer una respuesta a un verdadero problema o requerimiento del mercado por medio de un producto o servicio que aporte un valor real a su clientela y lo haga único.
Nuestra apuesta en CEIN es impulsar nuevas empresas, ensamblar todas sus piezas de la mejor forma, buscando que aporte valor y con las mayores garantías.
Y añadimos otros ingredientes como son el trato cercano, generador de confianza, las preguntas oportunas, la exigencia en el trabajo a realizar, y aportamos expertas y expertos que incorporan más valor añadido.
En CEIN observamos cómo esas empresas que empiezan pequeñas, con uno o dos empleos, van creciendo y creando más empleo, generando el impacto social mas deseado y la innovación con la que crecer de manera sostenible.
Por eso, nuestra apuesta es impulsarlas, ensamblar todas sus piezas de la mejor forma y aportar valor, para que se pongan en marcha con las mayores garantías.
Dos resultados de diferente calado, e importantes ambos son posibles: empresas creadas con más garantía de viabilidad y escalabilidad y promotores y promotoras que desestiman su iniciativa porque sus puntos débiles deben ser mejorados y, quizás, algún día, vuelvan a CEIN.
Pilar Irigoien
Consejera delegada del Centro Europeo de Empresas e Innovación de Navarra (CEIN)
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