Íñigo Sagardoy, presidente de Sagardoy Abogados, lo tiene claro: «La reducción de los tipos de contratos (a únicamente tres modelos) puede ser positiva». Así valoró este martes uno de los puntos más importantes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia presentado por el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez. El abogado laboralista fue entrevistado en Capital Directo, espacio informativo de NavarraCapital.es que cuenta con el patrocinio de Banco Santander. Un encuentro que, como ya es habitual, fue emitido vía ‘streaming’ a través de este medio y sus redes sociales. «Bienvenido sea fomentar la estabilidad laboral a través de más contratos fijos», apostilló.
«En el ámbito de la contratación, el mercado español tiene dos lacras: la elevada tasa de desempleo y que no tenga el trabajo de calidad que todos quisiéramos», lamentó. Por eso, mira con optimismo hacia una reforma de este tipo. No obstante, recalcó que «debe ir acompañada de medidas de otro tipo». Y dentro de estas, hizo hincapié en la ‘flexiseguridad’, que apareció con la reforma laboral del año 2012: «Hay que dar flexibilidad a las empresas para que se adapten, pero también protección social y seguridad a los trabajadores».
Una medida a la que deben sumarse una apuesta decidida por la formación y las políticas activas de empleo. El presidente de Sagardoy Abogados recordó que «la formación continua en las nuevas competencias es esencial porque, de lo contrario, equivale a desempleo». Y, así mismo, lamentó que «la formación pública no ha ido en dirección a la demanda de las empresas».
LOS ERTE, UN EJEMPLO DE ‘FLEXISEGURIDAD’
Para Sagardoy, en momentos de crisis es fundamental lograr esa combinación. «Tenemos que seguir ahondando en ese concepto de la flexibilidad», indicó. En el caso de España, un ejemplo de ello son los ERTE: «Es un elemento clarísimo de ‘flexiseguridad’ que, si bien venía de antes, se profundizó en la reforma laboral del año 2012 y está funcionando». Porque los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo «dan flexibilidad a la empresa para encontrar una alternativa al despido», pero aportan seguridad al trabajador porque «sigue cotizando a la Seguridad Social». Siguiendo con la temática de los ERTE, también hizo hincapié en que «han contenido la destrucción de empleo», pero advirtió de que «el reto a largo plazo es evitar que se conviertan en despidos».
El teletrabajo ha sido otra de las tendencias del mercado de trabajo a raíz de la pandemia por el Covid-19. «Las empresas no van a ir al modelo de teletrabajo 100 %», auguró. A su juicio, «prefieren un modelo más flexible que permita cierta presencia de los trabajadores para no perder la cultura empresarial». Y, en esa línea, destacó precisamente que «España tiene todo para ser un referente mundial como destino para profesionales que teletrabajen», aunque «está perdiendo el tren». Si quiere revertir la situación, deberá hacer cambios «en materia fiscal y de permisos de trabajo».
Durante el encuentro, Sagardoy aseguró que uno de los retos a los que se está enfrentando el mercado de trabajo en España es encontrar vías para mantener el talento sénior. «La población laboral está envejeciendo», apuntó al tiempo que remarcó la necesidad de aprovechar «la experiencia magnífica» que ofrecen los profesionales de más edad. En su opinión, esa filosofía se puede implementar «penalizando las jubilaciones anticipadas» o incentivando que los trabajadores prolonguen su vida laboral con pagas, como la planteada por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. «¿Por qué solo formamos a los jóvenes», cuestionó.
