Desde 2020, Europa y el mundo han sufrido una gran catarsis. Primero, el Covid-19 y la guerra en Ucrania después han llevado a nuestro continente a impulsar una doble transición verde y digital que está creando nuevas oportunidades para las personas, las empresas y los territorios. Pero, también para el fomento de la economía en la Unión Europea.
Estas oportunidades, como siempre sucede, conllevan cambios estructurales, nuevas realidades y oportunidades que demandan los sectores tradicionales, pero también las nuevas industrias. Las recientes habilidades profesionales más demandadas, por ejemplo, surgen como consecuencia de la innovación de los mercados. ¿Faltan profesionales cualificados para cubrir ciertos puestos de trabajo en la UE? ¿Cuáles son? ¿Dónde se generan? En definitiva, ¿estamos capacitados para el trabajo del mañana?
En la actualidad, existe un cierto desajuste entre la formación de los potenciales trabajadores y las competencias que se requieren en el mercado laboral actual. En concreto, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) estima que en España hay 130.000 puestos que no se cubren porque faltan profesionales cualificados. Pero no es el único país en esta situación.
Según la Comisión Europea, más de tres cuartas partes de las empresas de la UE señalan que tienen dificultades para encontrar trabajadores con una formación específica en los últimos avances tecnológicos, como científico/analista de datos, responsable de datos, técnico en gestión de sistemas cloud o especialista en Inteligencia Artificial. Y las últimas cifras de Eurostat indican que solo el 37 % de los adultos reciben formación de forma periódica.
“Debemos reforzar la movilidad y facilitar el reconocimiento de cualificaciones para afianzar el acceso a un mejor puesto de trabajo en Europa”
Al mismo tiempo, al menos el 80 % de las personas adultas europeas deberán tener capacidades básicas digitales para 2030. Por eso, la Comisión Europea pone el foco en la necesidad de disponer para esa fecha de 20 millones de especialistas en TIC en la UE, sin olvidar el importante rol que deben jugar las mujeres en este ámbito tecnológico.
Por esa razón, el organismo anunció que 2023 sería el Año Europeo de las Capacidades, cuyo objetivo principal es contribuir a impulsar el aprendizaje permanente y promover la inversión en formación, permitiendo que las personas permanezcan en su puesto de trabajo o encuentren otros nuevos. De esta forma, se pretenden adecuar las aspiraciones y competencias de las personas a las oportunidades en el mercado laboral, especialmente para la transición ecológica y digital y la recuperación económica, y atraer competencias y talento de terceros países.
Preocupa especialmente en Europa la situación de los más jóvenes, que se encuentran con numerosas dificultades para lograr un primer empleo. También la importancia del desarrollo y retención de talento en la UE, que supone un nuevo impulso para las regiones europeas. Debemos reforzar la movilidad y facilitar el reconocimiento de cualificaciones para afianzar el acceso a un mejor puesto de trabajo en Europa.
“Navarra es la primera comunidad autónoma en implantar la Formación Profesional Dual, cuya tasa de inserción laboral fue de un 97 % en 2022”
En este punto, tenemos que poner en valor el esfuerzo que se está realizando de parte de algunas comunidades autónomas como Navarra en línea con la Comisión Europea, para capacitar a los ciudadanos en el desempeño cualificado de diversas profesiones. La Comunidad foral es la primera en implantar la modalidad de Formación Profesional Dual, que combina el aprendizaje de manera práctica en la empresa con la teoría que se imparte en el centro educativo. El éxito de este sistema lo corroboran los datos. Tanto es así que la tasa de empleo juvenil se reduce cinco veces con la Formación Profesional (la inserción laboral de la FP en 2022 fue del 90 %, y del 97 % en el caso de la FP Dual).
Sin duda, el año 2023 como Año Europeo de las Capacidades impulsará el nuevo modelo de capacitaciones que necesitamos en Europa, especialmente en un momento en el que afrontamos la doble transición ecológica y digital y la recuperación económica posterior a la pandemia del Covid-19. Como dijo el comisario de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit, “las competencias significan empleos, empleos de calidad”.
Adriana Maldonado
Eurodiputada socialista