Desde hace ya varios años, la agenda del sector de la automoción está marcada por temas como la Industria 4.0, la fábrica del futuro y la irrupción de robots y otras máquinas inteligentes, capaces de sustituir al ser humano en muchas tareas que hoy en día le están reservadas.
Los exoesqueletos, como parte de las innovaciones que están llegando a todo tipo de factorías, también se acercan a la automoción. Estas estructuras diseñadas para proteger las articulaciones y la musculatura de los operarios de las líneas de montaje consiguen aliviar las fatigas del trabajo.
Audi está llevando a cabo un estudio comparativo de dos exoesqueletos en la planta de Ingolstadt (Alemania). Alrededor de 60 empleados están utilizando exoesqueletos en distintas estaciones de trabajo seleccionadas en la línea de ensamblaje, en el taller de pintura y en la zona de construcción de herramientas.
PROTEGER EL ACTIVO MÁS IMPORTANTE
Muchos pasos del proceso de producción implican trabajos que son inevitables para el hombre. Cuando se han agotado las medidas técnicas y organizativas para una conseguir una ergonomía óptima, los exoesqueletos ofrecen un valioso apoyo.
Audi está probando dos de estas ayudas, los exoesqueletos Paexo de Ottobock y el Skelex 360 de Skelex. “Nuestros empleados son nuestro activo más importante. Al reducir constantemente la carga en las estaciones de trabajo, podemos mejorar su salud y bienestar. Las nuevas tecnologías como los exoesqueletos contribuyen a esa mejora”, asegura el director de producción y logística de Audi, Peter Kössler.
Las pruebas se han pensado para adaptar los exoesqueletos a las necesidades de los empleados. Se están probando en actividades estáticas y dinámicas, por ejemplo en la instalación de las líneas de freno, el atornillado de los paneles de la parte inferior de la carrocería y en la protección y sellado contra la corrosión.
Audi ya ha adquirido una experiencia inicial prometedora con uno de los dos exoesqueletos en la planta de Györ, en Hungría. Tanto el Paexo como el Skelex 360 se usan acoplados en los hombros, como si se tratase de una mochila, y se aseguran en su posición con un cinturón alrededor de las caderas.
Los escudos de los brazos sostienen estos cuando el usuario trabaja por encima de su cuerpo. Absorben parte del peso del propio brazo y lo redirigen a las caderas a través de estructuras de soporte, lo que reduce la carga. Este proceso se hace de forma puramente mecánica, sin ningún tipo de accionamiento motorizado.
Los exoesqueletos llevan probándose desde hace varios años en distintas fábricas y se augura un potencial importante para esta tecnología.
La utilización de exoesqueletos en la producción no es algo nuevo para Audi. La compañía ha estudiado estas ayudas para mejorar la ergonomía durante aproximadamente cuatro años.
Desde entonces, Audi ha probado regularmente diferentes sistemas en proyectos piloto. Uno de ellos es una estructura (Laevo), que reduce la carga sobre la espalda de la persona cuando levanta o mueve objetos. Las pruebas iniciales en logística, la planta de prensa y de ensamblaje arrojaron resultados prometedores.
Por lo tanto, no debería sorprendernos que los expertos en ergonomía de la compañía vean un potencial considerable para utilizar exoesqueletos en trabajos generales. “El enfoque principal aquí siempre es el beneficio ergonómico, la comodidad de uso y la reducción de la carga para nuestros empleados”, explica el especialista en exoesqueletos de Audi, Ralph Hensel. “Nuestro objetivo es implementar exoesqueletos a largo plazo en estaciones de trabajo predeterminadas y específicamente seleccionadas”, concluye.
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