El Grupo IAN participa en el Proyecto Vulcano junto al centro tecnológico AINIA. El objetivo de esta iniciativa es «desarrollar y adecuar una línea de platos preparados que serán conservados en envases barrera biodegradables susceptibles de ser sometidos a tratamientos térmicos». La compañía navarra interviene en este proyecto con sus plantas de Villafranca (encargada de elaborar platos preparados compuestos principalmente por alimentos sólidos) y la guipuzcoana de Interal (que produce una línea de platos preparados en envases flexibles, así como una línea de caldos concentrados envasados en formatos monodosis).
El desarrollo de esta iniciativa está alineado con la estrategia de economía circular en materiales plásticos, que tiene como objetivo «contribuir al cumplimento de los compromisos medioambientales marcados por la Comisión Europea«. El año 2030 se ha establecido como límite para que la totalidad de los envases que se pongan en el mercado de la Unión Europea sean reutilizables o se reciclen de forma rentable. Para que esta aspiración sea realidad, «la industria se ve obligada a buscar alternativas más sostenibles a envases como la multicapa, basados en polipropileno (PP), muy frecuentes en el envasado de platos preparados».
Mila Peláez (Grupo IAN): «El objetivo es obtener una nueva línea de platos preparados que puedan ser comercializados en envases biodegradables, manteniendo los estándares de calidad».
Según la empresa navarra, las tendencias convenience han provocado que el consumidor se interese por platos preparados nutritivos y fáciles de consumir. En este sentido, existen diferentes tipos de materiales plásticos que, de manera individual o combinándolos en forma multicapa, dan respuesta a la mayoría de las necesidades de envasado.
En los platos preparados que se conservan a temperatura ambiente, el material empleado es el polipropileno (PP) por la «gran resistencia térmica» que presenta. Sin embargo, a pesar de las ventajas que ofrecen los materiales multicapa, los diferentes polímeros que integran esas estructuras «son difíciles de separar y no pueden ser reciclados siguiendo los procesos de reciclaje actuales».
Para el desarrollo de este envase, «100 % biodegradable y capaz de resistir altas temperaturas a lo largo del proceso de fabricación», es necesario trabajar tanto sobre el material de envase como sobre el producto, «adaptando los procesos de preparación de los platos preparados» para que se ajusten a las características de los nuevos envases.
«El objetivo final de Grupo IAN en este proyecto es obtener una nueva línea de platos preparados que puedan ser comercializados en envases barrera biodegradables, manteniendo los estándares de calidad alcanzados en la actualidad», valoró Mila Peláez, técnica de I+D+i en Interal.
Así, se adaptarán las recetas de los platos preparados (en cuanto a porcentajes de aceites y agua, variaciones de temperatura de los tratamientos, entre otros) para «alcanzar un equilibrio entre las propiedades que ofrecen los nuevos materiales y las condiciones del cocinado sin que haya que renunciar ni a la calidad de los alimentos ni a la seguridad alimentaria».
DIFERENCIACIÓN EN EL MERCADO
Iniciado en 2021, el equipo del Proyecto Vulcano ya ha evaluado diferentes materiales biodegradables tanto por separado como combinados. «Por el momento, el PHA es el material que mejor resultado ha dado en los ensayos, pero por sí solo no aporta la resistencia térmica y la barrera a los gases necesaria para este tipo de productos. La resistencia térmica sigue en estudio y se están probando diferentes partículas inorgánicas para llegar a una solución», indicaron desde la compañía. Si todo continúa según lo previsto, la iniciativa cumplirá su objetivo de conseguir los resultados del proyecto en el año 2023.
Según valoró AINIA, el desarrollo del Proyecto Vulcano persigue mejorar sus cuotas de mercado «gracias a la diferenciación y la apuesta por la sostenibilidad». En este sentido, uno de los objetivos es incrementar las ventas de los productos Carretilla «de manera sustancial», pasando de vender un millón de unidades en 2023 a 10 millones en 2025. Por ejemplo, en una primera fase, la compañía podría lanzar en el mercado nacional un millón de envases como prueba y aprendizaje. Y el siguiente año, lanzarlo ya a nivel masivo nacional e internacionalmente, «con las correcciones y medidas que se hayan estimado oportunas en la fase de prueba».
En el caso de los productos que elabora Interal, el objetivo es pasar de unas ventas de 250.000 unidades previstas para 2023 a 5 millones de unidades en 2025. Este objetivo se establece en base a la actual cota de mercado de la firma a nivel internacional, «donde los aspectos de sostenibilidad priman sobre el precio a la hora de que el consumidor adquiera un producto del lineal».
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