viernes, 3 mayo 2024

Hacia una empresa más humanizada y participativa

Analizamos con la Asociación Arizmendiarrieta las ventajas y oportunidades del modelo inclusivo participativo navarro de empresa que proponen y que recibió, en fechas recientes, el respaldo unánime del Legislativo foral.


Pamplona - 3 julio, 2018 - 05:59

Alfonso García Liberal, promotor del modelo inclusivo-participativo de empresa respaldado por el Parlamento de Navarra. (FOTOS: David Muñiz)

«La globalización de los procesos económicos y la vertiginosa evolución de los descubrimientos científicos y sus aplicaciones técnicas hacen que el futuro de la empresa preocupe y la sitúa ante unos retos de una magnitud desconocida en el pasado y que ponen en peligro su propia supervivencia, así como los puestos de trabajo directos e indirectos a ella ligados».

Así explican Juan Manuel Sinde y Alfonso García Liberal, de la Asociación Arizmendiarrieta, los motivos que les llevaron a tomar esta iniciativa de presentar una Moción para el impulso de un Modelo inclusivo participativo navarro de empresa, que ha sido aprobada en la Comisión de Desarrollo Económico del Parlamento navarro, respaldada por todos los grupos parlamentarios presentes en la Cámara Foral. alfonso-garcia-liberal2

Para sus impulsores, «se trata de una noticia muy esperanzadora constatar el apoyo unánime a un modelo navarro de empresa, inspirado en los valores del humanismo pero que también tiene en cuenta las necesidades de las empresas en el actual marco competitivo«, explican. Dicho modelo navarro de empresa aseguran, no es rígido, está abierto a cambios y deberá desarrollarse con una implantación progresiva de acuerdo con la realidad de cada empresa. Ha sido desarrollado por un grupo de personas de distintas sensibilidades políticas, empresariales y sindicales coordinadas por representantes de la Asociación de Amigos de Arizmendiarrieta.

«Es un modelo navarro de empresa, inspirado en los valores del humanismo que tiene en cuenta las necesidades de las empresas en el actual marco competitivo», Alfonso García Liberal.

Por otro lado, la realidad del éxito del grupo cooperativo que, según señalan, hemos vivido «nos ha animado a aportar esa experiencia en beneficio de las empresas y sociedad navarras. Presentando un horizonte de futuro que entendemos es interesante para empresas, empresarios y trabajadores».

Este modelo, aboga por una empresa más humana. «Implantar el humanismo en la empresa supone, en primer lugar, actuar de forma respetuosa con la igual dignidad humana de todas las personas que en ella trabajan y, por otro lado, buscar el desarrollo de sus capacidades personales (intelectuales, emocionales, relacionales, …) a través de su trabajo».

EN LA PRÁCTICA

Esto, según Sinde y García Liberal, se concretaría en la práctica en:

a) Crear un clima de confianza mediante una política de transparencia informativa, con información sobre las variables y políticas más importantes de la empresa.

b) Desarrollar planes de formación sistemáticos con objetivos de dedicación por trabajador e incluyendo en los mismos tanto formación técnica como formación de gestión que permita una participación efectiva en un proyecto compartido.

c) Impulsar políticas retributivas que no generen una gran desigualdad y favorezcan la cohesión social.

d) Establecer sistemas periódicos de evaluación y mejora continua de la satisfacción y necesidades de las personas que trabajan en la empresa

e) Priorizar la promoción interna para asignar funciones de mayor responsabilidad y utilizar criterios objetivos de valoración del mérito y posibilidades de aportación a la hora de seleccionar entre los diversos candidatos para ocupar puestos de responsabilidad.

f) Incorporar a la mujer en igualdad de condiciones

g) Favorecer la conciliación familiar.

“La cooperación es la poderosa palanca que multiplica la eficacia de nuestros esfuerzos”.

CAMBIO DE MENTALIDAD

Empresario y trabajador deberían unir fuerzas, colaborar y caminar juntos. «La realidad de las empresas navarras es realmente variada, pero, en cualquier caso, conviene recordar lo que Arizmendiarrieta decía: “la cooperación es la poderosa palanca que multiplica la eficacia de nuestros esfuerzos”. Sin duda, ha sido una de las claves del éxito del Grupo Mondragón. Por ello, todo lo que se haga por favorecer esa cooperación será buena para la sostenibilidad y futuro de las empresas y, por ende, para las generaciones próximas, a las que tenemos la obligación de dejar un legado. Es posiblemente inevitable que haya conflicto de intereses en las empresas, pero se trata de canalizarlo a través del diálogo y la participación, evitando en la medida de lo posible la confrontación, que probablemente a largo plazo a todos perjudica».

Según denuncia CCOO Navarra ya hay más de 16.000 trabajadores temporales en la industria de nuestra región. Este modelo supondría también un cambio de mentalidad en la empresa, un proceso lento, pero aseguran, «se verá favorecido por lo que está ocurriendo en otros países más adelantados. En ese sentido, son paradigmáticas las decisiones que se están tomando en Europa, cuyos países se enfrentan a los mismos problemas de competencia de países emergentes que tenemos nosotros. Sin ir más lejos, en lo que llevamos de año, 20 países europeos han tomado alguna medida para impulsar la participación de los trabajadores en la propiedad. Destaca en su apuesta en esa dirección el presidente francés, que ha fijado el objetivo de doblar el número  de trabajadores-propietarios para el año 2030, anunciando una “ley-pacto” a aprobar el año que viene con dicho objetivo a largo plazoEse tipo de cambios en otros lugares entendemos que también facilitará el cambio de mentalidad entre nosotros».

CORRESPONSABILIDAD EN LA EMPRESA

Pero la verdad es que, al menos socialmente, todavía se aprecia una empresa muy jerarquizada. Este cambio en la empresa, según los impulsores de la Moción, empieza con la transparencia informativa y una comunicación clara, honesta y sistemática, que posibilite establecer de forma progresiva una relación de confianza. «La clave está en sustituir la confrontación por la cooperación y la corresponsabilidad, dando pasos en la línea de fomentar inicialmente la participación en la gestión y los resultados, sin prejuzgar (aunque sin renunciar tampoco “ a priori”) llegar a la participación en la propiedad. Los líderes de ese cambio en la empresa sólo podrán ser los empresarios o los directivos. Pero es necesario que los trabajadores estén también de acuerdo en la dirección del cambio».

Uno de los puntos que se señalan en la Moción es la posibilidad de que los trabajadores participen de los beneficios de la empresa.

Uno de los puntos que se señalan en la Moción es la posibilidad de que los trabajadores participen de los beneficios de la empresa. «Hay ya distintas fórmulas en vigor en las empresas para materializar la participación de los trabajadores en los resultados que, en cualquier caso y por su misma filosofía, debe tener un carácter variable, en función de los resultados de cada año. Nuestra recomendación sería que llegue a todas las personas de la plantilla, que sea para cada uno en función de su salario y por un monto en función de parámetros claramente establecidos. Con un horizonte de largo plazo, se podría plantear capitalizar parte de esa participación abriendo la posibilidad de participar también en la propiedad».

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En cuanto a la toma de decisiones empresariales, Sinde y García Liberal explican que «la participación debe iniciarse en aquellas decisiones más cercanas al trabajo de cada uno, que son las que mejor conoce el trabajador (muchas veces mejor que nadie en la empresa), aunque debe de hacerse de forma ordenada, siguiendo procedimientos previamente establecidos. Por otra parte, la consulta en decisiones importantes debe realizarse a través de los representantes de los trabajadores que, si existe un marco de confianza adecuado, muy probablemente aportarán elementos de interés para la decisión. Se recomienda que a toda la plantilla se le dé una información sistemática pero se le consulte en situaciones realmente muy importantes. Hay que recordar, con todo, que consultar es escuchar, no negociar. Supone enriquecer los elementos de juicio a tener en cuenta para la toma de decisión que, en última instancia, es responsabilidad del equipo directivo de la empresa.

«Hay un número significativo de empresarios y directivos que están dispuestos a poner en marcha una nueva filosofía de gestión».

Pero en este punto, hay que preguntarse cómo ven los empresarios esta iniciativa y si estarían dispuestos a este cambio de modelo. «Creemos que se está avanzando con claridad. Unos planteamientos como los que han surgido en la reflexión mantenida con los agentes sociales no se hubieran dado hace algunos años. La competitividad en el mercado internacional, en algunos casos, los problemas de sucesión, en otros, la irrupción de otra generación más joven de gestores, han facilitado el que cada vez más empresas estén abiertas a avanzar en el sentido propuesto. Ya no son unos pocos pioneros los convencidos, sino que hay un número significativo de empresarios y directivos que están dispuestos a poner en marcha una nueva filosofía de gestión que debe culminar en sustituir la confrontación, empobrecedora para todos a medio plazo, por la cooperación y la participación, con un amplio potencial de enriquecimiento generalizado.

Imagen de un operario del sector de la automoción. Entre otros puntos, se señalan en la moción, que las empresas deben preocuparse de que los empleados tengan un salario digno, de su formación, su adhesión al proyecto empresarial, su satisfacción en el trabajo, la cohesión social que facilita el trabajo en equipo, un trato justo desde el punto de vista de género, la preocupación por la conciliación de la vida profesional y familiar, etc. El cambio debe incluir entender los objetivos de las empresas de forma más amplia y no sólo como la búsqueda del máximo beneficio a corto plazo. Se debería plantear, por ello, la empresa como un organismo que satisface de forma equilibrada una constelación de intereses, a la vez que tiene en cuenta también cuestiones ecológicas, de Derechos Humanos, etc.

«La responsabilidad del cambio es de todos, pero en especial y en mayor medida de los que detentan el poder en la empresa, destacándose la importancia de la ejemplaridad de los empresarios y directivos y el avance en el cambio cultural hacia el trabajo en equipo, la honestidad en las relaciones y la apertura a los cambios necesarios para la sostenibilidad de la empresa», subrayan.

A continuación, para todos los interesados ponemos a su disposición la moción aprobada por unanimidad por la Comisión de Desarrollo Económico del Parlamento de Navarra por la que se insta al Ejecutivo foral a “realizar un Plan de actuación para la promoción de un modelo inclusivo-participativo navarro de empresa, para su desarrollo en la presente y próximas legislaturas”.

Para acceder a más información relacionada con la gestión de las personas en empresas… LEER AQUÍ.

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Economía navarra ·


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