Hidro Rubber no había registrado unos ingresos tan altos en sus 39 años de historia. La empresa, localizada en Lesaka y especializada en la fabricación de piezas críticas de caucho para automóviles, facturó 23 millones de euros en 2023, año en el que vendió aproximadamente 148 millones de unidades en países como China, Sudáfrica, India, Marruecos, Alemania, Italia, República Checa, Polonia o México, entre otros. De hecho, el 94 % de su producción ya se exporta.
La firma vive un ilusionante momento. Es más, el director general de la compañía, Jon Angulo, adelanta a Navarra Capital que Hidro Rubber espera facturar 26 millones de euros en 2024. En este sentido, el trabajo realizado en Estados Unidos, mercado que concentra el 43 % de las exportaciones y donde duplicó sus ventas el año pasado, está siendo clave.
“En un mercado tan lejano como el americano, vimos que teníamos que estar allí para crecer. Por eso abrimos un almacén en Detroit. En Estados Unidos solo había un proveedor, que prácticamente abastecía a todo el mercado y suponía un gran riesgo para los clientes. Así, desde nuestra planta de Lesaka abastecemos al almacén de Detroit. Tener las piezas en el continente y estar cerca de los clientes ha sido fundamental”, analiza Angulo.
A pesar de que Hidro Rubber se asentó en la ciudad estadounidense hace ocho años, fue en 2021 cuando comenzó a cosechar los resultados esperados: “Tuvimos que crear una empresa en el país. Todo ha sido un proceso, desde obtener los visados hasta contratar las líneas telefónicas. Por ejemplo, tuvimos que validar el material en General Motors. Con todos los ensayos que eso conlleva, nos llevó casi tres años. Pero, con el tiempo, hemos conseguido un gran número de proyectos”, explica el director general de la firma.
EN PROCESO DE INNOVACIÓN
Además de la internacionalización, Hidro Rubber quiere diversificar y lanzar nuevos productos, de ahí que lleve tres años apostando fuertemente por la innovación: “Hasta ahora, hemos estado muy especializados en el tanque de combustible. Fabricamos una pieza que entra en contacto con el combustible, que evita que un coche explote en caso de que vuelque”.
De esta forma, la compañía ya se ha puesto manos a la obra con un nuevo objetivo: diseñar piezas para vehículos eléctricos o de hidrógeno. “No sabemos qué pasará con el mercado de la combustión. Queremos movernos hacia otros sectores y que nuestra cuenta de resultados no dependa de un único nicho. En el caso de los vehículos eléctricos, trabajamos desde las puntas de sellado hasta las válvulas de ventilación. Pero el eléctrico no va a ser la solución única. Los tanques de hidrógeno trabajan a altas presiones, de ahí que necesitemos materiales para cerrarlos. Además, estamos desarrollando conectores para este combustible”, especifica Angulo.
1,5 MILLONES ANUALES DE INVERSIÓN
En los últimos diez años, el crecimiento experimentado por la compañía está conllevando igualmente relevantes inversiones, cifradas en 1,5 millones de euros anuales de media. Cuando Hidroruber necesita incrementar la producción fruto de la alta demanda, suele adquirir nuevas células o secciones, cada una de ellas compuesta por ocho máquinas capaces de cubrir todo el proceso de fabricación (desde la inyección hasta la revisión automática).
“Ahora mismo contamos con nueve células y vamos de camino de comprar la décima”, concreta el director general de la empresa, cuya plantilla está formada actualmente por 107 personas, trece más que el año anterior (+12,1 %). De todas ellas, 84 trabajan en Lesaka, veinte en Italia y tres en el almacén de Estados Unidos.