La salud y el bienestar son una tendencia que está impulsando un cambio en la dieta de las personas de todo el mundo. En los últimos años, la búsqueda de alimentos sanos y nutritivos ha disparado la demanda de proteínas de origen vegetal. De hecho, según datos de Statista del pasado mes de diciembre, el consumo de productos transformados basados en proteína vegetal se incrementará de aquí a 2035 en más de un 14 %, pasando de 13 millones de toneladas en 2020 a aproximadamente 100 millones.
En este escenario, el Clúster Food+i promovió recientemente la creación de un consorcio empresarial de ocho empresas españolas, que destacan por su trayectoria en el campo de la innovación en la alimentación y las bebidas. Todas tiene por objetivo “colaborar para hacer frente al desafío de encontrar nuevas fuentes de proteínas vegetales llamadas a completar la oferta de las fuentes más utilizadas en la actualidad por el sector como la proteína de soja”.
En el proyecto se estudiarán el brócoli, las coles de Bruselas, el repollo, la coliflor, los nabos, la berza verde y común, la moringa, la algarroba, el lupino dulce, la chufa, las habas y diferentes hongos.
Dichas fuentes de proteína vegetal permitirán “diversificar la dieta, aportar otros nutrientes y dar más variedad y sabor a las comidas”. Así, entre las plantas objeto de estudio se encuentran el brócoli, las coles de Bruselas, el repollo, la coliflor, los nabos, la berza verde, la berza común, la moringa, la algarroba, el lupino dulce (del que se extrae el altramuz), la chufa, las habas y diferentes hongos.
Las empresas involucradas en el consorcio buscarán “aumentar el valor añadido de plantas con alto valor nutricional y quimiopreventivo” a través del desarrollo de nuevos usos y aplicaciones.
Estas firmas trabajarán en Crescere, un proyecto de 6,2 millones de euros financiado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), dentro de su convocatoria de proyectos estratégicos CIEN y alineado con la estrategia europea ‘De la Granja a la Mesa’. Tendrá una duración total de cuatro años, y finalizará en diciembre de 2024.
Las empresas participantes son las catalanas Carinsa, Zyrcular Plant y DomusVi, la almeriense Kimitec, la guipuzcoana Interal, la navarra Ingredalia y la aragonesa Tecnopackaging. Todas ellas trabajarán bajo un modelo basado en la investigación abierta (Open Innovation), que les permitirá complementarse para el desarrollo de nuevos productos basados en proteína vegetal.
Para lograr un salto cualitativo y cuantitativo en las áreas tecnológicas que se abordan en el proyecto Crescere, las compañías cuentan con la colaboración de los organismos de investigación como el Centro Tecnológico Alimentario (CTIC-CITA), la Fundación Tecnalia, AITIIP Centro Tecnológico, la Fundación Cajamar y la Universidad de Vigo.
ROLES EN EL PROYECTO
Kimitec es el coordinador técnico del proyecto y se ocupará del escalado, de la obtención y la caracterización de nuevos ingredientes. En este sentido, la firma también se involucrará en la mejora del aporte proteico y de las microproteínas presentes en los cultivos vegetales mediante el uso de bioestimulantes y probióticos, “que mejorará las propiedades organolépticas, quimiopreventivas y nutricionales de los productos alimentarios desde el origen”.
Por su parte, Ingredalia se centrará en la investigación de vías de obtención de la fracción proteica y compuestos de interés dentro del laboratorio. La empresa navarra cuenta con experiencia en este campo, ya que desarrolla, fabrica y comercializa ingredientes funcionales naturales para la industria a partir de subproductos vegetales. En esta tarea, contará con el apoyo de Carinsa, quien liderará la investigación para la obtención de preparados proteicos adecuados para su aplicación y estudios de estabilidad.
Para garantizar la utilización de estos ingredientes en el sector de transformados alimentarios, Crescere cuenta con empresas transformadoras como Interal, DomusVi, Delafruit y Zyrcular Plant. Estas compañías investigarán tecnologías y procesos para la “formulación de múltiples matrices, con los ingredientes del proyecto”. Asimismo, DomusVi liderará el estudio de la funcionalidad de los péptidos identificados y de los alimentos desarrollados. Por último, para englobar toda la cadena de valor, Tecnopackaging investigará un sistema de envasado sostenible, para contener los prototipos desarrollados por las empresas transformadoras.
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