Juanjo Rubio. (Foto: Unai Beroiz)
Se ha creado artificialmente la primera célula inmune a los virus. Esta proeza se ha conseguido reescribiendo su código genético. Escribir genomas con precisión, ética y eficientemente, es el objetivo del proyecto de colaboración internacional Genome Project Write (GP_write). Su artículo fundacional se publicó hace cinco años, firmado por George Church, Andrew Hessel y Jeff Boeke. No casualmente, uno de ellos estaba en ese mismo momento en el Planetario de Pamplona conversando con una adolescencia entusiasmada.
Conocí a Andrew en Singularity University en 2010. Le invité a visitarnos con la ingenua intención de hacer ver a políticos, científicos y directivos la oportunidad que podía suponer una apuesta estratégica por la biología sintética en nuestra región. Los destellos de ilusión, imaginación e inteligencia que fundamentalmente brillaron en la adolescencia me hicieron comprender que el futuro de la biorrevolución está ya en manos de la juventud. Pienso que es importante facilitarles el camino, conectándoles con comunidades internacionales de aprendizaje como iGEM, complementando el ecosistema universitario con nuevos grados y posgrados en biología sintética, y enarbolando infraestructuras catalizadoras del bioemprendimiento como las biofoundries en Navarra.
Hace cuarenta años, el emprendedor en serie Sir Clive Sinclair democratizó la informática con ordenadores como el ZX81 y el Spectrum, que pudimos comprar los adolescentes de Navarra para escribir nuestros primeros programas digitales. Las autoridades truncaron su exitosa carrera al prohibir en 1985 la circulación de su vehículo eléctrico C5. Aunque Mariana Mazzucato acertadamente constata en El estado emprendedor que el dinero público impulsa la innovación, es también evidente que las barreras de transferencia de conocimiento que dificultan el emprendimiento a menudo se encuentran en los laberintos de la burocracia pública y en la miopía de sus dirigentes políticos.
«Es hora de apostar contundentemente por la salud planetaria y la justicia social».
La digitalización y la movilidad sostenible son desafíos del pasado siglo aún pendientes. Acelerar el uso sabio de estas tecnologías para prestar mejores servicios públicos y privados es una obligación colectiva, que no debe impedirnos afrontar con audacia los retos y las oportunidades de este siglo cuando nos acercamos al abismo de 2030 en la década del nitrógeno y a mucha distancia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es hora de apostar contundentemente por la salud planetaria y la justicia social.
La Cátedra de Biología Sintética de la Universidad Pública de Navarra ha convocado a varias decenas de personas investigadoras del SINAI, a las que hemos invitado a integrarse en el consorcio GP_write Spain, que está naciendo desde nuestra Comunidad foral. Durante BioSpain 2021, que se celebrará en Pamplona en otoño, Church, Hessel y la directora de GP_Write conversarán con la comunidad ibérica, invitándola a que participe en sus grupos de trabajo y proyectos piloto disruptivos, como el de la fabricación de células ultra-seguras inmunes a virus o el desarrollo de sistemas CAD para diseñar, modelizar y probar digitalmente sistemas vivos.
«Acelerar la biorrevolución es una gran oportunidad también para nuestra industria 4.0 y nuestro talento digital».
Escribir genomas es clave para programar las células y nanomáquinas que fabrican materiales de forma sostenible y en condiciones ambientales normales, con precisión atómica y escala continental. Es también fundamental para desarrollar nuevas tecnologías de almacenamiento y procesamiento digital. Fabricar vacunas escribiendo ARNm es solo un ejemplo de aplicación simple, al alcance de los adolescentes de hoy. Biorremediar ecosistemas contaminados por la humanidad es otra de las aplicaciones posibles si somos capaces de soñar a lo grande. Acelerar la biorrevolución es una gran oportunidad también para nuestra industria 4.0 y nuestro talento digital.
Asebio y Sodena tienen la oportunidad de integrar la presentación de GP_write en BioSpain 2021. En cualquier caso, conversar con estas mentes brillantes y generosas estará al alcance de personas curiosas e inteligentes. Será, sin duda, un baño de esperanza para nuestra juventud.
Juanjo Rubio
Ingeniero biomédico y director de la Unidad de Innovación Social de Navarra
