Un nutrido grupo de responsables vinculados a la vigiliancia y el cuidado de la salud en la empresa han participado este mediodía en la jornada «La integración de la prevención» ofrecida por Ana Belén Alonso, de la Jefatura de la Unidad Especializada de Seguridad y Salud Laboral de la Inspección Provincial de Trabajo y de la Seguridad Social de Navarra.
En dicho encuentro, celebrado en la sede de la CEN en Pamplona, Alonso ha anunciado que su departamento tiene previsto desarrollar 25.000 acciones preventivas este año en la Comunidad foral. Una región que, en el último año ha visto incrementar el número de siniestros laborales casi un 7% según las propias estadísticas de la Seguridad Social.
Asimismo, uno de los propósitos de su institución será «hacer un especial seguimiento a las empresas de nueva creación a las que se les solicitará contar con toda la documentación al día», ha expuesto.
DATOS Y MEDIDAS
La Jefatura de la Inspección Provincial de Trabajo ha justificado sus manifestaciones por el coste que suponen los siniestros en el ámbito del trabajo. Unas pérdidas que, según los datos disponibles y que ha aportado en su intervención, habrían superado en 2016 los 15.000 millones de euros que vienen a equivaler al 1,5% del Producto Interior Bruto.
En 2016, se notificaron en España un total de 555.722 accidentes con baja y las industrias extractivas y de construcción concentraron la mayoría de esos siniestros
Sin embargo, como ha recordado Ana Belén Alonso, al quebranto económico habría que añadir otros tan importantes como los de tipo humano (lesiones físicas o psicológicas), social (pérdida de productividad) o hasta legal.
El seminario ha servido, igualmente, para llamar la atención sobre el fenómeno de las «enfermedades profesionales» que supusieron en el último ejercicio un total de 26.277 patologías declaradas.
«España y Francia son los países con mayor número de enfermedades causadas por el trabajo declaradas»
Las cifras expuestas son, en gran medida, el resultado de una estrategia en materia de prevención mal diseñada o que, en algunos casos, presenta incumplimientos y deficiencias por falta de conocimiento o información, según ha considerado Ana Belén Alonso durante su comparecencia.
Entre estos últimos sobresalen, según esta experta, las faltas vinculadas a una deficiente afiliación por parte de trabajadores autónomos (en 8 de cada 10 casos) o fallos y carencias en máquinas y equipos de trabajo (en 7 de cada diez ocasiones).
INTEGRACIÓN DE LA PREVENCIÓN
Es por este motivo por el que Ana Belén Alonso, desde Inspección de Trabajo de Navarra , reiteró que «el empresario y la dirección deben involucrarse en la vigilancia y cuidado de la salud de la empresa». Es más, añadió que en la puesta en marcha de nuevas organizaciones «debe ser una parte fundamental en su diseño».
Igualmente, recomendó la realización de un ‘Plan de Prevención y Evaluación‘ que, al ser aprobado por la dirección y asumido y conocido por todos facilitará, en su opinión, una «auténtica integración de la cultura de la prevención en la empresa» que redundará no solo en un entorno más seguro y menos proclive a que se produzcan siniestros. También, aportará una serie de ventajas en cuanto a ahorro de tiempo, dinero y pérdida de competitividad que suelen producir los accidentes laborales.