Un enorme compás de madera descansa sobre el suelo, justo enfrente de la oficina de Joel Barasoain. Fue utilizado por última vez hace más de un siglo, cuando el rey Alfonso XII confiaba a los ancestros de este joven tafallés la fabricación de las ruedas de madera y llantas de hierro que utilizaban sus carruajes. Desde entonces, la historia de su familia ha estado vinculada con la evolución tecnológica de los vehículos, sobre todo de los destinados al transporte por carretera.
«No sé cuántas generaciones me preceden en el oficio. No tengo claro si soy la quinta o la sexta. Pero, por supuesto, espero no ser la última», apunta entre risas Barasoain, que a sus 33 años ya ejerce como director general de Carrocerías Jaz. Antes de adquirir esta empresa de Beriáin en 2011, su familia gestionaba dos compañías: Carrocerías Barasoain, con sede en Tafalla, y CarroceriasBV, creada igualmente en Beriáin. Fue tras hacerse con su tercera firma cuando la Dirección decidió unificarlas en Jaz.
La operación les permitió ofrecer un «servicio integral al transportista», desde la fabricación de carrocerías hasta la reparación de camiones, siempre de acuerdo a las necesidades de mercado identificadas por su padre, Lucas. Sin embargo, el proceso de integración no estuvo exento de dificultades: «Las plantillas de ambas carrocerías estaban cualificadas para realizar esa actividad. El verdadero reto fue convertirlas en un único equipo. Aunque nos dedicábamos a lo mismo, las empresas tenían formas de funcionar distintas».
«Tenemos la intención de contratar a nuevo personal que nos permita crecer, un objetivo que lograremos si lo atraemos a través de un ambiente sano y conciliador»
Para Barasoain, que se incorporó hace diez años para fundar el Departamento Comercial, la solución pasaba por «trabajar en valores como la conciliación con la vida personal y el clima laboral». Así, la compañía inició una transformación profunda que incluyó medidas como cambiar la jornada partida por una continua; establecer nuevos flujos de trabajo; y, en algunos casos, impulsar planes de carrera.
Con el paso del tiempo y tras la irrupción de la pandemia, los cambios en los valores de la plantilla fueron acentuándose: «El parón repentino provocado en 2020 por el Covid-19 nos abocó a repensar cómo retener el talento, fidelizarlo y acompañarle en su carrera profesional. Todo ello en un sector en el que cada vez es más difícil encontrar perfiles especializados», valora el joven tafallés, que ese mismo año ultimaba el proceso de relevo generacional al frente de la compañía, iniciado en 2018.
Su opinión es similar a las conclusiones que arroja el Randstad Workmonitor 2023. En concreto, este estudio, que encuestó a unos 35.000 trabajadores en todo el mundo, destacó que el 61 % «no aceptaría un puesto si rompiera el equilibrio entre su vida laboral y personal». Al mismo tiempo, el 34 % dejaría su trabajo «si se encontrara un entorno laboral tóxico» y una parte aún mayor, el 48 %, lo haría «si le impidiera disfrutar de su vida».
LORTU Desarrollo Empresarial y la empresa de Beriáin Carrocerías Jaz iniciaron su colaboración desde 2021.
De ahí que Barasoain contactara hace un año con LORTU Desarrollo Empresarial para definir los siguientes pasos de esa evolución iniciada años atrás. «Desde el principio, Joel tenía claro que, si bien los buenos resultados de una empresa son necesarios, la clave de su éxito está en las personas. Cuando nos contactó, tenía dos objetivos: continuar con el legado de la empresa familiar a través de su rentabilidad y conseguir un ambiente agradable que permita una comunicación clara entre los trabajadores que la conforman», incide Joseba Pérez, CEO de esta última firma.
«LOS TRABAJADORES SON LA CARA DE LA EMPRESA»
El estrés que experimenta un transportista por una avería puede extenderse a las actividades diarias de un taller. En este sentido, la Administración o la cabeza visible del equipo técnico suele ser el primer filtro para evitar que este sentimiento afecte en exceso al trabajador. Cuando LORTU comenzó a colaborar con Jaz, algunos miembros del equipo experimentaban una sobrecarga de responsabilidades que, a su vez, dificultaba la actividad diaria de las veinte personas que conforman su plantilla.
A partir de esta premisa, el proyecto trazado por la Dirección y el equipo liderado por Pérez se centró primero en implantar una nueva figura en el organigrama: el encargado de taller. «Hasta entonces, yo trabajaba codo a codo con los oficiales y no hacía falta una persona que centralizara todo. Pero con el tiempo se hizo patente que teníamos que promocionar a uno de nuestros trabajadores con el fin de que comunicase su expertise e hiciera las labores de organización. Sus habilidades duras estaban desarrolladas, pero pedimos a LORTU que nos ayudasen a formarle en nuevas habilidades blandas dirigidas al liderazgo«, explica Barasoain.
Joel Barasoain y su padre, Lucas, forma parte de una familia cuyos inicios en el sector se remontan al siglo XIX.
Al mismo tiempo, la estrategia está orientada a alcanzar un modelo organizativo en el que «todos los miembros de la plantilla puedan expresar sus opiniones y participar en las decisiones» de la operativa diaria: «La comunicación y el conocimiento de las partes debe ser casi perfecta. Nuestro ideal siempre ha sido ser un equipo con mucha madurez que tenga claro el objetivo común, sin necesidad de que un superior se lo recuerde cada día».
De ahí que Barasoain y Pérez mantengan reuniones semanales con los trabajadores para escuchar sus necesidades y potenciar el sentimiento de pertenencia. «En empresas como Jaz, son la cara visible ante los clientes, que entran con sus vehículos e interactúan constantemente con el equipo. Por eso, Joel ha provechado estos encuentros para transmitirles la importancia de cada aportación personal, algo que la plantilla interioriza cada día más», celebra Pérez.
LOS RESULTADOS
Ambas líneas de trabajo han conllevado la implantación de distintas técnicas como las evaluaciones DISC, las dinámicas grupales y las sesiones de coaching, que ya están dando sus resultados. De hecho, la productividad del equipo se ha elevado «en seis puntos porcentuales», un incremento que permitirá a la empresa elevar sus resultados económicos. «La crisis pandémica nos impactó negativamente, pero nos recuperamos en 2022. Las cifras de 2023 van a ser incluso mejores», concreta Barasoain.
Por eso, se muestra muy ilusionado en seguir avanzando en la mejora de la cultura empresarial: «En este tipo de retos, hay que tener en cuenta que cometer errores son grandes oportunidades de aprendizaje. Para mí, lo más importante para estar a gusto en el trabajo es el reconocimiento de la gente que me rodea y sentir que buscamos un objetivo común. Además, tenemos la intención de contratar a nuevo personal que nos permita crecer, un objetivo que lograremos si lo atraemos a través de un ambiente laborable sano y conciliador».
