La presentación del informe ‘Economía Navarra, Perspectivas 2021’, elaborado por el Departamento de Estudios de Laboral Kutxa y que se dio a conocer este martes en el Hotel Tres Reyes de Pamplona, incluyó una pequeña “nota” adicional. “Si predecir es complejo, ahora lo es más porque hay numerosos factores de incertidumbre que desconocemos“, apuntó su director, Joseba Madariaga. Tomando como punto de partida esa aseveración, el estudio estima que Navarra necesitará dos años, como mínimo, para recuperarse del todo.
En concreto, dichas previsiones apuntan a que la Comunidad foral terminará 2020 con una caída del PIB del 9,5 % y una destrucción de empleo del 8,5 %. Además, los responsables del Departamento de Estudios de Laboral Kutxa mostraron su confianza en que se produzca “un crecimiento importante a partir de marzo” de 2021, que en ambas variables podría concretarse en tasas anuales del 7 y del 6,2 % respectivamente.
Joseba Madariaga: “Gracias a la recuperación vivida por la industria hasta octubre, Navarra está más cerca de la situación previa a la pandemia que Europa”.
Para la economía española, por su parte, contemplan una caída en 2020 del 11,3 % del PIB y del 8,6 % en el caso del empleo, a la que seguirá en 2021 una subida del 6,5 % y del 4 %. A la vista de estos números, la mejora que se pronostica para el país o para el Reino Unido será más timorata y menos contundente que la de Alemania o Estados Unidos.
NAVARRA, MEJOR POR LA INDUSTRIA
Previamente, el director del Área de Desarrollo de Negocio de Laboral Kutxa, Ibon Urgoiti, puso esas cifras y pronósticos en contexto. Recordó que este año “pasará a la historia” por el drama humano que ha ocasionado la pandemia, el mayor shock exógeno en las últimas ocho décadas: “Con el anuncio de las vacunas, vemos la luz al final del túnel“. Y explicó que “será necesario mantener la flexibilidad fiscal para mantener políticas de apoyo a empresas y trabajadores“. En ese sentido, abogó por “renovar y modernizar” el tejido empresarial con los fondos europeos.
Laboral Kutxa retrasó un repunte en la confianza de los consumidores a finales de 2021, “siempre que no haya habido antes una importante destrucción del tejido productivo”.
Madariaga, así mismo, detalló el origen de sus estimaciones. “Nuestra previsión se apoya en que habrá vacunación desde el primer trimestre de 2021”, auguró. A partir de ahí, volvió a referirse a las incógnitas: “No sabemos si habrá o no repunte pasada la Navidad“. Tampoco la magnitud de lo que definió como “daños permanentes” y que estará condicionada al porcentaje de tejido empresarial destruido por la pandemia. Llegado a este punto, hizo un aparte para referirse a la fortaleza industrial de Navarra. Precisamente, la recuperación vivida hasta octubre por el sector manufacturero local hace que la región “esté más cerca de la situación previa a la pandemia que Europa“.
NEXT GENERATION Y MÁS
Y, como complemento de todo lo anterior, una buena noticia: los fondos europeos Next Generation. Aunque “falta muchísimo por saber de ellos“, incidió el director de Estudios de Laboral Kutxa, en referencia a qué proyectos se van a poder beneficiar, cómo se van a ejecutar o, entre otros, su mecanismo de gobernanza.
El análisis de Madariaga se completó con diversas reflexiones sobre otros temas de interés. Así, valoró el cambio que se puede dar en la guerra arancelaria o en el futuro de la automoción con la llegada a la Casa Blanca de Joe Biden. Sobre la recuperación de la confianza y el consumo, la aplazó a finales del próximo año “y siempre condicionada a que no haya habido antes una importante destrucción del tejido productivo“. Para ese proceso de salida, demandó al Gobierno central “liderazgo y coordinación” con el resto de las administraciones y el sector privado. “Si en alguna circunstancia hay que endeudarse, es ahora. Si no lo hacemos, no habrá futuro”, sentenció.
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