martes, 4 marzo 2025

La empresa de Ribaforada que vende aislamientos de soja de EEUU y colabora con Ángel Gaitán

Grupo Aismar, con sede en Ribaforada y casi 40 años de historia, inició su relevo generacional justo antes de la pandemia. El año pasado facturó 8 millones gracias, en parte, a su producto estrella: un sistema de bioaislamiento fabricado con soja y que importa desde Arkansas. Es tan singular que llamó la atención del conocido mecánico y perito judicial Ángel Gaitán, con quien la compañía colabora en varios proyectos.


Ribaforada - 4 marzo, 2025 - 05:55

La empresa ribera inició su relevo generacional en 2020, justo antes de la pandemia. (Fotos: Jasmina Ahmestpahic)

Abre la puerta de su casa y hace lo que lleva deseando todo el día: quitarse los zapatos. Tras una larga jornada de trabajo, Patxi Martínez se desploma sobre su sofá y enciende la televisión. Acaba de empezar Esta casa es una ruina, uno de sus programas favoritos. Esta noche, el presentador se encuentra en Fayetteville, una de las ciudades más importantes de Arkansas, para reformar el hogar de una familia. El motivo: una de las hijas es alérgica a varios productos de aislamiento, de modo que los obreros van a emplear uno especial fabricado con soja. La sorpresa de Patxi crece aún más cuando ve que las máquinas con las que aplican este bioaislamiento son muy similares utilizadas por él y su padre, Pedro, en el grupo de Ribaforada Aismar. De hecho, corre a llamarle para organizar un viaje a Estados Unidos y conocer este innovador producto.

Ya han pasado casi veinte años desde aquel episodio, pero Grupo Aismar sigue siendo la única empresa de España que comercializa este sistema. Además, solo quedan doce meses para que esta empresa familiar cumpla cuatro décadas de andadura. La fundó Pedro Martínez, de 69 años y actualmente jubilado. Su mujer, Marifé Ariza, es la administradora, aunque prevé seguir los pasos de su marido el año que viene. De cara al futuro, su hijo mayor, Patxi, dirigirá la empresa con la ayuda del menor, Sergio, que trabaja en el departamento financiero.

Su padre aprendió el oficio en Sinor Corradini, una firma que fue adquirida por el grupo americano Dow Chemical en 1987. «Llevaron a cabo una restructuración y a mi padre le ofrecieron continuar, pero decidió fundar su propio negocio», rememora Patxi.

Como emprendedor, Pedro empezó instalando espumas de poliuretano cuando en España apenas había una decena de especialistas. Patxi aún recuerda que pasaba muchos días fuera de casa porque abarcaba mucho territorio, «desde Bilbao y Burgos hasta Valencia«. «Llevo aprendiendo de mi padre desde 2000. También soy inquieto y me gusta probar productos nuevos para diversificar nuestra actividad. Él fundó la empresa en una cochera de Ribaforada que era de mi abuelo materno, Lorenzo», relata el actual CEO. Curiosamente, Pedro, su abuelo paterno, es el más longevo del pueblo con sus 98 años.

Grupo Aismar afrontó su relevo generacional justo antes de la pandemia. «Siempre se lo recuerdo a mi padre. Se fue cuando todos los problemas estaban por llegar», recuerda Patxi entre risas. No obstante, la compañía navarra no sufrió grandes reveses en esos años. Aunque su actividad descendió durante los dos primeros meses de la pandemia, se mantuvo a flote porque varios de sus proyectos se consideraban de primera necesidad. «Sobre todo cuando había que recubrir depósitos de agua potable», apostilla.

Sergio Martínez (izda.) y Patxi (dcha.) son la segunda generación de esta empresa familiar ribera.

Sergio Martínez (izda.) y Patxi (dcha.) son la segunda generación de esta empresa familiar ribera.

La sede central de Grupo Aismar permanece en Ribaforada y posee 2.000 metros cuadrados, aunque cuenta con varios almacenes en Alicante, Granada y las islas Canarias. La empresa, que factura 8 millones de euros al año, ya ha aplicado el sistema de bioaislamiento a base de soja en el Centro de Salud de Ribaforada, el Parque Tecnológico de León, un centro Citroën en Vigo y en la sede de Grupo Uvesa en Tudela, entre otras entidades. Otros de sus proyectos más significativos en materia de impermeabilización son la cubierta del aeropuerto de Lanzarote, los depósitos de agua potable de Isla Mayor (Sevilla) o el pabellón de baloncesto Gran Canaria Arena, sede del equipo que compite en la Liga Endesa ACB. «También llevamos a cabo la impermeabilización de los túneles de una línea de metro en Santo Domingo, en la República Dominicana. Se trata del sistema ferroviario metropolitano más extenso del Caribe», apunta Patxi.

La conexión del grupo con Estados Unidos no se reduce al bioaislamiento de soja, que compra a la empresa texana Rhino Linings. Recientemente, estuvo presente en la feria World of Concrete, celebrada en Las Vegas, donde Patxi se reúne desde 2017 con sus principales proveedores internacionales: Neptune Coatings, Proline o Neotex, entre otros. De hecho, sus contactos internacionales van más allá del país que hoy preside Donald Trump, ya que la empresa ribera también ha realizado proyectos puntuales en Turquía y Europa del Este. «Para la industria, disponemos de resinas poliespárticas muy resistentes que sirven para fabricar pavimentos en solo ocho horas», destaca Patxi. No obstante, y sin lugar a dudas, el producto que más llama la atención es el fabricado con soja, muy utilizado en inmuebles Passivhouse.

RELACIÓN CON GAITÁN

De hecho, es tan poco común que captó el interés de Ángel Gaitán, un popular mecánico y perito judicial que suma 6 millones de seguidores entre TikTok e Instagram. Él y Patxi trabajan conjuntamente en la construcción de una tienda en Aranjuez para la marca de ropa Camdan. «Es una nave muy antigua, con humedades y otros problemas de aislamiento y hermeticidad. Yo lo comparo con el aislamiento al vacío. Teniendo todos los factores en cuenta, el producto de Grupo Aismar es el más barato del mercado y se puede aplicar en suelos, paredes y techos. Las Passivhouses se enfrían y se calientan con muy poca energía», describe Gaitán en sus redes sociales.

«En España llevábamos ya casi medio siglo con los tradicionales sistemas de espumas de poliuretano. Vimos este nuevo material y supimos al instante que iba a ser muy rompedor. Es muy resistente al fuego y a la toxicidad del humo, además de un gran aislante térmico. Es perfecto para zonas donde se acumula mucho peso», ensalza Patxi. «Todos recordamos los incendios de Valencia. Desde la ignorancia, muchos pensamos que este tipo de materiales son iguales, pero no es así», remata Gaitán.

Pero la relación entre ambos empresarios va más allá de la construcción, ya que están inmersos, juntos a otros miembros del sector, en ayudar a Lucía, una niña cántabra de 10 años que es parapléjica desde hace cuatro. Conocida en las redes sociales como SuperLu, donde cuenta con más de 51.000 seguidores, ganó el premio Niña Inspiradora de España 2024. Gaitán, Patxi y el resto de integrantes de esta red de solidaridad han dedicado tiempo y recursos a habilitar su casa, montar un ascensor… Incluso le van a construir una piscina para que Lucía pueda realizar sus ejercicios diarios de fisioterapia. «Hablo con su madre casi todas las semanas para comprobar que las obras siguen su curso», asegura el navarro.


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