Se celebra hoy el Día Mundial del Farmacéutico, pero los profesionales navarros no están para muchas fiestas. Las farmacias han dejado de ser un gran negocio, porque han caído los precios de muchos medicamentos y los márgenes comerciales se han reducido considerablemente, pero además en Navarra existe un número de establecimientos que parece desproporcionado teniendo en cuenta la población.
La conocida como ‘Ley Cervera’, aprobada el año 2000 y denominada así por ser su autor Santiago Cervera, entonces consejero de Salud del Gobierno de Navarra, liberalizó el sector farmacéutico para facilitar la posibilidad de abrir nuevas oficinas de farmacia y posibilitó que en sus 10 primeros años de aplicación el número de farmacias pasara de 307 a 591. Actualmente son 599, aunque el número llegó a ser más alto. Cervera quiso y logró acabar con el coto cerrado del que se beneficiaban los farmacéuticos y que, en la práctica, dificultaba el acceso a la profesión a cualquier persona ajena al selecto club, pero a cambio dejó una envenenada herencia.
La ratio de clientes por farmacia en Navarra es de 1.065, frente a los 2.125 de la media española.
Como consecuencia de la ley, y según datos del año 2016, la ratio de clientes por establecimiento se situó en 1.065, cuando la media estatal es de 2.125. Esta circunstancia, unida a la bajada del precio de los fármacos o la menor deducción por la limitación de compras ponen en riesgo la viabilidad de numerosas farmacias, especialmente las situadas en los pueblos, que se ven perjudicadas además por la implantación de la receta electrónica.
DEMASIADAS FARMACIAS SUBSISTEN CON AYUDAS
Lo demuestra el hecho de que el porcentaje de farmacias VEC (Viabilidad Económica Comprometida) sea en Navarra el segundo más alto del país, ya que lo son el 12,7%, 76 de las 599 farmacias, un índice solo superado por Castilla y León (15,7%), que supera con creces el 4,9% de la media nacional y que queda muy lejos del 0,1% del País Vasco, del 0,4% de Asturias o el 1,1% de Galicia, según informa el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. 
Actualmente, en España hay un total de 972 farmacias VEC y el 7,2% de ellas están en Navarra. Solo 81 de esas 972 se encuentran en las capitales de provincia, y en Pamplona se localizan 14, una cifra muy significativa si se tiene en cuenta que únicamente tiene por delante a Madrid, con 20, y que dobla a la tercera, Sevilla, con 7.
Las farmacias VEC se benefician de subvenciones reguladas por el Estado y adaptadas en Navarra mediante un decreto foral. En 2015, recibieron ayuda 66 por un importe total de 306.537,61 euros. Las ayudas se conceden en función de la facturación del año anterior y pueden solicitarlas las oficinas que no superen los 200.000 euros de facturación anual, IVA incluido. En contraprestación, la orden foral establece que los establecimientos subvencionados deben participar en los programas de atención farmacéutica y actividades destinadas a la utilización racional de los medicamentos que establezca Salud; y no haber sido objeto de sanción administrativa o inhabilitación.
MÁS CRISIS EN NAVARRA
La caída de los precios de los medicamentos, el recorte de los márgenes o el incremento de las aportaciones (el porcentaje sobre las ventas que las farmacias deben obligatoriamente rebajar a las comunidades) son circunstancias comunes a todos los farmacéuticos del país y explican la situación de un sector que ha conocido mejores tiempos. Pero, ¿a qué se debe entonces el hecho de que su crisis sea más profunda en Navarra? “Es por la legislación que tenemos”, afirma Marta Galipienzo, presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Navarra, que opina que conceder ayudas a farmacias situadas en Pamplona desvirtúa el sentido de las mismas, ya que están orientadas al mantenimiento de los farmacéuticos allá donde es necesaria su presencia, los núcleos de población más pequeños y aislados, “porque es el único punto de referencia sanitario que está todos los días disponible para los vecinos, pero permitir que se abran en la capital para luego tener que ayudarles…” En su opinión, en Pamplona y en las principales localidades navarras hay demasiadas farmacias, “vemos que habría que pensar un poco en mejorar esa distribución”.
En realidad, el problema está en el elevado número de oficinas abiertas a raíz de la aprobación de la ‘ley Cervera’. Por autonomías, Canarias (2.977), País Vasco (2.635), Región de Murcia (2.584) e Islas Baleares (2.539) son las comunidades con mayor concentración de población por farmacia, mientras que Navarra (1.068), Castilla y León (1.503), Castilla – La Mancha (1.608) y Extremadura (1.621) son las comunidades con menor ratio de habitantes por farmacia. Frente a las 599 de Navarra, en todo el País Vasco (a 31 de diciembre de 2016) sumaban 831 farmacias, y en las tres provincias aragonesas 735, a pesar de la diferencia de población.
Las farmacias rurales cuestionan la ley y afirman que la receta electrónica les ha perjudicado.
Las farmacias rurales cuestionan la ley reguladora del sector en Navarra y reclaman su revisión, al tiempo que reiteran las pérdidas económicas que registran desde la implantación de la receta electrónica, hoy ya expandida al conjunto del territorio foral, y la bajada de precios de los fármacos. Unas pérdidas que, según casos y zonas, oscilan entre el 10% y el 25% de las recetas y obedecen a la movilidad de los usuarios, aseguran los farmacéuticos al tiempo que piden medidas correctoras al Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O) que contribuyan a fidelizar a la clientela y con ello a la supervivencia de estas oficinas rurales.
Las ayudas que reciben pueden oscilar desde los 200 euros mensuales hasta un máximo de 800, una cantidad reducida pero que al menos sirve a los farmacéuticos rurales para pagar la cuota de autónomos y mantener abierta la farmacia.
