El reto de toda empresa en la era -esperemos- postCovid es la de equilibrar los objetivos sociales y financieros. Requiere, principalmente, saber gestionar los intereses de todos los agentes involucrados. Y no tener miedo a los cambios. Las empresas tienen que hacer un equilibrio entre salir adelante de la crisis y salir de otro modo.
El cambio es inevitable, por eso las empresas necesitan gestionarlo de manera efectiva. La gestión del cambio consiste en aprovechar las variaciones del entorno para beneficiar a la compañía. Se trata de crear estructuras flexibles que permitan dar respuesta a los desafíos del nuevo entorno.
En tribunas anteriores planteamos que la cultura de innovación social corporativa (ISC) puede ser una forma concreta de impulsar una estrategia de sostenibilidad en las empresas. Una estrategia que puede -y en mi opinión debe- ser gestionada desde la cultura. ¿Por qué? Porque la sostenibilidad también implica que las empresas sepan gestionar eficazmente el cambio.
“Es fundamental dedicar tiempo para explicar a los empleados los cambios que traerá la estrategia y por qué estos son importantes”.
Es fundamental dedicar tiempo para explicar a los empleados los cambios que traerá la implantación de la estrategia y por qué estos son importantes. Por eso, hoy quisiera traer cuatro aspectos clave descritos por Morgan Galbraith (2018) para ayudar a los empleados a comprender el cambio, impulsar el compromiso y, en última instancia, contribuir a su éxito.
- Inspirar a las personas. Las personas necesitan tener una visión clara del camino a seguir, por eso es clave compartir lo que se sabe, lo que está cambiando, cuándo y cómo. Para esto, puede servirnos seguir ‘the golden circle’ descrito por Sinek (2009), es decir, generar una historia que comience abordando por qué es necesario implantar una estrategia de sostenibilidad, el porqué de los cambios que traerá aparejados y cómo afectará positivamente a la compañía. La historia debe responder a cómo los cambios que se hacen hoy permitirán alcanzar la visión deseada.
- Mantener periódicamente informados a los empleados y agentes involucrados. La comunicación continua es el factor principal en el éxito de una transformación. Para esto será preciso ser claros, coherentes y transparentes en las respuestas. En definitiva, ser capaces de mostrar los beneficios del cambio.
- Capacitar y empoderar a los líderes y gerentes. ¿Por qué? Porque los cambios o transformaciones a veces requieren adoptar comportamientos o nuevas habilidades. Ellos son quienes inspiran, generan confianza y motivan a los demás. Por eso, es preciso dotarlos de información y recursos, pero, sobre todo, lograr que se sientan seguros de liderar a través del cambio.
- Involucrar a los agentes en la estrategia de sostenibilidad y el cambio. Necesitamos desde el inicio involucrar a todos en el proceso, lo que requiere planificación desde el minuto cero. ¿Por qué? Porque esto hace que las personas se sientan parte y estén más dispuestas a colaborar. Para esto se puede:
- Armar grupos de trabajo que actúen como un canal de retroalimentación bidireccionales entre pares y líderes.
- Reconocer a las personas que, con su comportamiento o trabajo, adoptan la estrategia propuesta y ejemplifican los comportamientos deseados.
- Diseñar acciones tendientes a la experiencia del empleado. Dotarlos de herramientas que les permitan incorporar los cambios deseados, promover la colaboración y aprendizaje, etc.
En conclusión, la gestión del cambio hoy es un asset para impulsar la sostenibilidad empresarial que impacta en su cultura y resultados. Para lograrlo es fundamental inspirar, informar, empoderar e involucrar a todos, especialmente a esas personas que actúan como “palancas” para impulsar e implantar con éxito la estrategia de sostenibilidad.
María Eugenia Clouet
Cultura Organizacional para la Innovación Social