“Una de las claves es demostrar que nuestro impacto va más allá de la información contable contenida en las cuentas anuales”. Así de explícito se mostró el director general del Observatorio de la Realidad Social del Departamento de Derechos Sociales, Luis Campos, durante la inauguración del I Ciclo de Workshops, organizado por dicha organización.
Además, subrayó que “es necesario considerar el conjunto de nuestras actividades que generan un impacto positivo en Navarra”. Campos realizó estas declaraciones durante en el taller ‘La evaluación del impacto social más allá de la contabilidad financiera’, enmarcado dentro de este ciclo y que fue impartido por la Fundación Adacen en Civican.
Para visibilizar la huella social de una organización, es necesario aplicar métodos de contabilidad que van más allá de la información financiera clásica.
El taller daba respuesta al creciente valor de las políticas de Responsabilidad Social Empresarial y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el ámbito empresarial, así como a la necesidad de la economía social de “visibilizar el valor de sus actividades, por lo que es necesaria la aplicación de métodos de contabilidad social que vayan más allá de la información financiera clásica”, indicó el Gobierno de Navarra.
Estaba dirigido especialmente a profesionales que ejercen puestos de dirección general, recursos humanos o financieros; a personas responsables de proyectos; y a profesionales con interés en el desarrollo de políticas de Responsabilidad Social Empresarial. Un total de 31 personas, que responden a estos perfiles, participaron en dicho taller.
Otra necesidad que se abordó es la creciente importancia que para cualquier organización cobra la relación con los grupos de interés. Por eso se hace necesario visibilizar “el valor diferencial de cualquier organización, contando con los intereses y expectativas de los diferentes grupos de interés como vía para alcanzar una adecuada reputación corporativa”.
METODOLOGÍA SROI, RECOMENDADA POR LA COMISIÓN EUROPEA
Ante esta coyuntura, el Observatorio de la Realidad Social apuesta por el desarrollo de sistemas de evaluación del impacto social y, en especial, por el modelo SROI (Social Return On Invesment), método recomendado por la Comisión Europea. Se trata de un modelo de libre acceso, que asegura la trazabilidad de los datos y tiene únicamente en cuenta los impactos que pueden ser medidos objetivamente.
De hecho, la medición del impacto social avanza en la cultura empresarial, entre otros motivos por la necesidad de innovación y por el impulso de las políticas europeas de evaluación desarrolladas por la Comisión Europea. Una clave, por tanto, es que se trata de combinar factores cuantitativos con factores cualitativos.
En esta línea, Campos indicó que “en los últimos años ha aumentado el interés por medir el impacto global de una organización, en especial aquellos temas que no vienen recogidos en las cuentas anuales tradicionales de una empresa”. Es decir, cada vez cobra más importancia conocer no solo el beneficio económico con el que retribuir a los propietarios, sino “la contribución de la firma al cambio social y a la generación de valor para todas sus partes interesadas”.