La plantilla de Aceros Calibrados (Acecsa), empresa perteneciente a Tubos Reunidos, demandó este viernes más inversiones y alternativas al cierre programado para su factoría del polígono Landaben. En concreto, su comité de empresa afirmó que el producto que fabrican «tiene futuro». «Somos rentables y nunca hemos dado problemas», añadió en un comunicado remitido por CCOO Navarra (sindicato mayoritario). Por este motivo, reiteró su negativa a que los 38 trabajadores de este centro productivo se trasladen a Amurrio (Álava), tal y como les propuso la dirección del grupo y adelantó este medio.
Frente a esta postura, la central del grupo asegura que el producto que se fabrica en Acecsa «va a desaparecer», extremo rechazado por los trabajadores de esta planta. «Tenemos clientes sólidos y nos dedicamos a un sector, el de las energías renovables, que tiene futuro», replicaron.
El comité se reunirá con el Ejecutivo foral y comparecerá en comisión ante el Parlamento de Navarra.
A partir de ahí, el cierre de la delegación de Pamplona es una de las medidas contempladas en el plan estratégico 2021-2026 del grupo Tubos Reunidos, que también incluye la clausura de la acería de Trápaga (Sestao) para llevarla a Amurrio. Dicho plan incluye que los trabajadores de Aceros Calibrados de entre 58 y 68 años se jubilarían (salidas no traumáticas) y el resto comenzaría a negociar las condiciones de su desplazamiento a la sede central del grupo. Dicho proceso podría iniciarse a partir de enero y concluiría con el cierre definitivo de la fábrica previsto para junio del año 2022.
En este contexto, el comité de empresa de Acecsa anunció una próxima reunión con el Gobierno de Navarra y una comparecencia ante el Parlamento foral para informar sobre su situación y explicar sus reivindicaciones.
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