Estados Unidos y China luchan para coger las riendas del sector industrial global. Recientemente, el país norteamericano aprobó bajo la presidencia de Joe Biden la nueva Ley de Reducción de la Inflación (IRA), que pone sobre la mesa 400.000 millones de dólares en subvenciones y ayudas fiscales a las industrias limpias que se ofrecen de forma rápida, directa y sencilla. Pero el gigante asiático no se queda atrás. De hecho, ya ofrece miles de millones en subvenciones a las empresas europeas que deciden implantar allí sus proyectos.
De ahí que la Unión Europea (UE) aprobara hace pocos meses una modificación del Marco Temporal de Crisis y Transición, que permitirá a los Estados miembros dar ayudas estatales con más agilidad y precisión a proyectos de descarbonización e implantación de energías limpias, sin apenas techos de gasto. Precisamente, se trata de una oportunidad que no pasa desapercibida para la industria ribera, tal y como se evidenció durante el ‘Encuentro Económico de la Ribera’.
En la jornada, organizada por Laboral Kutxa y celebrada este viernes, el director de Estudios de la entidad financiera, Joseba Madariaga, presentó el ‘Informe de Economía Navarra 2022’ a las cerca de cien personas que acudieron el Sercotel Tudela Bardenas. Previamente, el director territorial de Laboral Kutxa en Navarra, Javier Cortajarena, valoró “las dificultades” económicas que se están registrando este año. “Tras finalizar el tercer trimestre, da la sensación de que, sin que el sector industrial termine de repuntar, son los servicios los que comienzan a mostrar síntomas de agotamiento”, analizó.
Madariaga recogió esta reflexión y profundizó en las magnitudes que marcan el rumbo en 2023. En concreto, mantuvo las previsiones de crecimiento avanzadas en junio para el PIB foral y nacional (1,5 y 2 %), si bien incidió en que la Comunidad foral arrastra un comportamiento “menos dinámico” desde mediados de año: “El crecimiento esperado para la zona euro es del 0,5 % para este año y del 0,6 % para el siguiente. Nuestros principales socios comerciales, Francia y Alemania, están experimentando una desaceleración. Y eso tiene incidencias en la economía navarra, que tiene un sector industrial importante y para la que la exportación es relevante”.
En concreto, tanto la industria como la construcción a nivel nacional “no han vuelto a los niveles anteriores a la pandemia en términos de oferta”, y la inversión es el “único componente que no se ha recuperado desde el cuarto trimestre de 2019 en términos de demanda”. Todo ello, sin embargo, en un escenario en el que sobresale el “buen comportamiento” del mercado laboral, con tasas de paro “en valores no vistos desde 2008”. De esta forma, auguró que el crecimiento de la economía española y la navarra será “inferior” en 2024 con respecto a este año.
DIÁLOGO ABIERTO
Acto seguido, Cortajarena y Madariaga participaron en un turno de preguntas, donde intervinieron también el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra, José Luis Arasti, y el consejero de Industria y de Transición Ecológica y Digital Empresarial, Mikel Irujo. El presidente de la Asociación Empresarial Ribera (AER), Rafael Loscos, abrió las preguntas del público incidiendo en la desaceleración industrial que está experimentando el tejido empresarial.
“Observamos con preocupación un enfriamiento de los indicadores económicos, un claro incremento del endeudamiento de las empresas y un tipo de interés que sigue con tendencia alcista y posee una influencia negativa en los beneficios netos. Las empresas de la Ribera proponemos al Gobierno navarro que se nos iguale a través del IRPF a las demás comunidades limítrofes para dotar a las familias de más capacidad de gasto, así como incentivos fiscales que fomenten la vertebración territorial a través de la inversión, sobre todo para empresas que se implanten en poblaciones con menos de 15.000 habitantes“, demandó.
Arasti, que prevé cerrar 2023 con un “pequeño superávit” en el presupuesto, respondió que el Ejecutivo foral continúa su trabajo en una nueva ley de medidas fiscales enfocada en “anular el efecto del IPC, deflactando los tramos del IRPF con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2023”. Eso sí, el departamento se encuentra a expensas de analizar cómo han afectado otras medidas fiscales en 2023. Así mismo, señaló que seguirá trabajando por una fiscalidad “más ventajosa” para aquellas firmas que apuesten por la Comunidad foral a través de la inversión, la investigación y la innovación.
AMPLIACIÓN DE LAS AYUDAS
El presidente de AER también insistió en la “ampliación” de las ayudas a la inversión que incluyan “más sectores económicos que los que hasta ahora se enmarcan en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE)”. Una cuestión a la que respondió Irujo.
“Con la modificación del Marco Temporal de Crisis y Transición, la UE ha cambiado las reglas del juego. Por ejemplo, no existen suelos ni techos en cuanto a proyectos de descarbonización. De hecho, algunas comunidades autónomas están impulsando desde junio líneas de ‘rescate’, aunque no sea la palabra más adecuada, para empresas que quieran materializar proyectos ligados a la transición digital y ecológica, así como a la I+D. En esta línea, tendremos más herramientas para lograr que las empresas no trasladen sus domicilios fiscales fuera de Navarra”, incidió el consejero de Industria y de Transición Ecológica y Digital Empresarial.