domingo, 28 abril 2024

La inversión y las exportaciones navarras muestran signos de debilidad

José Luis Arasti analizó el comportamiento del PIB navarro en el tercer trimestre, en el que repuntó un 0,2 % respecto al trimestre anterior y un 1,7 % en términos interanuales. El Ejecutivo foral espera cerrar el año con un crecimiento aproximado del 1,7 %, mientras que para 2024 baraja un 1,3 %. Mientras el consumo "muestra signos de contención", la inversión "parece frenarse" y las exportaciones "son las que más debilidad están mostrando". La industria, según detalló, "es el sector que más se resiente".


Pamplona - 27 octubre, 2023 - 12:41

La caída de las ventas en el sector del automóvil está afectando a las exportaciones navarras. (Foto: archivo)

El Producto Interior Bruto (PIB) creció en Navarra un 0,2 % en el tercer trimestre de 2023 con respecto al trimestre anterior, según los datos publicados este viernes por Nastat. El Instituto Navarro de Estadística señaló, además, que en términos interanuales el crecimiento de la economía navarra se sitúa en el 1,7 %. Un nuevo crecimiento, «si bien más moderado que los registrados durante los dos primeros trimestres del año».

Las exportaciones «son las que más debilidad están mostrando, debido a la caída de las ventas en el sector del automóvil y a la atonía de la demanda europea»

Esta desaceleración del ritmo de crecimiento de la economía navarra, según valoró el consejero de Economía y Hacienda, José Luis Arasti, “está en línea con la trayectoria descendente que se observa en el ámbito nacional y europeo”. Este viernes, Arasti explicó en rueda de prensa algunas de las claves que ayudan a conocer el comportamiento de la economía navarra en el último trimestre. Por ejemplo, en lo relativo al consumo privado, que es el principal componente del PIB desde la óptica de demanda, Arasti apuntó a que «se mantendrán los signos de contención en los próximos trimestres por el impacto de la inflación y la subida de los tipos de interés».

La inversión «también parece frenarse» mientras que la demanda externa, y en concreto, las exportaciones, «son las que más debilidad están mostrando, debido a la caída de las ventas en el sector del automóvil y a la atonía de la demanda europea».

En cuanto a los indicadores de oferta, según el consejero, “la industria es el sector que más se resiente”. Por su parte, la actividad constructora «se mantiene estable», aunque «la disminución del número de viviendas iniciadas y del consumo aparente de cemento advierten de una moderación en los próximos trimestres”.

La construcción «se mantiene estable», aunque «la disminución del número de viviendas iniciadas y del consumo aparente de cemento advierten de una moderación en los próximos trimestres»

Y en cuanto a los servicios, la facturación del sector, en términos reales, se sitúa desde hace algunos meses «por debajo de las cifras de 2022», a pesar de «la mejoría apreciada en el periodo estival por el impulso del sector turístico».

LA INFLACIÓN

Respecto a la evolución de los precios, la inflación «volvió a repuntar en verano» y, aunque la inflación subyacente «se ha moderado», permanece todavía «en valores elevados», con una tasa anual de 5,7 % en septiembre.

Por componentes, los alimentos y los servicios son los que «más han contribuido a la inflación en lo que va de año». Pero en septiembre se suma, además, «el componente energético», que vuelve a crecer «unas décimas».

PREVISIONES DE FUTURO

Arasti aprovechó para repasar algunas de las previsiones que maneja el Ejecutivo foral de cara a los próximos meses y a la confección de los próximo Presupuestos Generales de Navarra. «A pesar del debilitamiento que está dibujando la actividad, esperamos cerrar este ejercicio por encima del 1,4 % que estimábamos en el cuadro macroeconómico de septiembre del año pasado. En concreto, esperamos finalizar 2023 con un crecimiento medio anual del PIB en torno al 1,7 %».

De cara al año que viene, el consejero de Economía y Hacienda avanzó que el Gobierno foral proyecta «un perfil trimestral de crecimiento prácticamente plano durante la primera mitad del año, que irá ganando tono de manera progresiva en el segundo semestre del ejercicio, y que sitúa el crecimiento anual del PIB en un 1,3 %».

Unas perspectivas que, según él, «van en línea con la moderación que se proyecta también para la economía española» y son «coherentes con las bajas perspectivas de crecimiento de la economía europea».


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