Las empresas familiares, pilares de la economía, se enfrentan a un desafío impostergable: la metamorfosis hacia un modelo más sostenible y humano. La mera rentabilidad ya no es suficiente. La sociedad demanda un compromiso con el entorno y las nuevas generaciones lideran un cambio de paradigma donde la “responsabilidad” social y ambiental es tan relevante como los resultados financieros.
En este contexto, las empresas familiares, por su dinamismo y capacidad de adaptación, tienen un rol fundamental que desempeñar. Estas empresas piensan a largo plazo y están orientadas al cumplimiento de su propósito. La cultura es clave y el compromiso y la sensación de pertenencia, capitales. El legado es importante, mucho más que la gestión del corto plazo.
Todo eso reduce la incertidumbre y facilita la toma de decisiones por su agilidad y capacidad de adaptación. Más allá de la rentabilidad, un compromiso integral. Para ello, nuestra apuesta por la sostenibilidad se materializa en distintas áreas:
- Liderazgo responsable: Asumir la sostenibilidad como un valor fundamental de la empresa, integrándola en la estrategia y cultura empresarial.
- Compromiso con el entorno: Reducir la huella ambiental a través de acciones como la medición y minimización de la huella de carbono, la gestión responsable de residuos y la implementación de prácticas de ecodiseño.
- Gestión ética y transparente: Fomentar una cultura de buen gobierno, con prácticas justas y transparentes en la gestión empresarial y en las relaciones con proveedores, clientes y empleados.
- Impacto social positivo: Contribuir al desarrollo de la comunidad a través de acciones como la creación de empleo, el apoyo a entidades sociales y la colaboración con iniciativas locales.
- Economía circular: Integrar los principios de la economía circular en los procesos productivos, dando prioridad al uso eficiente de recursos, la reducción de residuos y la reutilización de materiales.
Las empresas familiares, por su carácter emprendedor y su visión a largo plazo, están especialmente bien posicionadas para liderar la transformación hacia un futuro más sostenible. Y hay elementos que nos diferencian claramente:
- Visión a largo plazo: Las empresas familiares suelen tener una visión a largo plazo, lo que les permite tomar decisiones sostenibles con mayor facilidad, ya que no están presionadas por resultados trimestrales o por la satisfacción inmediata de los inversores.
- Compromiso emocional: Los propietarios de empresas familiares suelen estar más comprometidos emocionalmente con su negocio y con la comunidad en la que operan, lo que les motiva a adoptar prácticas sostenibles que beneficien a ambas partes.
- Agilidad y flexibilidad: Las empresas familiares suelen ser más ágiles y flexibles que las grandes empresas, lo que les permite adaptarse más rápidamente a los cambios del entorno y adoptar nuevas tecnologías y prácticas sostenibles.
- Cultura empresarial: Las empresas familiares suelen tener una cultura empresarial más familiar y orientada a las personas, lo que facilita la implementación de prácticas sostenibles que involucran a todos los empleados.
- Gobierno corporativo: Las empresas familiares suelen tener un gobierno corporativo más simple y transparente que las grandes compañías, lo que facilita la toma de decisiones sostenibles y la rendición de cuentas a las partes interesadas.
Para nosotros, la clave del éxito reside en:
- Un compromiso genuino con la sostenibilidad: integrarla en el “ADN” de la empresa y convertirla en un motor de innovación y crecimiento.
- La colaboración: unir fuerzas con otras empresas, entidades sociales y administraciones públicas para crear un ecosistema sostenible. En Navarra, asociaciones como Adefan promueven el desarrollo de la empresa familiar demostrando que el asociacionismo aporta valor y fuerza a las empresas familiares.
- La comunicación: transmitir de forma transparente y efectiva el compromiso con la sostenibilidad a clientes, empleados y stakeholders.
Las empresas familiares tienen la oportunidad de convertirse en agentes de cambio, impulsando un modelo económico más justo, próspero y sostenible para las generaciones presentes y futuras. El camino hacia la sostenibilidad no está exento de desafíos, pero también presenta grandes oportunidades para aquellas empresas que estén dispuestas a transformarse.
Juntos podemos construir un futuro mejor.