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Laboral Kutxa prevé que Navarra crezca un 3% en 2017 y un 2,8% en 2018

2016 fue "un buen año" que dejó un crecimiento sólido, "con creación de empleo y una sensible reducción de la tasa de paro", según el informe de la entidad financiera.


Pamplona - 20 julio, 2017 - 07:19

Javier Cortajarena, Xabier Egibar y Joseba Madariaga.

La entidad financiera Laboral Kutxa ha presentado el Informe de Economía Navarra 2016 que elabora su Servicio de Estudios e incluye también las previsiones económicas para 2017-2018. De acuerdo a dicho informe, estima que el PIB de Navarra crecerá un 3% en el año 2017 y un 2,8% en 2018, tras concluir un «buen» año 2016 que dejó un crecimiento «sólido, con creación de empleo y una sensible reducción de la tasa de paro».

Navarra crece, pero por debajo del conjunto de España.

Este informe refleja que la Comunidad foral creció un 2,9 por ciento el año pasado, cifra algo inferior al 3,2 por ciento registrado en el conjunto nacional: «La tendencia de Navarra, que está creciendo más lentamente y crea menos empleo que el conjunto del Estado español, se debe a la composición sectorial». explicó Joseba Madariaga, director de Estudios de Laboral Kutxa: «El sector servicios está teniendo un comportamiento extraordinario en España, por lo que impulsa el crecimiento», pero según sus propias palabras «no es un dato relevante», sino «una situación coyuntural». En Navarra tiene más influencia el sector industrial, «que está muy ligado al resto del mundo».

¿MEJORARÁN LOS SUELDOS?

Las cifras de crecimiento hacen que el comportamiento del mercado laboral sea positivo tanto en Navarra como en España, ya que creció el empleo un 1,2 por ciento en la Comunidad foral y un 2,7 por ciento en el conjunto nacional. De esta forma, la tasa de paro quedó en Navarra en el 12,5 por ciento y en España en el 19,6 por ciento.

Con estos datos, Xabier Egibar, director del área de Desarrollo de Negocio de Laboral Kutxa, afirmaba que «poco a poco las tasas de paro comienzan a ceder el terreno ganado a lo largo de esta prolongada crisis, aunque todavía distan mucho de los valores que podrían considerarse aceptables».

«Las tasas de paro comienzan a ceder el terreno ganado a lo largo de esta prolongada crisis, aunque todavía distan mucho de los valores que podrían considerarse aceptables», Xabier Eguibar.

Desde la perspectiva de la oferta, Egibar destacaba que «por primera vez a lo largo de los últimos años todos los sectores marcan registros de crecimiento positivos del valor añadido bruto». Además, «los elementos que se encuentran detrás de este comportamiento son el proceso de devaluación interna de la economía y una serie de factores coyunturales que aún persisten y de entre los que destacan las medidas monetarias del Banco Central Europeo y el comportamiento del precio de las materias primas».

El problema está en los sueldos, que disminuyeron en 2012, ayudaron a la competitividad y la internacionalización de las empresas, pero continúan estancados. Para Joseba Madariaga, director de Estudios de Laboral Kutxa, no va a haber mucho cambio al respecto: «Ahora los salarios tienen que subir ligados al crecimiento de la compañía para no perder productividad, pero me gustaría que ciertas empresas reajustaran los sueldos».

«Ahora, los salarios tienen que subir ligados al crecimiento de la compañía para no perder productividad, pero me gustaría que ciertas empresas reajustaran los sueldos«, Joseba Madariaga.

Podría ser «interesante retocar algunas cosas para tratar de fomentar que exista una mayor estabilidad laboral», indicó. «Sí puede ser el momento de incentivar que haya mayor estabilidad, porque es algo bueno para el conjunto del país y se puede entroncar con la productividad».

Sobre el papel que deben jugar las políticas públicas, Madariaga explicó que «las políticas hay que usarlas normalmente para atenuar el ciclo, no para alimentarlo» y considera que «el sector público en general en España tiene un volumen de deuda muy importante y los tiempos de bonanza hay que tratar de aprovecharlos para atender a problemas que son más de medio plazo». «Hay que consolidar las cuentas y ahora que hay una situación envidiable, en el sentido en que al coste que te financias es bajo y el crecimiento es muy importante, tienes que aprovecharlo para tratar de enfrentarte a esos problemas de medio plazo», ha indicado.

CRECIMIENTO FUERTE

Madariaga destacaba que la evolución de los últimos años «muestra claramente la fortaleza de la recuperación que estamos viviendo». «La fase de crecimiento se inició en 2013 y la tasa interanual se encuentra en estos momentos en el 3,1 por ciento, lo cual no deja de ser una buena noticia».Laboral Kutxa presenta el informe sobre la economía de Navarra correspondiente a 2016. C/ Arcadio María Larraona

Así, comentaba que «Navarra ha recuperado el nivel de PIB que tenía a mediados de 2008, estando más de seis puntos porcentuales por encima». «Incluso el mercado laboral muestra datos esperanzadores. La tasa de crecimiento interanual de afiliados a la Seguridad Social es positiva y el paro registrado es un 10,6 por ciento menor que hace un año en Navarra, síntomas de que la actividad ha empezado a cambiar el signo del comportamiento del mercado de trabajo».

Además, destacó que «este periodo de bonanza parece tener continuidad si nos atenemos a los resultados de las encuestas de confianza tanto industrial como de los consumidores».

No obstante, precisó que «las tasas de crecimiento que estamos viviendo superan claramente la tasa potencial, es decir, la tasa acorde con la evolución de la productividad y la población activa». «Por ello, es razonable pensar que para años posteriores se produzca una pequeña corrección de estas tasas de crecimiento hacia el entorno del 2 por ciento, valor más próximo a la tasa potencial».

NADA ES SEGURO EN ECONOMÍA

A pesar de los datos aportados, el director de Estudios de Laboral Kutxa recordó que, aunque las expectativas para los próximos años sean positivas, «la salida de la crisis requiere de solidez y de continuidad en este proceso de crecimiento» y ha advertido de que, «como siempre, existen elementos de riesgo». En concreto, ha citado el Brexit, la orientación de la política fiscal de Estados Unidos, las elecciones alemanas y China, y «tampoco se deben olvidar cuestiones de carácter geostratégico como las tensiones entre EE UU y Rusia, el terrorismo, los cibertaques y los escándalos políticos en general».


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