El Comité de Apelación de la UEFA podría dejar fuera de la Conference League a Osasuna la próxima semana. Una decisión que tendría un gran impacto económico para el equipo de Pamplona y, como consecuencia, también podría repercutir a la LaLiga, ya que la entidad rojilla dejaría de percibir una importante inyección de dinero que, en el caso de ser eliminado, pasaría a manos de algún rival directo en la competición doméstica.
Cada año, la UEFA envía un informe de carácter publico en el que se detallan las cantidades repartidas a los equipos por lograr la clasificación a: Conference League, Europa League y Champions. Esta circular consta un capítulo especial para cada uno de estos hitos y se reflejan los criterios de reparto.
En caso de seguir adelante con su participación en la Conference, Osasuna tendría que afrontar una ronda de clasificación antes de acceder a la fase de grupos. Por jugarla, la entidad rojilla percibiría 100.000 euros. A partir de ahí, en caso de superar la eliminatoria, solo por llegar a fase de grupos ingresaría 2,9 millones. Por contra, si cayese eliminado, sumaría 750.000 euros más hasta un total de 850.000 y así finalizaría trayecto en esta competición.
Además, la UEFA repartiría cerca de 1 millón de euros más por coeficiente, que es el ranking que utiliza para clasificar a los equipos según su desempeño histórico en las competiciones europeas.
En la fase de grupos, Osasuna tendría que disputar seis encuentros, recibiendo alrededor de 500.000 euros por cada victoria y 166.000 euros por empate. Por ejemplo, si firmase dos victorias, dos empates y dos derrotas, Osasuna llegaría a sumar 1,3 millones más a sus ingresos por participación en la Conference.
Si el equipo navarro lograse finalizar la fase de grupos en primera posición pasaría a jugar los octavos de final y supondrían otros 1,2 millones de euros. Es decir, en un escenario conservador, Osasuna podría ingresar cerca de 7 millones de euros por su participación europea. En caso de seguir avanzando en el torneo esa cifra podría doblarse hasta los 14 millones de euros.
Pero de momento, todo esto son supuestos que están en el aire porque la decisión de la UEFA mantiene al equipo de Pamplona en vilo. Además de la ilusión generada por poder participar de nuevo en Europa dieciséis años después, lo que finalmente ocurra también tendrá un impacto significativo en el límite salarial del equipo para la próxima temporada.
De este modo, la espera que amenaza con alargarse y llegar al TAS durante todo el mes de julio aumentará la incertidumbre en la confección de la plantilla, ya que un ingreso de alrededor de 7 millones de euros supone casi un 10 % del presupuesto del conjunto rojillo. Si la UEFA sanciona finalmente a Osasuna y su plaza la ocupa el octavo clasificado, es decir, el Athletic Club, sería el equipo bilbaíno el receptor de esta importante inyección económica. De ahí que Pamplona y Bilbao aguardan con expectación la evolución de los acontecimientos.