El presidente del consejo de administración y director ejecutivo de Viscofan, José Domingo Ampuero, ha sido hoy reelegido en el cargo para los próximos cuatro años, y ha anunciado un reparto de beneficios para los accionistas de la firma global de 80 millones de euros, 1,73 euros por acción, un 11,6% más que el año pasado, con lo que la compañía entrega cerca del 60% del beneficio neto obtenido en 2018.
Ampuero ha insistido en sus líneas de gestión de buen gobierno corporativo y creación de valor y protección de los accionistas, y ha remarcado que en los últimos 10 años ha multiplicado por 2,8 el dividendo “sin incrementar el perfil de riesgo de la compañía”.
En la junta general celebrada hoy en Pamplona, que ha durado menos de una hora, han participado el 82,47% de los accionistas con derecho a hacerlo, y han aprobado todos los puntos de gestión con porcentajes superiores al 90%. También ha sido renovado en su cargo al consejero dominical, Juan March de la Lastra.
Viscofan obtuvo un beneficio neto de 123,7 millones en 2018, lo que representa un incremento del 1,4% con respecto al ejercicio anterior, mientras que la cifra de negocios ascendió a 786,04 millones de euros, con un crecimiento del 1%.
Las ventas de envolturas reportadas contribuyeron con 741,4 millones de euros y los ingresos por venta de energía de cogeneración aportaron 44,7 millones de euros. El resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en 208,8 millones de euros a cierre de 2018, un 1,2% inferior al año anterior.
José Domingo Ampuero: “Viscofan es un líder global, con sólidos fundamentos para seguir creciendo gracias a un esfuerzo continuo de adaptación, anticipación y no conformismo”.
Ampuero ha repasado durante su intervención el recorrido estratégico de la compañía en los últimos años, “que ha supuesto la transformación no solo de Viscofan, sino de todo el sector”. “Viscofan es un líder global, con sólidos fundamentos para seguir creciendo en un mercado en crecimiento, gracias a un esfuerzo continuo de adaptación, anticipación y no conformismo”, ha asegurado.
La compañía está embarcada en “el mayor esfuerzo inversor de su historia”, con 265 millones en los últimos tres años. Destaca especialmente el esfuerzo económico dirigido a su planta de Cáseda, que se lleva más de 70 millones.
También ha destacado la diversificación del negocio, que incluyen la producción de colágeno para aplicaciones médicas. Las dos áreas de diversificación principales de la compañía son la bioingeniería y los productos nutricionales.
Viscofan cuenta con 20 centros productivos repartidos por 18 países de cuatro continentes, todos a excepción de África, y se muestra “especialmente optimista” de cara al futuro, con un “formidable equipo de más de 4700 personas, de más de 18 nacionalidades”, gracias a las que atesora un tercio de la cuota de mercado mundial, distancia por el momento insalvable para sus competidores.
La mayor dificultad a la que se ha enfrentado Viscofan en 2018 fue la volatilidad de las divisas comerciales, especialmente el Dólar norteamericano y el Real brasileño, así como el incremento de costes de materias primas y energía.
Con todo, la compañía ha anunciado que en el primer trimestre de 2019 ha elevado un 7% su facturación, en línea con sus previsiones, y gracias a la especial fortaleza de su negocio en Latinoamérica. De cumplirse las expectativas, Viscofan prevé elevar sus ingresos entre un 6 y un 8% en 2019, hasta los 850 millones. Un aumento acompañado de una mejora de la rentabilidad que, combinado con la reducción de la inversión prevista, le permitirá incrementar su EBITDA entre un 10 y un 13%, hasta los 208 o 215 millones.
La compañía, recuperada del “flojo” tercer trimestre de 2018 en las bolsas de todo el mundo, prevé un 2019 “mejor en cuanto a volatilidad de las divisas”, y prevé desarrollar su área de negocio de envolturas vegetales. “El movimiento vegano es muy importante, debemos adaptarnos al mercado”, ha explicado el consejero delegado, que ha detallado que cuenta con más de 12.000 referencias en su catálogo, incluidas algunas respetuosas con los preceptos religiosos Kosher y Jalal.
