Una nutrida representación de los consejos sociales de toda España, los órganos que actúan de puente entre las universidades públicas y el entorno para adecuar su oferta y servicios a la realidad socioeconómica, trasladaron esta miércoles al ministro Joan Subirats sus inquietudes y principales demandas sobre la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU).
El texto, que se encuentra en tramitación en el Parlamento español, debilitaría competencias clave de estos órganos de representación con su actual redacción, según los presentes. El encuentro tuvo lugar en el marco de las jornadas ‘El consejo social y la apertura de la universidad al entorno’, organizadas por el Consejo Social de la UPNA en colaboración con la Conferencia de Consejos Sociales.
En remoto desde Madrid, y tras excusarse por no haber podido desplazarse a Pamplona para participar en las jornadas, Subirats desglosó algunas de las claves para entender el estado actual y el espíritu de la nueva ley. Según comentó, dicha legislación pretende representar un “avance representativo” respecto a la norma que actualmente rige la universidad española, que data de 2001, para adecuarse a un entorno mucho más complejo en el que Europa tiene un marcado protagonismo.
Tras ser publicada el pasado 1 de julio en el BOE y sortear las enmiendas a la totalidad presentadas por los grupos políticos el pasado 22 de septiembre, el proyecto de ley sigue en proceso de tramitación. Sin embargo, hasta el momento ha recibido más de 800 enmiendas -la propia Conferencia de Consejos Sociales compartió diez a los grupos parlamentarios, muchas de ellas tramitadas-. Con todo, el plan del Ejecutivo central, explicó el ministro, es que la norma pueda aprobarse en el Congreso antes de que finalice el año y que esté operativa para el curso 2023-2024.
Miguel Ángel Acosta: «Hay cuestiones centrales del anteproyecto en las que no ha habido progresos».
Para ello, los legisladores deberán resolver cuestiones cruciales para los principales agentes del ámbito universitario. El modelo de gobernanza de las universidades públicas y las competencias de los consejos sociales en esta materia tendrán un rol relevante en el debate. Miguel Ángel Acosta, secretario general de la Conferencia de Consejos Sociales, reprochó al ministro Subirats que, “si bien la actual redacción del proyecto ha supuesto avances significativos respecto al anteproyecto”, hay cuestiones centrales en las que no se han producido progresos.
Entre ellos citó la necesidad de establecer mecanismos para que los consejos influyan más en el diseño de los títulos académicos. Santiago Iraburu, secretario del Consejo Social de la UPNA, incidió en este punto: “Una de las funciones principales de los consejos sociales es adaptar la oferta formativa a las necesidades del entorno y para ello contábamos hasta ahora con una base legal, la emisión de un informe vinculante previo a la puesta en marcha de cada titulación oficial. La nueva ley, en su actual redacción, no prevé que ese informe previo sea vinculante. Es una tarea fundamental del consejo social y aquí, en lugar de reforzar, se debilita”, apuntó. “Sería bueno que los grupos que sustentan al Gobierno enmendaran esta decisión”, planteó Acosta.
Antonio Abril, Ramón Gonzalo, Juan Cruz Cigudosa y Javier Vidorreta, en la apertura de las jornadas.
Otro aspecto controvertido es el actual sistema de elección de los miembros de consejos sociales, “que puede introducir cuotas políticas en las universidades que son del todo indeseables” y que la nueva ley no resuelve, según denunció Acosta. Por último, los representantes reclamaron, a propósito del artículo de la ley que dicta que un órgano colegiado de cada universidad debe velar por el control interno de la misma -aunque no determina que órgano debe hacerlo-, la idoneidad de especificar que esa competencia recaiga en los consejos sociales. “No hay un órgano tan independiente en el seno de las universidades como sus consejos sociales y, por eso, existen varias enmiendas de grupos políticos que aluden a ello”, reivindicó Acosta.
FÓRMULA DE COGOBERNANZA
Por su parte, el ministro de Universidades explicó que su equipo se encuentra analizando las enmiendas y que prevén contemplar algunas de estas reclamaciones en la redacción final de la norma, como permitir que cada gobierno autonómico desarrollen legislativamente los requisitos para la composición de los consejos sociales y velar así por su independencia.
En el resto de aspectos, sin embargo, se mostró más crítico. El «espíritu» de la nueva norma, explicó, es impulsar una fórmula de cogobernanza para que las universidades sean conjuntamente regidas por su consejo de gobierno, su consejo social y el Ejecutivo de su comunidad autónoma correspondiente con planes de actuación trienales que los tres órganos consensuen. “Pero establecer relaciones jerárquicas entre los órganos, competencias delimitadas y exclusivas y capacidad de veto va en contra de ese espíritu. Sería dar una respuesta simplista a una tarea compleja y, si hay algo que explica la naturaleza milenaria de las universidades, es que sus competencias de gobernanza están fragmentadas”, señaló.
Dejando a un lado el debate sobre los modelos de gobernanza, Subirats desglosó algunos retos relevantes a los que pretende dar respuesta la ley. Destacó la necesidad de impulsar la transferencia tecnológica en un país con graves carencias en este ámbito, a pesar de ocupar el décimo puesto en el ranking mundial de producción investigadora. Además, aseguró que la nueva ley tratará de reforzar el impacto de las universidades en el desarrollo económico de las regiones, equipar España a otros países europeos en ámbitos como el de los posdoctorados industriales y, especialmente, dotar de recursos a la universidad española, “que resalta por su alto nivel de ejecución a pesar de su infrafinanciación”.
LA UNIVERSIDAD Y SU ENTORNO
Más allá del intercambio con el ministro, las jornadas ‘El consejo social y la apertura de la universidad al entorno’ sirvieron para que expertos de los consejos sociales debatiesen y reflexionaran durante dos días sobre nuevas fórmulas encaminadas a mejorar y profundizar la relación que mantiene el mundo académico y el empresarial.
En ese sentido, durante la apertura del encuentro, el presidente de la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Españolas, Antonio Abril, valoró su labor y les invitó a profundizarla y reforzarla. «Tenemos que ser un laboratorio de transformación que lleve el conocimiento a las empresas e impulse, al mismo tiempo, la excelencia de nuestras universidades», dijo.
Siguiendo esa misma línea, Juan Cruz Cigudosa, consejero de Universidad, Innovación y Transformación Digital, les animó a «construir engranajes» en torno a la generación y la atracción del talento «para hacer una comunidad más fuerte e innovadora».
Por su parte, el filósofo y ensayista Daniel Innerarity hizo hincapié en que «el saber ha desbordado los límites de los laboratorios«. Y recordó al auditorio que «garantizar el pluralismo y la participación de la sociedad en la producción científica es clave para que la ciudadanía pase de ser súbditos a protagonistas activos en la configuración del mundo futuro».
Antonio Abril (Universidad A Coruña): «La ciencia, cuando se gestiona con criterios competitivos, es social y económicamente rentable».
Finalizada la ponencia de Innerarity, se expusieron algunos ejemplos de la buena gestión desarrollada por los consejos sociales de las universidades españolas. Así, por ejemplo, Antonio Abril, también presidente del Consello Social de la Universidad de A Coruña, enumeró algunos de sus proyectos desarrollados en colaboración con Inditex como Talentos Inclusivos, la Cátedra de Sostenibilidad o las ayudas para estancias predoctorales en el extranjero. Unas iniciativas que demuestran, según Abril, que «la ciencia cuando se gestiona con criterios competitivos es social y económicamente rentable».
La muestra de buenas prácticas continuó con el presidente del Consejo Social de la Universidad de Extremadura, Antonio Huertas, quien presentó el programa Extremadura Alianza de Futuro. Algunos de sus ejes estratégicos son el fomento de una economía sostenible, la promoción de la empleabilidad entre los más jóvenes o la concesión de unos premios anuales a personas, entidades o empresas que hayan demostrado su compromiso con el desarrollo de la comunidad autónoma.
Durante dos días, Pamplona ha acogido a los responsables de los consejos sociales de las universidades españolas
Montserrat Guàrdia, presidenta del Consell Social de la Universitat Politécnica de Catalunya, se centró en el trabajo que han desarrollado sus integrantes para involucrar a los alumnos. Y Francisco Rubio, rector honorario de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, habló de las últimas propuestas en las que han trabajado como Canarias Importa o Spain Living Lab. De esta última remarcó su buena recepción, gracias a haber encontrado empresarios con los que han compartido en todo momento «intereses y una misma visión».
El presidente del Consejo Social de la UPNA, Javier Vidorreta, cerró este turno de intervenciones con un resumen de la actividad que ha realizado su entidad hasta el momento. De esta forma, se refirió a la puesta en marcha de los consejos asesores, el foro social y empresarial o los clubs profesionales como algunos de los «hitos» logrados en este tiempo.
MESAS DE TRABAJO
Las jornadas se completaron con varias mesas de trabajo, donde representantes de los consejos sociales debatieron sobre distintos ámbitos de su actividad. El primer día se celebró la dedicada al ámbito de la ‘Comunicación y relaciones institucionales’, moderada por el director general de Comunicación y Relaciones Institucionales del Gobierno de Navarra, Miguel Moreno. Esta contó como ponentes como Teresa Herrera (Universidad de Huelva), Ernesto Pedrosa (Universidad de Vigo) y Ladislao de Arriba Azcona (Universidad de Oviedo)
Otra, que llevó por título ‘Los grados y másteres duales’, reunió a Erlantz Allur (Universidad del País Vasco), Javier Iradiel (CEN) y el responsable de Formación y Desarrollo de Volkswagen Navarra, Alberto Lalana. La moderación de este foro corrió a cargo de Juan Carlos Tejeda, del Departamento de Educación y Formación en CEOE.
En primer plano, Erlantz Allur (UPV) expuso las oportunidades del «itinerario dual universitario» que aplica su centro.
El último encuentro de la primera jornada, moderado por Manuel Marín, presidente del Consejo Escolar de Navarra, abordó la ‘Conexión de la universidad con la educación básica y la Formación Profesional’. De ello trataron David Benito (UPNA) y los directores de FP El Zoco de Córdoba y de «La mirada pedagógica», Sonia Moncalvillo y Boris Mir respectivamente.
En la segunda jornada, los representantes trabajaron temáticas como ‘La creación de cátedras de empresa e institucionales’, con la moderación de Javier Fernández Valdivielso, director general de Fundación Caja Navarra; ‘La adaptación de la oferta formativa a las necesidades de entorno’, capitaneados por Ana Burusco, directora general de Universidades del Gobierno de Navarra; o la ‘Transferencia de tecnología a las empresas e impulso de spin-offs‘, con la dinamización de Javier Vidorreta, presidente del consejo social de la UPNA.
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