La llegada del verano hace que los festivales de música se disparen. Desde el norte hasta el sur, islas incluidas, el mapa de España se llena de encuentros musicales aprovechando el buen tiempo, las vacaciones y las ganas de desconectar. Los viajes cada vez se buscan más por las experiencias que se pueden vivir, y estos eventos son los favoritos de aquellos que aman la música, el ambiente y la fiesta. Pero el problema aparece cuando toca elegir entre todos ellos y encontrar uno que destaque. Y ‘destacar’ es lo que hace Paraíso Festival con un cartel de música electrónica y, a la vez, una muestra de diversas artes como la arquitectura o la escultura.
Del 14 al 15 de junio, en el campus de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Paraíso Festival lleva la idea de que los festivales no son solo música un paso más allá con la introducción de arte entre sus actividades. Esculturas, arquitectura, performances… la creatividad se palpa en el lugar y los asistentes pueden invadirse de ella mientras escuchan a sus artistas favoritos.
Los festivaleros podrán ver la instalación lumínica ‘Dancing Wave’ de Paul Friedlander; una bóveda de 180 kg de plástico bajo el nombre de ‘Plastic beach’; la performance ‘Dentro’ de Melisa Zulberti que sucede bajo una escultura hinchable para plantear nuevas experiencias entre el espacio, el cuerpo y la convivencia; el espacio arquitectónico ‘Urban Espora’ de TEXTWO que propone un juego de posibilidades infinitas que dan forma a una nube de aspecto orgánico y con un carácter de células vegetales; la escultura ‘Totem Paraíso’ de los estudiantes de Bellas Artes de la UCM; quienes también presentan ‘Mar de Música’, una intervención artística que utiliza el CD; Instinto Salvaje trae una instalación lumínica que encenderá cada una de las siete letras de Paraíso y reaccionará al ritmo de tus pasos de baile en ‘Bailando con Paraíso’; Mario Sanz será el encargado de hacer que la músic ano solo se escuche, sino que se vea con ‘Arte visual’; y la esceneografía corre a cargo de Mónica Boromello quien recrea un entorno que integra música, arte y naturaleza a través de cada escenario, espacios y zonas de descanso.
José Morán, organizador de Paraíso, explica que vuelve en esta segunda edición tras la «experiencia positiva» del año pasado que hizo que fuera «obligado repetir» e, incluso, «llegar a una 5ª o 18ª edición». El festival ha llegado para quedarse y su principal foco está en la música. Este año se centra en un cartel con 49 actuaciones que hará bailar entre los cuatro escenarios: Paraíso, Club, Manifiesto by Abeolut y Nido. Este último se presenta como novedad y acogerá lo mejor de la escena local madrileña, con la presencia de 23 DJs que actualmente triunfan en la noche de la capital.
Esta edición incluye a varios artistas que pisarán Madrid por primera vez, como Channel Tres, IAMDDB, Carista, Kampire, Or:la o Mula, y otros lo harán para presentar sus nuevos trabajos en la ciudad: CHVRCHES, su último disco ‘Love is Dead’, Ross From Friends su primer y aclamado ‘Family Portrait’, Rhye hará lo propio con ‘Bood’ y la de Nicola Cruz será la premiere en España de último trabajo, ‘Siku’. Un programa con artistas de 17 países, entre los que también destacan Charlotte Gainsbourg, Laurent Garnier, Mount Kimbie, Peggy Gou, Polo & Pan, Rhye o Solomun.
Para los descansos de la música y el arte, Paraíso vuelve a crear un área perfecta para divertirse jugando. Desde los clásicos hasta los más contemporáneos: un espacio de realidad virtual con simuladores de conducción o plataformas de competición de baile, entre otros.
Sin embargo, ‘no solo de música vive el festivalero’, sino que también necesita recargar fuerzas con comida. En Paraíso son conscientes de esto y su oferta a más allá de jugosas manzanas y, bajo el delantal de la chef madrileña Rebeca Hernández, recién galardonada con un Sol Repsol, presentan diversas propuestas con menús en los que destaca la gran presencia de ingredientes ecológicos y de proximidad que se servirán en 14 foodtrucks, el ‘restaurante’ favorito de estos eventos. ¿Su fórmula secreta? Crear todo artesanal en cada una de las ofertas, con opciones saludables y festivaleras al mismo tiempo. Además, incluye un foodtruck para celiacos y otro completamente vegano.
Todo esto con un aporte ecológico y sostenible, uno de los objetivos de los creadores de Paraíso, que traerá ecovasos reutilizables que serán higienizados para darles más vidas en futuros eventos. Además, el festival apoyará distintos proyectos de reforestación, como el realizado esta primavera en Soria en colaboración con la Asociación Áreas Verdes, con el objetivo de contribuir a la compensación una parte de la huella de carbono y a la reforestación de nuestro territorio.
Y si un festival con buena música, arte, videojuegos, comida de calidad y preocupado por el medioambiente no es suficiente, aún añaden un valor más a su filosofía y es que quieren evitar la masificación. El aforo está limitado no solo para la seguridad, sino también para la comodidad de sus asistentes. El máximo en esta edición es de 15.000 personas por día, en unos 60.000 m2, lo que hace que haya unos 4 metros cuadrados por persona. Además, los cuatro escenarios están lo suficientemente alejados como para que la música de uno no moleste a los otros y lo suficientemente cerca para cambiar entre ellos. En palabras de Morán, «el festival es una experiencia no solo musical, sino que también global».
No hay escusas para no asistir al Festival Paraíso. Una experiencia en la que la propia organización cuida cada detalle para mimar a sus asistentes y convertir el fin de semana en uno de los mejores recuerdos que tendrán después. Como dice Morán: «Cualquiera que vaya tendrá una experiencia inolvidable».