Puede resultar paradójico pero la realidad es que nos situamos en medio de una época en la que buscamos la inmediatez sin renunciar a la posibilidad de disfrutar al máximo del momento. Ansiamos protagonizar aventuras y desvelar misterios desde las máximas comodidades que ofrecen los últimos avances tecnológicos y nos entusiasmamos, en fin, con un medio de transporte colectivo donde esperamos vivir experiencias únicas, acordes con nuestros gustos y preferencias más particulares.
Si a todos esos factores que acabamos de comentar unimos el hecho de que, para la mayoría de nosotras y nosotros, el tren siempre estará unido indefectiblemente a una infancia que hemos idealizado, entenderemos ahora por qué muchos nos planteamos ahora revivir todos esos recuerdos en formato ‘de luxe’.
Efectivamente, con vistas a estas próximas vacaciones de verano, los viajes en trenes de lujo hace tiempo que se han convertido en tendencia que gana cada vea más adeptos fundamentalmente por dos motivos. Primero, porque resuelve de un plumazo la tradicional disyuntiva entre playa o montaña al ofrecer la posibilidad de disfrutar de ambos al mismo tiempo y, la mayoría de veces, de forma escalonada y ordenada. Por el otro, está el irresistible atractivo que puede suponer para nosotros la posibilidad de acercarse desde la perspectiva que nos ofrece acudir a lomos del mítico ‘caballo de hierro’ a destinos llenos de encanto como la cornisa cantábrica, Andalucía y Extremadura, en España o; fuera de ella, Escocia, Austria, Pekín o Machu Picchu, entre otros.
Por todo ello, lo que planteamos es una visión general de algunas de las múltiples oportunidades que, a lo largo y ancho del mundo, este tipo de turismo pone al alcance de quienes, seguramente, se sentirán identificado más con la categoría de ‘viajera’ o ‘viajero’ que con la de ese ejemplar de ‘turista’ que combina sandalias con calcetines deportivos blancos coronados con dos raquetitas cruzadas a la altura de su tobillo.
Aquí no estaría de más recordar el viejo proverbio árabe que apunta que: «Un gran viaje se inicia con un primer paso». De ahí que la primera referencia que ofrezcamos tenga que ver con algo tan cercano y, a la vez, tan propio como el mítico Transcantábrico que, además, nos ofrece dos variantes: el Transcantábrico Clásico y el Transcantábrico Gran Lujo. Con salida en San Sebastián y llegada a Santiago de Compostela, los usuarios de la primera versión disfrutarán del tren turístico más veterano de España, exponente desde sus orígenes de elegancia y confort. Mientras, en el caso de la versión ‘de luxe’, podemos añadir que hablamos de un auténtico hotel de cinco estrellas sobre raíles, con las atenciones y comodidades que satisfacen las expectativas más exigentes.
Si optamos por el sur de España, está el tren Al Andalus con sus dos recorridos. El primero, denominado ‘Andalucía’, tiene como estación de salida y llegada Sevilla tras recorrer el resto de las capitales de la comunidad autónoma más Úbeda, Baeza, Ronda y Jerez. Por su parte, el trayecto ‘Extremeño’ parte de Madrid para finalizar en Sevilla tras recorrer parte de la Ruta de la Plata representada por las capitales extremeñas Cáceres, Mérida y Zafra. Sea como fuere, ¿quién en su sano juicio puede renunciar a disfrutar de un auténtico palacio sobre ruedas gracias a unos coches suites tan propios de la Belle Époque, época en la que fueron construidos?
Fuera de nuestras fronteras, queremos destacar hasta cuatro alternativas posibles por su originalidad. Por ejemplo, el mítico Transiberiano-El Oro del Zar que nos invita a ir de Moscú a Pekin atravesando las inmensas llanuras mongolas, entre otros paisajes inolvidables que, con razón, han sido escenario de multitud de películas. Desde mayo y hasta septiembre, período en el que este trayecto está abierto, prepárate para ser el protagonista, con todo lujo de detalles (incluido el mejor caviar beluga del mundo), de esas grandes historias que sirvieron de inspiración para memorables obras de la literatura y el cine universal.
Disfrutar como nunca has podido imaginar de la campiña escocesa, galesa e inglesa a bordo de un tren que, con su vajilla fina y sus comidas delikatessen, se sitúa en el mismo nivel de exclusividad que ofrecía el legendario Orient Express es lo que ofrece el Northen Belle. Si todavía albergas alguna duda, te desvelamos un detalle: los coches llevan nombre de castillo, con lo que uno se puede sentir durante el trayecto el rey o la reina de una morada medieval.
Hablando de reyes y reinas, no podía faltar en este repaso la necesaria referencia a Sisi. Pues bien, el Majestic Train de Luxe, en su recorrido a lo largo de Austria, Bosnia Herzagovina, Croacia y República Checa te permitirá convertirte en un miembro más de la familia imperial de Francisco José I. Todo ello regado con el mejor champagne, así como los espumosos más delicados servidos en la más fina vajilla de bohemia mientras disfrutas desde el compartimento de algunas de las vistas más hermosas del río Danubio.
Fuera de Europa, finalmente nos encontramos el Inca Rail – Machu Picchu que funciona a diario y concentra la auténtica atmósfera peruana, mientras nos transporta cómodamente en un estilo ejecutivo. Pasar por el impresionante paisaje andino en tren, viajar entre Ollantaytambo, ubicado en el Valle Sagrado místico de los incas o acceder cómodamente a Machu Picchu, la Ciudad Perdida de los Incas, es una maravillosa manera de viajar a esta increíble ciudad ¿no crees? Una oportunidad para recordar lo que dijo el clásico tras llegar a su destino: «Los sueños son la meta, la imaginación el transporte y la realidad el punto de partida».