1. LAS MEJORES VISTAS… El imponente desfiladero de la Sierra de Lokiz
Según proponen desde la web de Turismo de Navarra, se trata de una ruta circular con una dificultad moderada, pero hay bastante tramo de subida con una inclinación pronunciada y un suelo pedregoso. Suma un total de casi 7 kilómetros. Por ello, si no sueles calzarte las botas de monte muy a menudo, puede que se te haga un poco cuesta arriba. Siguiendo las balizas blancas y amarillas llegarás hasta el Agujero de Ollobarren, una cueva-pasadizo de unos 30 metros. Su forma curva, caprichosa, oscura, la frondosa vegetación y sus metros de profundidad, aportan al recorrido un toque de misterio y aventura. Y todo mientras caminas disfrutando de la impresionante sierra de Lokiz y su asombrosa panorámica.
2. LAS POZAS CRISTALINAS… del Nacedero del Urederra
Este lugar es todo un tesoro que nos regala la naturaleza y en Navarra lo tratamos como tal: el acceso está restringido a un máximo de 500 personas al día para poder preservar el entorno adecuadamente. Así cuidamos de este enclave mágico y nos aseguramos de que las futuras generaciones puedan seguir disfrutando de él. Visitar este nacedero es siempre una buena opción porque da igual cuándo vayas: Urederra hace honor a su nombre, “aguas hermosas”, en cualquier época del año.
3. UNA MIRADA ATRÁS… ¡Olite!
A menos de 40 minutos de Pamplona encontramos Olite, un pueblo de calles empedradas que te hará retroceder a la Edad Media en cuanto veas desde la lejanía la silueta de su hermosa fortaleza. Se trata de un Palacio Real, hogar de reyes y reinas de Navarra. Podrás descubrir sus lujosas estancias, preciosos jardines o subir las escaleras de sus torres, desde las que disfrutarás de una vista espectacular del castillo y de todos sus alrededores.
4. EL MEDIEVO SIGUE PRESENTE EN… Ujué
Hablamos de Ujué, una localidad cercana situada en lo alto de una colina. Su singular ubicación hace que quien la visita compare su imagen con la de un belén. Su silueta está coronada por la Iglesia-Fortaleza de Santa María de Ujué. Es toda una joya arquitectónica que además te regalará una panorámica fantástica de la Ribera y los Pirineos.
5. COMO EN OTRO PLANETA… en Bardenas Reales
Las Bardenas Reales están muy cerca de Tudela, la capital de las verduras, así que puede que te sorprenda cómo el verde de las huertas del Ebro puede tener de vecino… ¡a un desierto! Hay quien dice que tiene un aspecto lunar y es que el silencio, el vacío y sus genuinas formaciones rocosas sobrecogen a quien lo visita. Estas “esculturas” geológicas son todo un espectáculo de la naturaleza, pero hay una que destaca sobre las demás por haberse convertido en todo un símbolo de este Parque Natural: el famoso Castildetierra.