Hace 50 años no era frecuente viajar en las vacaciones, los pocos que lo hacían veraneaban en las playas mediterráneas y nadie hacía turismo, porque eso se equiparaba a salir al extranjero. Por eso solo se consideraban turistas a quienes venían de otros países a visitarnos. El verano de 2020 va a parecerse a los de entonces porque el coronavirus está haciendo que el 65,7 % de los españoles no se vaya de vacaciones este verano, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), y de los que tienen previsto hacerlo la gran mayoría, un 90 %, no cruzarán las fronteras del país. Las razones que alegan son evidentes: dificultades económicas derivadas de los problemas laborales generados por el estado de emergencia, incertidumbre ante la posibilidad de que no se abran determinadas fronteras o de que se cierren otras al producirse rebrotes de la pandemia y las dudas sobre las garantías sanitarias de los destinos vacacionales.
El CIS señala que solo el 6% de los españoles va a disfrutar de vacaciones en el extranjero.
El sondeo del CIS señala que a un 40,8 % lo que más le preocupa del coronavirus son los efectos sobre la salud, frente a un 34 que apunta a los económicos, aunque hay un porcentaje del 24,9 % que admite que ambos efectos le inquietan por igual. Por ello, el 58,5 % de quienes se van de veraneo querrían medidas sanitarias adicionales que garanticen unas vacaciones más seguras ante el coronavirus. La gran mayoría, concretamente el 90 %, de los que se van de veraneo lo harán en España y solo un 6 % tiene intención de viajar al extranjero. La mitad (el 50,2 %) apuestan por un localidad costera frente al 24,6 que se inclina por un municipio rural. El 27,8 % de los veraneantes pasará sus vacaciones en su segunda vivienda, frente a un 26,3 % que irá a un hotel o apartahotel y un 20,4 % que alquilará vivienda.
Si los datos del sondeo del CIS son extrapolables a todas las comunidades, supondrían significativas variaciones en el caso de los navarros, porque en 2019 el 63,4 % disfrutaron de vacaciones en lugares diferentes al de residencia. El 53,4 % eligieron localidades de la costa española, un 20 optó por el turismo interior, el 20,2 % se macharon a países europeos, el 10,8 viajó a otros destinos fuera de Europa y un 2,2 % escogió alojamientos rurales sin salir de Navarra.
Juantxi Patús, presidente de la Asociación Navarra de Agencias de Viajes y propietario de Viajes Navarsol, indica que aún no han abierto todas las agencias navarras porque el regreso a la actividad está siendo paulatino, “el problema es que no teníamos claro, y tampoco nuestros clientes, cuándo y cómo íbamos a poder salir de vacaciones”. Añade que al ir clarificándose la situación con el levantamiento de las restricciones a la movilidad y la apertura de fronteras se abre un panorama que puede redundar en un aumento de la actividad, aunque Patús reconoce que el temor a posibles contagios en lugares de los que a priori se desconoce su seguridad desde el punto de vista sanitario influye negativamente a la hora de planificar viajes: “Yo recomiendo ir de vacaciones aunque sólo sea para quitarnos el estrés de esta situación, con la tranquilidad de que cualquier agente de viajes de la Comunidad puede asesorar para buscar un hotel con las garantías sanitarias exigidas y los medios de transporte con las necesarias medidas de seguridad para la salud”.
EN LA COSTA Y CERCA
Según Patús, la clientela de las agencias de viajes, como la desescalada, pasará por varias fases. En la primera buscó información y comienzó a demandar destinos próximos, preferentemente costeros, como Cantabria, el País Vasco o localidades del Mediterráneo. Más adelante miraró a las islas, tanto Baleares como Canarias, con el aliciente de que desde el 1 de julio se reanudaron los vuelos directos entre Pamplona y Gran Canaria. Augura que, una vez que la confianza vaya ganando terreno, volverán los viajes turísticos a Roma o París, algo que podría ocurrir en agosto. Además de optar por lugares de costa próximos, los navarros solicitan casas independientes tipo chalet o villa para huir de los riesgos para la salud a los que podrían entender que se exponen si se alojan en grandes hoteles, a causa de las aglomeraciones que se podrían producir en sus restaurantes y otros lugares comunes.
Egiarte Lizarraga: “Este año los destinos nacionales son los más demandados por los navarros”.
Por eso las agencias aseguran que las ventas para las estancias veraniegas se producen “a última hora”, una vez que los viajeros han comprobado que no hay problemas sanitarios en el lugar elegido. La preferencia son las playas mediterráneas, cantábricas y andaluzas: “En cierta forma es una vuelta a plazas tradicionales de veraneo, Salou, Peñíscola, Benidorm, Cambrils… los que frecuentábamos hace 25 o 30 años, sitios ya conocidos de los que tenemos referencias o de los que podemos conocer fácilmente su situación, y que no suponga un grave trastorno la anulación en el caso de que se tenga que suspender el viaje”, señala Edurne, agente de ventas, que añade que “los jóvenes nos piden Ibiza, pero ya les advertimos que no se van a encontrar la isla de los últimos años sino una parecida a la de los años 70”.
Egiarte Lizarraga, del departamento de marketing de Viajes Eroski, confirma la tendencia: “Se nota que hay desviaciones respecto a otras temporadas con las vacaciones de verano. Los últimos años, los viajes de larga distancia crecían en forma exponencial y, es aquí, donde hemos notado que la demanda ha disminuido. No así los viajes dentro de la península, este año los destinos nacionales son los más demandados“. Entre estos destaca a Andalucía, “posee un territorio muy extenso en el que se puede disfrutar tanto del turismo rural, como el urbano o el de playa”, y si las costas peninsulares siguen siendo las más demandadas por los viajeros, también apunta un incremento de demandas “para realizar turismo de interior y en la cornisa cantábrica; Galicia y Asturias particularmente”.
NI AVIONES NI BARCOS
Lo que está claro es que “por ahora nadie pregunta por viajes internacionales”. De hecho, en el Aeropuerto de Pamplona no está previsto ningún vuelo chárter fletado por agencias turísticas, y tampoco es posible de momento la opción de desplazarse a Frankfurt para enlazar con otras rutas internacionales, porque Lufthansa no ha reanudado el servicio ni ha confirmado si va a hacerlo. Sí puede conectarse con rutas hacia otros países volando a Madrid, con una oferta limitada de enlaces que no fueron diarios hasta la segunda quincena de junio. También se recuperó, desde primeros de julio, la ruta con Las Palmas de Gran Canaria operada por Binter, y ya hay enlaces aéreos desde Pamplona con las islas Baleares.
En el Aeropuerto de Noain no está previsto ningún vuelo chárter fletado por agencias de viajes.
Otra posibilidad de turismo internacional, los cruceros, parece quedar descartada: “Llevan años de crecimiento pero este 2020 muchos han sido cancelados debido a la situación derivada de la COVID 19, lo que ha generado una gran demanda y reservas para el 2021. Cabe destacar que cuando pensamos en cruceros nos centramos en los marítimos, pero existen cruceros fluviales con itinerarios muy interesantes”, apunta Egiarte Lizarraga. Los casos de coronavirus que se han producido en grandes trasatlánticos, obligando a realizar cuarentenas en el mar “han estigmatizado los cruceros, hoy por hoy la gente no quiere saber nada de subirse a un barco”, una desconfianza que trata de disiparse con grandes rebajas en los precios y garantías de seguridad sanitaria, según informan desde Nautalia Viajes, agencia que confirma que sí tiene reservas para 2021.
PÉRDIDAS IRRECUPERABLES
El Gobierno de Navarra, consciente del retraimiento de los turistas, ha lanzado una campaña de promoción con la que trata de atraerlos y así relanzar un sector tan castigado por la crisis originada por el COVID-19. La iniciativa destaca los atractivos naturales, gastronómicos y culturales de la Comunidad foral; y además de conseguir visitantes de otras regiones y países también busca animar a los residentes en Navarra a disfrutar de la oferta turística, algo que Patús aconseja por considerar que las especiales circunstancias que vivimos suponen una buena oportunidad para conocerlos.
Las empresas turísticas navarras creen que va a ser “difícil” llegar a unos resultados que alcancen la mitad de los del año pasado, porque son irrecuperables las pérdidas de la inexistente Semana Santa o de la primavera, así como los viajes del Imserso, a lo que hay que sumar la suspensión de los Sanfermines y del resto de fiestas. Tienen puestas las esperanzas en el próximo otoño para intentar llegar a ese 50 %, aunque algunas agencias insisten en que los clientes están muy remisos.
Lo positivo para el turista es que se puede beneficiar de unos precios que, en el peor de los casos, serán similares a los del verano pasado: “Los hoteles quieren recuperar sus cuentas tras seis meses casi sin ingresos, hay muchas ofertas y conviene mirar un poco porque puedes encontrar unas tarifas pero que muy buenas, están haciendo un esfuerzo porque además saben que su público va a ser nacional y tienen que ir a precios nacionales. En la Costa Brava, por ejemplo, los habían subido bastante precisamente porque llegaban cada vez más extranjeros con mayor poder adquisitivo”.
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