martes, 16 abril 2024

Los primeros Sanfermines postcovid dejan un balance económico dispar

La previsión de visitantes y de facturación para estos Sanfermines de 2022 pivotaba entre la incertidumbre y las grandes expectativas. Ahora que están a punto de finalizar las fiestas, Navarra Capital se ha puesto en contacto con varios agentes clave de la economía local para recoger sus primeras valoraciones. Esos pronósticos iniciales se han visto cumplidos en el caso de los hoteles de la capital navarra y su Comarca. Por el contrario, y a falta de las cifras definitivas, otras actividades como el comercio o la restauración no han notado un incremento en sus ingresos respecto a 2019.


Pamplona - 14 julio, 2022 - 06:00

Los residentes en Pamplona gastaron de media 365 euros por persona. (Foto: Eduardo Sanz / archivo)

Llega la recta final de los Sanfermines. Las fiestas afrontan este jueves su novena y última jornada y las asociaciones de comercio, hostelería y turismo comienzan a realizar un primer balance de situación. Tras dos años de ausencia obligada, la previsión de afluencia y facturación para 2022 oscilaba entre la incertidumbre y las grandes expectativas. Pero la sensación que ha dejado entre los sectores económicos locales, por el momento, es que la actividad registrada durante estas celebraciones ha sido dispar. De hecho, en algunos casos las cifras obtenidas no superan a las registradas en 2019.

Esa es, por ejemplo, la valoración que hace Inma Elcano, gerente de la Asociación de Comerciantes de Navarra. «La verdad es que ha habido más actividad comercial en los días previos a San Fermín, sobre todo en establecimientos dedicados a la venta de ropa, pañuelicos y fajas», señala. Sin embargo, continua, «ahora el comportamiento está siendo bastante irregular. Estuve consultando en algunos comercios y me decían que un día habían vendido mucho y al siguiente, a media mañana, no habían vendido nada».

Inma Elcano (Comerciantes de Navarra): «El comportamiento de los consumidores está siendo bastante irregular».

A la espera de los datos definitivos, la gerente de este colectivo destaca que las cifras recopiladas hasta el momento por la asociación «son inferiores en comparación con 2019», antes de la irrupción de la pandemia. La excepción a la regla este 2022 han sido las ventas de ropa y calzado para las fiestas, que «sí han ido bien, comportándose de manera similar a ese ultimo año». Se trata de un descenso que, en todo caso, Elcano atribuye a la convergencia de factores como la inflación, la guerra en Ucrania y el encarecimiento de los productos y de la energía, entre otros. «Todo eso afecta y el consumo se retrae», remarca.

Más optimista es el análisis de Sara Martínez, presidenta de la Asociación de Hoteles de Pamplona, quien confirma que las previsiones de ocupación que desglosó la semana pasada en este medio se han cumplido. «No hemos llegado al 100 % en ningún día, pero nuestra valoración es positiva teniendo en cuenta de dónde venimos y cómo hemos estado con respecto a otros años. En cuanto a ingresos, vamos a estar por encima de 2019», afirma. Es una apreciación alentadora que no le impide subrayar la disminución sustancial de huéspedes internacionales que han experimentado los alojamientos asociados a este colectivo. «Han venido, pero en unos porcentajes mucho más bajos. No obstante, teniendo en cuenta que en 2022 nos ha ido tan bien a pesar de la inestabilidad actual, si el año que viene la situación mejora quizá podamos recuperar a esos clientes extranjeros».

Sara Martínez (Asociación de Hoteles de Pamplona): «No hemos llegado al 100 % de ocupación en ningún día, pero nuestra valoración es positiva».

Con las fiestas todavía sin terminar es imposible proporcionar cifras exactas. Sin embargo, Beatriz Huarte, secretaria general en la Asociación Navarra de Pequeña Empresa de Hostelería (Anapeh), vaticina unos resultados «inferiores» a los registrados hace dos años.

«Hay mucha gente en la calle, pero se ha gastado menos. En cuanto a facturación estamos por debajo de 2019, a pesar de la actualización de precios. Yo era prudente, no tenía unas expectativas muy altas», señala.

Las jornadas de más actividad, según la secretaria general de Anapeh, se sucedieron desde el 6 hasta el 10 de julio. «El fin de semana vino mucha gente, aunque a partir de este momento se empezó a notar un gran bajón. De hecho, el domingo hubo bastante menos trabajo y es lo que más nos sorprendió», concreta. Todo eso, sumado a «la gran ausencia de turistas británicos y australianos», no le impide valorar «el buen ambiente que se ha vivido» durante estos días.

HOSTELERÍA Y TURISMO

Natalia Ecay, propietaria del bar La Antigua Farmacia y miembro de la junta de la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra (AEHN), coincide con Huarte en que la afluencia de gente ha disminuido con el pasar de los días, repercutiendo de esta manera en la hostelería: «El domingo fue el bache, y lo que me he encontrado en los últimos días es que la gente de Pamplona está volviendo a la ciudad. Creo que los datos son similares a los de 2019, no está mal. Todavía se nota que las personas tienen cierta aprensión por el Covid-19, hay contagios y alguna cancelación. La pandemia ha influido en el comportamiento».

Natalia Ecay (AEHN): «Todavía se nota que las personas tienen cierta aprensión por el Covid-19».

Asimismo, la hostelera nota que los hábitos de consumo y los horarios de los clientes han cambiado en los últimos años. «Ya no hay tantas cenas, ahora la gente disfruta de la fiesta desde la mañana hasta que el cuerpo aguante. El calor puede ser un añadido. Durante el vermú la gente resiste, pero por la tarde, entre el calor y el hecho de que ya se acumulan siete días de fiesta, el consumo y la multitud bajan», asevera.

Ese cambio en los patrones, unido a un incremento generalizado en los precios de las materias primas, no ha supuesto un perjuicio económico para el establecimiento que regenta. «El tique medio no ha bajado, y las preferencias son la cerveza, el kalimotxo, el pacharán y mucha comida típica como el estofado de toro o los callos», especifica. Por ello, Ecay augura un buen broche final para las fiestas: «Creo que el último día se va a trabajar bien porque las personas quieren aprovechar».

Mikel Ollo (Destino Navarra): «Hemos tenido menos clientes que en 2019, pero los hemos rentabilizado mejor».

A juicio de Mikel Ollo, guía turístico y gerente en Destino Navarra, estos Sanfermines «han sido muy raros». «Todo el sector turístico tenía unas expectativas muy grandes entre enero y marzo. Pensábamos que, después de dos años sin fiestas, iba a haber un boom en el número de visitantes y no ha sido así», reconoce.

El incumplimiento de esas previsiones, sin embargo, no ha repercutido de manera negativa en su empresa, dedicada al alquiler de balcones para el encierro y a las visitas guiadas para turistas. «Lo que es curioso -explica- es que hemos tenido menos clientes, pero los hemos rentabilizado mejor. En 2019, quedamos muy contentos y satisfechos después de trabajar con 1.200 personas y tener un 95 % de ocupación. Y en esta ocasión, hasta la fecha, hemos tenido 700 usuarios, cubriendo el 99 % de ocupación».

Ese cambio, en su opinión, debería propiciar un debate dentro del sector de la hostelería y el turismo en la Comunidad foral, que ha de elegir entre centrar sus esfuerzos en el aumento de visitantes que acuden a Pamplona durante estas fechas o, por el contrario, en enfocarse en el incremento de los beneficios registrados en la región. «A veces entramos en una especie de círculo de ‘más es mejor’ y creo que este año se ha demostrado que es todo lo contrario. En ocasiones, los servicios más exclusivos, personalizados y de más valor económico hacen que el negocio sea más interesante», argumenta.

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