Adiós a los tiempos en que las grandes marcas suministraban material gratis a casi todos los futbolistas profesionales. Con la llegada del Covid-19, muchos jugadores de Primera y Segunda División han visto cómo las firmas deportivas, que hasta ahora les proporcionaban botas, ropa o bonos para canjear por productos, les han cerrado el grifo. El impacto económico sufrido en los primeros meses de la pandemia ha tenido un efecto directo en sus estrategias de marketing. Por ejemplo, Nike perdió más de 700 millones de euros solo entre marzo y mayo de 2020. Y Adidas, 333 millones en el segundo trimestre. Aunque con el tiempo retomaron la senda de los beneficios, su modelo de promoción ya no ha vuelto a ser el mismo.
Es más, futbolistas y fuentes del sector consultados por Capital Sport confirman que hay quienes, por primera vez en sus carreras, se han visto abocados a comprarse las botas de su bolsillo. «Varias de las principales compañías intentaron renegociar los contratos y patrocinios. En la temporada 2020/21, incluso hubo acuerdos de esponsorización que se liquidaron antes de que terminasen», explican las fuentes consultadas.
«En la temporada 2020/21 hubo acuerdos de esponsorización que se liquidaron incluso antes de que terminasen».
De hecho, solo las estrellas y los jugadores de mayor proyección parecen salvarse de este recorte generalizado: «Antes, las retribuciones eran mayores y se incrementaban cuando los futbolistas lograban la internacionalidad, cuando disputaban un número concreto de partidos, cuando lograban ir a un mundial… Pero, hoy en día, las marcas están recortando mucho. A algunos les siguen dando botas, pero rara vez se firman acuerdos para fidelizar jugadores como ocurría antes. Dentro de los equipos de LaLiga, solo reciben material quienes son una apuesta segura por su gran visibilidad. Salvo excepciones contadas, no hay jugadores ganando dinero por las marcas y mucho menos que cuenten ya con contratos».
LOS JÓVENES
En este sentido, las empresas parecen centrar más sus estrategias en jugadores jóvenes que despuntan en sus plantillas y pueden tener un gran futuro por delante: «Sobre todo, se decantan más por chavales de categorías inferiores que apuntan buenas maneras para captar talento y fidelizarlo. Lo más común es que les proporcionen material, sobre todo cuando van a jugar con la sub-19, la sub-21… No les importa tanto hacer contratos a jugadores más consagrados. Para conseguir un contrato como tal, las firmas tienen que asegurarse de que los deportistas tienen un gran margen de crecimiento», especifican.
«En Primera División hay un porcentaje alto de futbolistas que se están comprando las botas. Y, en Segunda, la inmensa mayoría se las costean».
Por contra, muchos futbolistas más veteranos o con menos impacto mediático están viviendo una realidad diferente: «En Primera División, no voy a decir la mitad, pero hay un porcentaje alto de jugadores que se están comprando las botas. En Segunda, la inmensa mayoría se las costean».
En ese contexto, firmas deportivas como Umbro, Joma o Puma, que durante años tuvieron menor protagonismo en este campo, están ganando presencia de forma progresiva: «En este momento, la que está intentando pescar jugadores jóvenes en río revuelto es Puma. Está haciendo alguna cosa interesante. No hay dinero, pero por ejemplo sí da todas las botas que se necesiten. Si luego los jugadores fichan por equipos mejores, pueden llegar a cerrar algún contrato», puntualizan.
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