A base de trabajo, esfuerzo y un poco de buena suerte, la escena gastronómica de la capital navarra se ha consolidado con una variedad de ofertas que satisfacen a los paladares más tradicionales, pero también a aquellos sedientos de vanguardia. Esta tierra lo tiene todo: desde una exquisita cultura de pintxos hasta refinadísimos restaurantes reconocidos a nivel nacional e internacional. La oferta variada y rica en productos locales, con todo, no se salva de una verdad: a veces, y aunque nos diesen a escoger entre los platos más costosos y elegantes del planeta, lo único que le apetece al espíritu es un bocadillo.
Concebido en sus orígenes como un plato humilde y fácil de elaborar, el bocadillo ha evolucionado hasta convertirse en objeto de experimentación gastronómica. No importa si se trata de un bocado sencillo y austero o gourmet, porque lo cierto es que la acción de cortar un pan y rellenarlo con distintos tipos de alimentos es universal. Por eso, es lógico que Pamplona no se quede atrás en este sentido. ¿Tiene la nevera vacía, ganas de comer un buen bocata y no sabe a dónde ir? Pensando en usted hemos elaborado una lista de establecimientos que preparan suculentos bocadillos. Pase y vea:
1. BAR CASA JESÚS MARI
Sabemos que, si usted es un PTV como Dios manda, probablemente ya conozca de primera mano los famosos bocatas del Bar Casa Jesús Mari, ubicado en la calle San Agustín de la ciudad. Le pedimos, en todo caso, que nos entienda: incluir a este establecimiento en el listado es casi una obligación moral. Con más de 2.500 reseñas en Google y una valoración de 4,5 en TripAdvisor, este local situado en el corazón del Casco Viejo pamplonés se ha convertido en toda una institución. Tiene más de 60 bocatas para elegir y una carta que además oferta ensaladas, sándwiches, tostadas y diversos postres, por lo que esta es la opción perfecta para quienes priman la autenticidad por encima de todo.
2. VERMUTERÍA PULPERÍA KANTXA
Para gustos, los colores. ¿Le ha pasado que entre su grupo de amigos hay colegas que tienen paladar de infantes y otros que estudian minuciosamente la Guía Michelin? Si es su caso, el Kantxa es una opción perfecta. La carta de este establecimiento integra desde las variantes más clásicas -como bocadillos de chistorra, de bacon con queso o de tortilla de patata- hasta otras más “especiales”. En este último apartado figuran los bocadillos de chipirón a la plancha, de lacón asado con queso de tetilla al pimentón de la vera, de pulled pork, de carrilleras al vino tinto o de papada ibérica con langostinos.
3. MESÓN DE LA NABARRERÍA
Un bar de los de toda la vida para reunirse con seres queridos y gozar de buen ambiente. El Mesón de la Nabarrería, situado en la calle pamplonesa que da nombre al local, es famoso por sus pintxos de tortilla, pero también por sus contundentes, generosos y asequibles bocatas. Es este un lugar idóneo para tomar un vino, una caña o un cubata, aunque si el hambre asoma encontrará aquí opciones simpáticas y a un precio correcto.
4. AKARI GASTROTEKA
Desde que abrió sus puertas, Akari Gastroteka se ha convertido en una auténtica referencia para los vecinos del Soto de Lezkairu. Su proximidad con el centro de Pamplona, a unos siete minutos en coche o quince en villavesa, lo convierten además en una opción atractiva y viable para todo aquel que resida o visite la ciudad. Otro punto a favor es su carta, que integra desde hamburguesas hasta platos más elaborados. Entre sus bocadillos, en concreto, destaca el clásico de jamón ibérico, el de jamón asado con queso brie y salsa de hongos o el de secreto ibérico, cebolla caramelizada, parmesano en lascas y emulsión de mostaza.
5. SAINT WICH
Sí, ya sabemos que no es lo mismo un bocata que un sándwich. Sin embargo, el reconocimiento popular que despierta Saint Wich, unido a una suculenta y variada oferta, nos invita a incluirlo en esta lista. Al margen de sus creaciones con pan de molde, el establecimiento cuenta con bocatas de pan cristal, entrantes, zumos de fruta natural, postres y empanadas argentinas.
6. BAR LA CAMPANA
De jamón, de panceta, de calamares, de albóndigas… Como otros bares de su estilo, La Campana busca complacer tanto a quienes buscan un bocado sencillo como a los que siempre indagan para encontrar algo diferente y atractivo. Aquellos que tengan más espacio en el estómago pueden combinar un bocata con una ensalada o una de sus raciones. Además, la carta también oferta una hamburguesa clásica y otra vegetal. Está al lado de la Iglesia de San Saturnino.
7. BAR DANUBIO
¿Quién dijo que solo había vida en el centro de las ciudades? Aunque, sin duda, el Casco Viejo concentre los establecimientos de restauración más emblemáticos de Pamplona, conviene ampliar la mirada para descubrir alternativas igual de ricas y quizás algo menos congestionadas en las horas ‘pico’. Un ejemplo de esto que exponemos lo personifica el Bar Danubio, con sus pintxos caseros, sus cazuelicas y sus platos combinados. Al margen de sus bocadillos de bacon, lomo, jamón, salchichas, pechuga de pollo, queso curado, chistorra o tortilla -con todas sus variaciones-, aquí podrá degustar un rico bocata de calamares o de ajoarriero.
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