Superar los 500.000 metros cuadrados de naves industriales completas (obra civil e instalaciones) construidas no está al alcance de todos. Es, sin duda, uno de los principales hitos alcanzados por la ingeniería navarra IS Group, cuya polivalencia y especialización les dota de la capacidad suficiente como para desarrollar cualquier proyecto en el entorno industrial.
Ahora, su principal reto está en el diseño de industrias y factorías para una época marcada por la digitalización y la automatización. Todo un desafío para el que esta empresa, aparte de la polivalencia y especialización demostradas, aporta el conocimiento y la experiencia de una trayectoria que se inició hace 45 años, bajo el nombre de Iturralde y Sagüés. “De aquella época quedamos profesionales con más de 25 años de experiencia como Borja Fuentes, Daniel López, Marian Pérez… Y, esos más de 500.000 metros cuadrados en naves industriales”, explican sus responsables, Juan Catalán y Pablo Palacios.
IS Group ha desarrollado proyectos en países como México, Rumanía o Eslovaquia, entre otros.
Esos éxitos de la ingeniería más antigua de la Comunidad foral se han conseguido “siguiendo al cliente y dándole lo que necesita de forma ágil, rápida y eficaz”. La empresa atiende, en concreto, proyectos constructivos de edificios comerciales y terciarios, así como certificaciones energéticas, de seguridad de máquinas y planes de emergencia. “Estamos comprometidos con el éxito de nuestros clientes”, aseguran. Algo que también han aplicado en sus proyectos fuera de nuestras fronteras, fundamentalmente en México, Rumanía o Eslovaquia, entre otros.
La polivalencia, la agilidad y la flexibilidad dotan a IS Group de la capacidad para desarrollar cualquier proyecto en el entorno digital.
En el caso concreto de Navarra, además, IS Group trabaja con uno de los tejidos empresariales más potentes. Los retos que se le plantean, por lo tanto, resultan complejos, ya que “exigen un cambio constante en tecnologías, normativas, materiales…”. En ese contexto, cada vez que se encargan de uno de estos trabajos deben aplicar cierta perspectiva, basada en la experiencia y un conocimiento nacido de la formación constante y continua. En el primer caso, trasladando y aplicando soluciones que se han demostrado eficaces en proyectos anteriores. En el segundo, entra todo lo relacionado con el estándar Passivhaus o “la parte vinculada a la energía y el diseño eficiente que, hoy por hoy, constituye el ADN” de la compañía.
De esta forma, cuando esta ingeniería inicia el proyecto de construcción de una fábrica o un centro de trabajo, “este se está transformando porque igual no sabes el tipo de maquinaria que se va a utilizar”. Eso implica que sus profesionales sean muy ágiles y flexibles tanto en la previsión como en el proceso de construcción.
Esta ingeniería trabaja con firmas de primer nivel.
Afortunadamente, en IS Group se adelantan y piensan en cómo va a ser esa factoría dentro de diez años: “Aunque no forme parte del proyecto inicial, siempre ayudamos a nuestros clientes a pensar en ese futuro lo que, a la larga, puede aportarle un importante beneficio en cuanto a ahorro de costes y de tiempo en cuanto a tramitación de licencias y permisos”. Ejemplos al respecto son los últimos proyectos que han llevado a cabo para empresas como Mapsa, en Orkoien; Nature All, en Corella; o Becton Dickinson, en Fraga, provincia de Huesca.
INNOVACIONES PROPIAS
Junto a su labor en el campo de la ingeniería, IS Group también ha desarrollado innovaciones propias. Así, han diseñado un armario en el que están integrados y ordenados los servicios de la vivienda (acometidas eléctricas, telecomunicaciones…).
Ya ha superado los 500.000 metros cuadrados de naves industriales completas construidas.
También ofrecen una herramienta de gestión documental propia para “facilitar a los clientes, a través de una plataforma digital, el acceso y la disponibilidad de toda la documentación legal en cuanto a licencias, proyectos o tramitaciones”.
Por último, durante la ejecución de las obras, registran el trabajo que se realiza en una serie de fotografías esféricas. Una vez recopiladas, dichas imágenes constituyen una información muy valiosa para la posterior explotación “ya que ayudan a saber dónde se encuentra una determinada bajante o qué hay detrás de los falsos techos y las paredes”, explican Catalán y Palacios. La nueva Clínica Universidad de Navarra en Madrid ha sido uno de los últimos encargos en los que esta empresa ha aplicado esta innovación.
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