Este periodista navarro de Bloomberg explica cómo en el mundo anglosajón el inversor privado favorece el emprendimiento. Considera que la crisis ha estimulado la imaginación de los empresarios españoles y habla de la buena reputación del talento español en el mundo. Está a punto de viajar para asistir al “Mobile World Congress (MWC) de Barcelona. Las telecomunicaciones es uno de sus ámbitos de acción periodística.
¿Sigue la información sobre la economía de Navarra?
Sigo la información sobre de Navarra y España más por interés personal que por cuestiones profesionales. Navarra siempre la he tenido como un sitio muy interesante y muy dinámico para todo: educación, salud, empleo, etcétera. Cuando llegó la crisis yo ya estaba fuera. Pero me consta que hay grandes empresas y mucho talento. La situación de los últimos años ha forzado a mucha gente a salir fuera. Ahora tienes que estar dispuesto a moverte, a cambiar de trabajo con más frecuencia.
“Las pymes son la columna vertebral de la economía alemana, pertenecen a sectores tecnológicos e industriales con mucho valor añadido”.
Con la crisis muchas PYMES navarras han visto en el mercado exterior una tabla de salvación, empresas que antes ni siquiera lo contemplaban en su estrategia. ¿Está al tanto de este nuevo dinamismo?
Este fenómeno lo conocemos, aunque nos dedicamos a escribir de las grandes empresas. La exportación es clave. Si quieres crecer, tienes que buscar nuevos mercados. Y en un mercado cada vez más competitivo, tienes que estar dispuesto a salir. Las empresas españolas lo están haciendo bien; hace 15 o 20 años, sólo una porción muy pequeña de las ventas iban a este mercado.
CRÓNICA DE UNA CRISIS VISTA DESDE FUERA
¿Cómo nos ven fuera?
Es difícil encontrarte con gente que hable mal de España. Es un país que gusta, y no solo por su clima, gastronomía o arte, sino por su gente trabajadora y agradable. Estos valores tan genéricos te llevan muy lejos. Los españoles tenemos una buena actitud a la hora de trabajar en quipo y esforzarnos. Y somos humildes. Y claro, además, hay muchísimo talento en todos los ámbitos.
“La crisis, con todo su lado amargo, ha podido venir bien en el sentido de despertarnos y sacar las agallas”.
Sin embargo, el ‘Misery Index 2018’, de Bloomberg, sitúa a España como la octava peor economía del mundo, entre Brasil y Ucrania.
Eso es nuestro (risas). En la posición mundial la economía española es pequeña, en tamaño, pero importante. España ha sido mirada desde la lupa del desempleo. Hay que recordar que el desempleo juvenil superó el 50 por ciento; y el general, un 25 por ciento. Con estos dos datos… Hoy hemos mejorado.
Pero más allá de estudios de este tipo, creo que somos un país que tiene grandes profesionales y muy buenas empresas; algunas, referencias mundiales. La crisis, con todo su lado amargo, ha podido venir bien en el sentido de despertarnos y sacar las agallas, espabilarnos, exportar más, crear nuestras propias empresas y ayudar a los empresarios.
Pero los salarios no acompañan… Sí, somos productivos, pero también salimos más baratos. Si miramos el caso Opel en Figueruelas , en la provincia de Zaragoza, y su reciente amenaza de huida por cuestiones salariales, el retrato preocupa.
España parte de una base salarial muy baja en comparación con otros países. En los 70, 80 y 90, el crecimiento fue exponencial. Con el cambio de milenio, seguíamos creciendo mucho, hasta que llegó la crisis. Pasar de 0 a 10 es un salto brusco, pero otras economías estaban en 20 ó 30. Es cierto que los salarios están más altos en Alemania, Inglaterra o EE.UU, pero también los costes de vida son mucho más elevados en estos países.
Aquí, lo que nos ha faltado es la creación de grandes y pequeñas empresas que fabricasen productos que tuvieran valora añadido fuera de nuestras fronteras. Cuando uno mira a Alemania, sí que ves empresas muy grandes en todos los sectores, pero la columna vertebral de la economía alemana son las pymes, que una gran parte pertenecen a sectores tecnológicos e industriales con mucho valor añadido para otras multinacionales o para un determinado país. Eso les permite contratar a gente con determinada especialización. El producto con valor añadido tiene un margen mayor y te puedes permitir pagar más a los empleados.
MUNDOS OPUESTOS
“Nos vamos acercando al segundo año desde el brexit y nadie sabe casi nada. Los motivos de inquietud están justificados”.
Ha hablado antes de emprendimiento. Gran parte de su formación la desarrolló en el mundo anglosajón, donde fracasar no se siente como una losa, sino como una oportunidad. ¿Por qué cree que aquí sucede todo lo contrario?
Hay menos miedo a fracasar. Es cierto. Cuando pruebas algo y no funciona, no necesariamente es un fracaso. Creo que el fracaso es tener una idea y no desarrollarla, no intentarlo.
En la cultura anglosajona, si tienes un proyecto te lanzas a por ello. Pero tienen una ventaja muy grande. Por un lado, tienen un mercado mucho más dinámico, hay más flujo de dinero, más flexible; es más fácil contratar y más fácil despedir. Y se atrae a más talento a nivel internacional. Y luego hay una infraestructura que ayuda a eso: existe mucho más inversor privado; me refiero a fondos de capital riesgo.
Son gente que lo que hacen es levantar fondos de inversores y ponerlos a trabajar. Invierten en empresas y en ideas de negocio. Sería bueno que esto se fuera desarrollando aquí poco a poco. Hay algo, pero España está, en este asunto, a años luz.
A los empresarios navarros también les preocupa la salida del Reino Unido de la Unión Europea. ¿Hay más luz sobre el asunto?
Nadie sabe cómo va a acabar todo esto. Nos vamos acercando al segundo año desde el brexit, y nadie sabe casi nada; estamos a la espera. Los motivos de inquietud están justificados. Si un empresario navarro quiere abrir una filial en Reino Unido, lo último que quiere es incertidumbre. Inglaterra ha sabido atraer a los trabajadores que necesitaba; esto ha sido muy positivo para su productividad. En este sentido, las empresas de allí están muy preocupadas por si, en el futuro, van a tener o no a la gente que necesitan en todos los ámbitos.
DOS IDEAS FINALES
Y en el caso de la agroalimentación, tan importante para la economía de la Ribera, ¿cómo cree que podría afectar?
La mayor parte de la fruta y verdura que se vende en los mercados ingleses procede de España. La salida puede afectar a todos: a ellos, en el caso de no recibir estos productos, o bien tener que comprarlos más caros; y a los españoles, si los ingleses decidieran exportarlos de otros países.
¿El idioma sigue siendo una barrera en la exportación?
Sí. Si en España quieres exportar a Alemania, Italia o Francia, ya es otro mundo, aunque formes parte de la Unión Europea. No deja de ser otro idioma. Hay barreras burocráticas y de otra índole que sin el dominio del idioma se superan con más dificultad. Esto no pasa, por ejemplo, entre Inglaterra y EEUU: tienen a su alcance un mercado más amplio con una herramienta tan simple como el idioma.
Para acceder a la primera parte de la Entrevista de Trabajo con Manuel Baigorri … LEER AQUÍ.