sábado, 20 abril 2024

Manuel Terroba coge las buenas olas con Mini

Charlamos con el responsable de la división europea de Mini, la marca de BMW que resucitó el mítico modelo que en su día se fabricó en Pamplona.


Pamplona - 6 abril, 2019 - 06:00

Manuel Terroba, en el espacio Mini de Lurauto Navarra.

La cita es en Lurauto, el nuevo concesionario de BMW y Mini, y como acudimos con la idea de encontrarnos con un encorbatado, grave y circunspecto ejecutivo Manuel Terroba nos sorprende con un estudiado atuendo informal, botas de cordones incluidas. Además nos saluda sonriente, cordial, y se ofrece a responder a cualquier pregunta que le planteemos. Vamos, que estábamos completamente equivocados.

Manuel Terroba nació en Madrid hace 52 años, de madre asturiana, y es licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid. Una vez terminada su formación trabajó durante seis años en GCapital, la división de General Electric que se dedica a la financiación del consumo, y a través de la gestión de los créditos tuvo su primer contacto profesional con la industria automovilística, “aunque soy un apasionado de los coches, desde siempre, me enamoran los coches antiguos y los modernos, me entusiasma la competición, los rallyes, las carreras, me encanta el Dakar…”Manuel

Tras circular con una moto dispuso de su primer coche, que fue… ¡efectivamente,  un Mini! “Todavía hoy no me lo creo, cuando pienso que con 19 años iba con el Mini clásico a la universidad… ¡quién me iba a decir entonces que iba a acabar de director de la marca para Europa!”. “Aquél Mini le costó una fortuna a mi abuela, que era la que me ayudaba a pagar las averías”, recuerda Manuel entre risas. Eso da pie a que durante un par de minutos recordemos nuestras respectivas anécdotas y peripecias al volante del entrañable y diminuto coche. Pero volvamos al repaso de su currículum.

TIEMPOS DIFÍCILES, EXPERIENCIA ESPECTACULAR

Estando en GCapital recibió una llamada en la que le ofrecían la posibilidad de trabajar en BMW Financial Services. Comenzó en la rama financiera del grupo alemán “porque mi background era entonces más financiero que de ventas y marketing. Mi trabajo consistía en generar soluciones para que los clientes pudieran adquirir nuestros coches. El banco da cobertura a los clientes para que financien la compra, lo que pasa es que ideábamos fórmulas diferentes, fuimos vanguardistas porque planteamos opciones en la línea de lo que busca ahora la gente, más flexibles”.

“Mi primer coche fue un Mini, le costó una fortuna a mi abuela, que era la que me ayudaba a pagar las averías”

Fueron años que define como “muy intensos” porque coinciden con la fase más aguda de la crisis y tenía que ingeniárselas para seguir vendiendo coches. “Además buscábamos soluciones para que inversores como el propietario de esta concesión, Luis Miguel García, construyeran instalaciones como éstas, manejábamos el crédito tanto a los concesionarios como a clientes”. “Tiempos difíciles”, insiste como si estuviera pensando en voz alta “burbujas inmobiliarias, hipotecas, créditos, una situación de deterioro del consumo enorme…“  pero enseguida regresa el ejecutivo dinámico: Fue una experiencia espectacular”.

Terroba trabajó como director comercial y de marketing de BMW Financial Services, o como él dice, “del banco”, durante otros seis años tras los que, en 2012 -“hablamos de los tiempos en los que el sector tocaba suelo en España”– le fue asignada la responsabilidad de dirigir la división española de Mini, la marca de BMW que resucitó el mítico modelo que Morris fabricó en la factoría de Landaben que por entonces se llamaba Authi (Automóviles de Turismo Hispano Ingleses) y hoy es Volkswagen Navarra. La etapa como director general de Mini para España y Portugal duró cuatro años, porque en 2016 fue nombrado responsable de Mini para toda Europa.

“Una vez que uno entra en BMW Group los límites te los pones tú, si tienes suerte y las cosas te van funcionando, porque en la vida profesional también necesitas un punto de suerte como puede pasar en el deporte o en cualquier otra actividad, al final vas teniendo oportunidades para desarrollar distintas responsabilidades”. Confiesa que disfruta “muchísimo” con su trabajo, “y además de estar haciéndolo donde se toman las decisiones de futuro de la compañía, en el cuartel general de la casa, eso hace que todos los días tengas cosas muy divertidas”.

“En la vida profesional también necesitas un punto de suerte , como puede pasar en el deporte o en cualquier otra actividad”.

En realidad, Manuel Terroba trabaja en la que ellos llaman la Mini House de Munich, desde donde “manejamos Mini a nivel mundial”. Aprovechamos para preguntarle cómo le sienta a un madrileño, acostumbrado al sol y al bullicio, tener que vivir en la oscura y taciturna Alemania: “Pues se vive muy bien. Había tenido que visitarla mil veces como responsable de la marca para España y Portugal pero te tengo que reconocer que nunca había pensado que era un sitio para irme a vivir. Mis amigos me decían: bueno Manuel, algún día te tocará irte a vivir a Munich, ¿yo? ¿A Munich? ¡Ni loco!, y ahora les tengo que decir que estaba muy confundido, es una ciudad impresionante, preciosa, superabierta, con mucho mejor tiempo del que nos imaginamos aquí que tiene, mucho más internacional y cosmopolita de lo que nos podemos creer, es quizá la parte más moderna y vanguardista de Alemania. Todos vamos con unas ideas preconcebidas a los sitios, tópicos, pero la ciudad y el país que me he encontrado es totalmente diferente de esos prejuicios”. Es cierto, nosotros también hemos ido a la entrevista con una idea equivocada de él. Manuel Terroba

Aún sigue unos minutos vendiéndonos, como si fuera un agente turístico, las excelencias de la ciudad donde vive toda la familia Terroba. “Estoy casado, tengo tres hijos, y estamos totalmente integrados en la ciudad. Somos unos cuantos españoles los que trabajamos allí, no solo para BMW, con los que tienes contacto a través del colegio de los niños, y todos decimos lo mismo, es una ciudad en la que realmente nuestro carácter encaja muy bien”. Nos cuenta que cuando no está de viaje, “voy a trabajar en bici, y si no en mi supermini descapotable”. ¿Descapotable? “Sí, es una cosa curiosa, se ven muchísimos cabrios en Alemania, es impresionante circular en un día nevado en el coche descubierto con los asientos calefactables y con la calefacción puesta a tope. Y no me había dado cuenta pero Munich es el centro de Europa, en menos de tres horas de coche estás en Viena, Praga, Budapest, Salzburgo, te puedes ir a Italia, a Verona, a Florencia ¡imagínate!”.

“El Brexit genera incertidumbre, pero nosotros llevamos trabajando esa incertidumbre para estar preparados para lo que pudiera pasar en cualquiera de los escenarios”.

LA UNION JACK EN EL TECHO

El caso es que el Mini clásico es un símbolo inglés, casi tan representativo como el Big Ben. Tenía una imagen joven y desenfadada, mientras que el actual es alemán y se dirige a un cliente de poder adquisitivo más elevado. “Sí, es un coche distinto. Inicialmente trabajamos mucho el ángulo de marca pero sin separarnos demasiado del concepto inicial con el que fue diseñado el coche, hace ahora 60 años. Nuestros Minis, a pesar de la evolución, hasta un niño los identifica con los clásicos, la esencia la hemos mantenido y eso ha sido un acierto porque la aceptación por los clientes ha sido muy buena, en Europa y en todo el mundo. No, no ha sido difícil la venta de esos cambios, el Mini actual mantiene la herencia y las raíces de lo que significó el origen británico de la marca”.

Ya, pero ahora, con el Brexit, ¿teme Terroba algún efecto negativo para unos coches que aún pueden adquirirse con la Union Jack pintada en el techo? “El Brexit genera incertidumbre, pero nosotros llevamos trabajando esa incertidumbre para estar preparados para lo que pudiera pasar en cualquiera de los escenarios. Queremos seguir fabricando en Inglaterra, Oxford es una de nuestras cunas de fabricación, porque el grupo ha hecho inversiones enormes para modernizar las instalaciones allí”.

Para terminar volvemos a su faceta personal, concretamente a la deportiva. Le gusta la nieve y practica el esquí y el snowboard, “y por mis orígenes del norte también el mar, me vuelve loco el kitesurf y también hago surf, bueno, practico muchísimos deportes“. Y aunque parezca difícil, de esas actividades tan dinámicas extrae experiencias que luego aplica en su trabajo: “Cuando estás en el agua tienes que elegir qué ola coges, y en esta profesión también llegan a veces olas peligrosas que hay que evitar y esperar a las buenas, a las que te tienes que subir y si la aprovechas sin mucho esfuerzo puedes divertirte”. Parece que ha ido cogiendo olas buenas, le decimos, y nos responde riendo que “de momento, contento surfeando en Mini”.

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