María Sanz de Galdeano estudió Empresariales. Empezó la carrera en Pamplona y la terminó en Bilbao. Cuando completó los tres cursos de la diplomatura desaparecía la escuela de Navarrería porque se inauguraba la UPNA. “Tuve la posibilidad de quedarme aquí. Hasta entonces, la gente se iba a Zaragoza o a Bilbao a terminar. Yo me fui a Bilbao e hice allí los dos últimos cursos”. Tiene antecedentes familiares de licenciados en Derecho, su padre lo es, y también Ingeniero Técnico Agrónomo. De ahí que ella también sopesara la posibilidad de cursar alguno de esos estudios: “Pero como soy muy práctica, elegí Empresariales porque tenía más salidas laborales”.
Si tenía dudas sobre el camino profesional elegido, las disipó pronto. Fue tras asistir a un curso en la Asociación de Empresas de Economía Social de Navarra (ANEL), que incluyó unas prácticas en Cederna Garalur, la asociación de desarrollo de la montaña de Navarra. Allí trabajó después dos años, hasta 1995, como asesora empresarial. “Ahí vi que había acertado con la carrera porque descubrí que el mundo del emprendimiento es superapasionante. Estás entre personas con proyectos, ilusionadas, porque generalmente el proceso de creación de una empresa siempre es positivo“. Un término, positivo, que encaja perfectamente con el carácter de nuestra entrevistada, como verán si siguen leyéndonos.
“Descubrí que el mundo del emprendimiento es superapasionante. Estás entre personas ilusionadas”.
Tras un año como responsable administrativa de una empresa ya desaparecida, Sayoa Maquinaria Automática, CEIN convocó unas plazas y consiguió una. Al llegar le encomendaron la gestión de un proyecto europeo que trataba de crear empresas desde los grupos de investigación de la universidad, así como la puesta en marcha en la UPNA de la primera incubadora empresarial dentro de un centro universitario en España. “En aquellos momentos era algo totalmente novedoso. Hice el proyecto con la UPNA, la Politécnica de Valencia y la Universidad de Santiago de Compostela”.
Pasó por otras iniciativas y fue asumiendo responsabilidades de equipo, de área… hasta que, “tristemente”, llegó el ERE de 2013. “Fue muy duro, bueno, como cualquier ERE. La estructura cambió y Carlos Fernández, que era el gerente de Sodena, confió en mí y me nombró coordinadora”. Por tanto, María Sanz de Galdeano lleva nueve años al frente de CEIN, en los que ha sido confirmada en el cargo por los responsables de Sodena, incluida la actual directora gerente, Pilar Irigoien. Luego lo debe de estar haciendo bien, le decimos. Ella se ríe antes de contestar: “Siguen confiando en mí, con lo cual estoy muy contenta”.
FEMENINO PLURAL
El caso es que dirige una organización en la que las mujeres juegan un papel muy destacado, empezando por la consejera delegada, Pilar Irigoien, y la propia María, coordinadora general. ¿Es algo que se ha buscado? Reflexiona unos segundos. “Sin duda somos igual de capaces que los hombres, otra cosa es que nos lo creamos. No sé si es algo premeditado que en CEIN haya una mayoría de mujeres, pero es así”.
Con un equipo de mujeres al frente, las cifras del centro hablan por sí solas: en 2021 atendieron 569 proyectos, que dieron lugar a 132 empresas, con un ratio de conversión del 23 %. Y su vivero alberga 48 firmas, que aumentan un 38 % el empleo cada año y que en un 80 % superan los tres años de supervivencia.
El año pasado acogió once nuevas, con lo que la ocupación de sus instalaciones llega al 90 %. En Navarra, emprenden algo más las mujeres que los hombres. “Pero nosotras lo hacemos en sectores más maduros, menos innovadores, en empresas más pequeñas. Y eso tiene reflejo en los viveros porque reciben empresas innovadoras, la mayor parte tecnológicas. Por eso, en la mayor parte sus responsables son hombres”.
Los viveros de que dispone en Noáin y la Ciudad Agroalimentaria de Tudela son su área más conocida, pero CEIN es mucho más. Presta asistencia técnica al Gobierno de Navarra en diferentes encomiendas, por ejemplo la gestión de las ayudas de I+D. “Pero nuestro core es el emprendimiento, que apoyamos en todas sus fases. Trabajamos con profesores y alumnado de FP, pero sobre todo lo damos a conocer en las universidades. Y, aunque con la que más trabajamos es con la UPNA, ya que colaboramos en la mayor parte de sus acciones de emprendimiento, también lo hacemos con el área de Ciencias de la Universidad de Navarra y muchísimo con la unidad de Innovation Factory, liderada por Belén Goñi, que además fue gerente de CEIN”. Con la UPNA comparten el Laboratorio Universitario de Creación de Empresas Innovadoras (LUCE) y desarrollan programas en el doctorado, mientras que en la Universidad de Navarra participan en el Diploma de Creación de empresas, en Ciencias.
“Quien critica a los jóvenes es porque no los conoce. Tienen otra manera de ver el mundo, de trabajar, de disfrutar del ocio, son superprácticos…”.
Además, CEIN dispone de una aceleradora financiada por el Servicio Navarro de Empleo / Nafar Lansare, que asesora a proyectos empresariales de cualquier tipo. “Podría parecer que solo nos dedicamos a los innovadores, cuando la verdad es que la mayor parte no lo son”.
María Sanz de Galdeano constata que las actuales circunstancias no son las más favorables para los emprendedores. “Necesitan un asesoramiento de alto nivel“. Por eso han hecho especial énfasis en sus programas especializados para la detección y configuración de ideas de negocio, la puesta en marcha de nuevas empresas y el escalado de startups innovadoras en sectores clave recogidos en la Estrategia de Especialización Inteligente S4 como salud, digitalización, agroalimentación y economía verde.
“En cada uno de ellos atendemos el fomento y el asesoramiento con la aceleradora específica para cada sector, incubadora y programas de escalado”, explica la coordinadora general del CEIN, que también trata de crear “un ecosistema en el que grandes empresas se acercan y apoyan a nuestras emprendedores”. A lo largo de este año, además, van a seleccionar cuatro startups para acercarles a una “aceleradora internacional“, que les dará acceso a mercados de otros países y financiación de grandes capitales. Y pondrán en marcha, en colaboración con el Ayuntamiento de la capital navarra, la segunda edición del programa ‘Pamplona emprende verde’, dirigido a personas que tienen intención de emprender pero aún no tienen madura la idea.
Quizá mostramos cierta cara de pasmo ante tanta actividad porque interrumpe su discurso para decir que en CEIN hacen “muchas cosas”. “Y en estos tiempos de cambios tan rápidos, tenemos que estar en constante adaptación“.
APRENDER DE LAS MUJERES AFRICANAS
Por si fuera poco, y dentro de la actividad derivada de su cargo, forma parte de la junta directiva de la asociación que reúne a los CEEI españoles. También colabora con el programa ‘Africa Female Acceleration’, lanzado el año pasado por la red europea EBN -que agrupa a los BIC, los centros europeos de empresa e innovación, y de la que asimismo forma parte CEIN-. Una iniciativa destinada a mujeres de Malawi, Angola y Etiopía, con la que no ahorra calificativos a la hora de explicarla.
“He tenido la suerte de ser mentora de una mujer de cada uno de esos países. Son… ¡impresionantes! Una ingeniera etíope superbrillante, que tiene un proyectazo de una plataforma para formar a comerciales y una ambición de crecer increíble. En Malawi, una chica maravillosa que está creando una ONG para ayudar a los niños con trastornos y enfermedades mentales, también a través de una plataforma y una aplicación. Y la otra es una mujer que ha estudiado en Portugal e Inglaterra, superinteligente, que está creando una red de restaurantes de comida rápida sana en Angola. Es un regalazo para mí, estoy aprendiendo muchísimo. ¡Creo que más que ellas!”, exclama con un punto de emoción en la voz.
¿Más cosas? Pues sí: también es mentora en la Asociación de Mujeres Empresarias y Directivas de Navarra (Amedna) y ha participado en la fundación de una empresa, Orbetec 360, dedicada a la consultoría en estrategia digital. “Hace cinco años, hice un curso muy interesante en ESIC sobre economía digital y pensé ‘¡buah, quiero seguir en esto!’. Conocí a unos chicos que saben mucho del tema, son muy buenas personas y muy trabajadores, y creamos una microcooperativa. En realidad, mi papel es como de tutora, son ellos los que hacen el trabajo en el día a día”. Recientemente han contratado a un nuevo CEO. “Es inglés, pensando en la internacionalización de la empresa, que va muy bien, la verdad”. Por otra parte, acumula más de quince años como auditora sénior en gestión avanzada y FQM en la Fundación Navarra por la Excelencia.
“He tenido la suerte de ser mentora de tres mujeres de Malawi, Angola y Etiopía. Son… ¡impresionantes!”.
¡Ah! Incluso ha sido dos años profesora asociada en la UPNA en las materias de Dirección Comercial y de Marketing, tanto en la carrera de Administración de Empresas como en la doble de Económicas y Derecho. “Hasta que llegó la pandemia. La verdad, estar dando clases mediante zoom no era lo más… vaya, que decidí dejarlo“.
Le costó porque eran “unos alumnos taaan brillantes”. “Me mantengo en contacto con muchos de ellos a través de las redes y me encanta ver que se van colocando en puestos más que interesantes”. Lo dice de tal forma que nos lleva a preguntarle si piensa en retomar la docencia, a lo que responde con una sonrisa. “Ehhh… nunca se sabe. Ja, ja, ja. Nunca se sabe”. De paso, hace un homenaje al profesorado. “Es un trabajo que requiere una energía y un esfuerzo increíbles, aunque para mí fue muy gratificante de no haber sido por la pandemia…”. Y alaba al alumnado, “Aprendes un montón, con ellos ves por qué el mundo se comporta así y hacia dónde va. ¡Me da una rabia cuando la gente critica a los jóvenes! No los conocen, tienen otra manera de ver el mundo, otra manera de trabajar, otra manera de disfrutar del ocio, son superprácticos… ¡Buah, me gustan, pero les está tocando vivir unos tiempos tan duros!”.
Navarra Capital ya reconoció la valía de María Sanz de Galdeano al incluirla entre los líderes empresariales del año 2017. Y el año pasado lo hizo el Gobierno de España, que la situó en la Guía de Mujeres Referentes de Emprendimiento Innovador, elaborada por el Alto Comisionado de Nación Emprendedora.
Madre de dos hijos, resalta que CEIN desarrolla una política de igualdad. Tanto hombres como mujeres tienen acceso a medidas de conciliación. En su caso, “todo es cuestión de prioridades“. “Lo primero siempre han sido mis hijos y por supuesto el trabajo, pero al ir creciendo los hijos tienes más disponibilidad para hacer otras cosas. Es que soy muy curiosa, me gusta probar, experimentar… Tienes que organizarte, claro, y en ocasiones renunciar a algo. Priorizar, vaya”. Pero encuentra tiempo hasta para crear una especie de foro: “Tres amigas pensamos que era necesario contar con un espacio de encuentro del talento femenino, no necesariamente de empresa, sino con mujeres que destaquen en su faceta laboral, de vida o social. Ha empezado a andar con una acogida increíble entre aquellas primeras líderes a las que se lo hemos propuesto. Es un lugar para el apoyo mutuo y de desarrollo personal y profesional“.