El foro del Corredor del Hidrógeno del Ebro celebró este viernes su primer encuentro en la Ciudad Agroalimentaria de Tudela (CAT), en el que se presentaron 43 proyectos pertenecientes a País Vasco, Navarra, Aragón y Cataluña. En el acto participaron la presidenta de Navarra, María Chivite; el consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, Mikel Irujo; el director del Ente Vasco de la Energía, Iñigo Ansola; el director general de Industria y Pymes del Gobierno de Aragón, Javier Navarro; y el consejero de Empresa y Trabajo de la Generalitat de Catalunya, Roger Torrent; así como los representantes de otras empresa y consorcios.
“La importancia de la colaboración entre las cuatro comunidades para trabajar con ambición en la transición energética y para que el Corredor del Ebro se convierta en el polo del hidrógeno verde al sur de Europa, con la suma de las capacidades industriales de las cuatro comunidades autónomas. Este proyecto es muy importante porque no solo tiene el respaldo institucional, sino que está basado en la colaboración público-privada y cuenta con el valor añadido de un importante potencial tanto en que se refiere a la generación como al consumo de hidrógeno verde”, valoró Chivite.
María Chivite: “El Corredor del Ebro pretende convertirse en el polo del hidrógeno verde al sur de Europa, con la suma de las capacidades industriales de las cuatro comunidades autónomas”.
Las declaraciones de la presidenta se realizaron después de visitar la Central de Infraestructuras Comunes de la Ciudad Agroalimentaria de Tudela. Allí se ubica actualmente una planta de trigeneración, donde se producen vapor, agua caliente, agua fría y electricidad, con una eficiencia energética superior al 80 %. Sin embargo, está previsto convertir parte de esas instalaciones y ubicar ahí la primera planta de hidrógeno verde para uso industrial.
“La Ciudad Agroalimentaria de Tudela se va a convertir en un proyecto bandera para Navarra al ser el lugar elegido para instalar este piloto que servirá para que el nuevo vector energético del hidrógeno verde sea una realidad. El hidrógeno verde no solo es una posibilidad para descarbonizar nuestra economía, también puede convertirse en un motor económico como la han sido, y lo siguen siendo, las energías renovables en nuestra comunidad”, explicó Irujo.
El Corredor del Hidrógeno del Ebro es un proyecto cuyo objetivo es contribuir al despliegue de la economía del hidrógeno. Además, busca liderar el despliegue de la cadena de valor hidrógeno renovable en el sur de Europa para generar valor sostenible en forma de beneficios medioambientales, sociales y económicos, desarrollando un proyecto pionero de cooperación público-privada e interterritorial y multisectorial que aprovecha las sinergias y complementariedades existentes entre ellos para la descarbonización de la economía y el transporte, y para el desarrollo de capacidades tecnológicas e industriales locales.
Según informó el Gobierno de Navarra, en el foro también tuvo lugar la presentación de 43 proyectos de toda la cadena de valor del hidrógeno verde y que pertenecían a las cuatro comunidades autónomas. Además, las empresas realizaron reuniones bilaterales “para formar sinergias entre ellas y poder desarrollar proyectos que impulsen el hidrógeno verde”.
ACCIONES DEL PROYECTO
Esta iniciativa promoverá acciones en todos los ámbitos, incluida la producción, transporte, usos y almacenamiento. En cuanto a la producción de hidrógeno renovable, el ecosistema se marcó el objetivo de instalar una capacidad de producción de 400 MW en 2025 (lo que conlleva 1,5 GW de producción de generación renovable asociada), y alcanzar 1,5 GW en 2030 (6 GW de renovable).
Otra de sus líneas clave de actuación se centrará en estimular los usos finales del hidrógeno renovable, tanto en el sector del transporte como en usos industriales de distintos sectores. Entre estos destaca el objetivo de alcanzar una producción de 250.000 toneladas anuales de productos derivados del hidrógeno renovable como el metanol, el amoniaco o los combustibles sintéticos en 2030. También impulsará la creación de una red con veinte hidrogeneras en 2025, infraestructura que contará con hasta cien puntos en 2030, para “posibilitar el despliegue de su uso en el transporte terrestre, marítimo y ferroviario”.
Además, en materia de almacenamiento y transporte de este vector energético, se impulsarán proyectos transfronterizos con el sur de Francia para favorecer la interconexión con Europa y “posicionar a España como un productor relevante en el mercado del hidrógeno continental”. Se realizará de manera coordinada con la Comunidad de Trabajo de los Pirineos.