Para muchos, las visitas al dentista son una parada obligatoria, pero no por ello estresante. Otros, sin embargo, no pueden sino temblar ante la idea de acudir a un centro dental. La salud bucal, en cualquiera de los casos, no es un juego ni algo negociable. ¡Que no cunda el pánico! Son cada vez más las alternativas que se proponen para garantizar la comodidad y el bienestar de los usuarios más nerviosos. Sin miedo y sin dolor: esa es la filosofía con la que se aborda este desafío desde Sannas Dentofacial, el “hospital dental” ubicado en el Edificio Policlínica Artica.
Con la técnica de la sedación consciente, ofrecida en este centro, el paciente obtiene lo mejor de los mundos. Por un lado, este método resulta idóneo para conseguir un estado general de relajación y tranquilidad. Sin embargo, y a diferencia de otras alternativas anestésicas, quienes se someten a un tratamiento con sedación consciente no pierden en ningún momento el conocimiento y su percepción tampoco se ve alterada de una manera comparable al de una anestesia general. Los resultados hablan por sí solos: para 2021, en la clínica se han realizado más de 2500 sedaciones, más de 10 años de experiencia con pacientes tratados bajo sedación. Asimismo, el 100 % de los usuarios que se someten a esta técnica en Sannas Dentofacial afirman que, de haber tenido un conocimiento previo sobre las ventajas de la sedación consciente, se hubiesen sometido antes al tratamiento odontológico que necesitaban.
Llegados a este punto, quizá el lector se pregunte si puede ser candidato a un momento de relax mientras se somete a un tratamiento dental. Aunque la sedación consciente se formuló pensando en niños e individuos con fobias, niveles elevados de estrés o alteraciones de la conducta; los últimos estudios médicos apuntan que, en principio, este método es apto para todas las personas y procedimientos, especialmente para aquellos que sean largos o complejos. Siempre, eso sí, bajo la vigilancia de un equipo de anestesistas, odontólogos e higienistas. Para ello el paciente se somete a una consulta preanestésica donde el anestesista valora su estado de salud. Prácticamente el 98% de los pacientes sí son candidatos.
En Sannas Dentofacial, cada caso se evalúa de manera individualizada. Así, los profesionales de la clínica estudian la situación particular del paciente para garantizar su seguridad, mientras determinan qué tipo de sedación consciente es la conveniente. Porque, en realidad, el paraguas de “sedación consciente” agrupa dos técnicas distintas. ¿Le suena el término ‘gas de la risa’? En la sedación consciente inhalatoria, en primer lugar, el paciente respira una mezcla de gases, a través de una mascarilla nasal. Al inhalar esta sustancia, que se administra parte de un odontólogo cualificado, el paciente se sume en un estado que le permite controlar con mayor facilidad sentimientos asociados al miedo y a la ansiedad. Rápido, eficaz y seguro: este método garantiza una rápida “vuelta a la normalidad” mientras que facilita, al mismo tiempo, el trabajo de los profesionales durante el tratamiento dental.
El 100 % de los usuarios que se someten a esta técnica afirman que, de haber conocido previamente las ventajas de la sedación consciente, se hubiesen sometido antes al tratamiento odontológico que necesitaban.
Por otra parte, la sedación consciente intravenosa utiliza fármacos sedantes que contribuyen a controlar la ansiedad de los pacientes y que son rápidamente asimilados y eliminados por el organismo, permitiendo que el paciente recupere su estado normal después de que el dentista finalice su trabajo.
En el “hospital dental” ubicado en el Edificio Policlínica Artica, como no podría ser de otra manera, estos procesos son dirigidos por un anestesista experimentado. Cualquiera de las dos opciones, en todo caso, ofrecen la tranquilidad de un proceso agradable e inocuo, mínimamente invasivo y sin efectos secundarios, que aporta estabilidad y seguridad tanto a los pacientes como a los profesionales.
Pero esta metodología ARO facilita la posibilidad de condensar todos los tratamientos necesarios para el usuario en una sola sesión, dando pie asimismo a una mejor recuperación después del procedimiento y a un mejor resultado postoperatorio. En efecto, la sedación consciente forma parte de una metodología conocida como alto rendimiento odontológico (ARO). Esta metodología creada por el director médico de Sannas Dentofacial, Dr. Felipe Rivas, ha sido divulgada como formación a otros especialistas del sector en España.
Este concepto, normalmente asociado a disciplinas deportivas o intelectuales, también es aplicable a distintas especialidades médicas. En el caso de la odontología, el objetivo de esta metodología es minimizar el número de visitas al centro dental, realizando para ello variados procedimientos -desde profilaxis, curetajes, exodoncias, implantes, preparaciones para prótesis fijas y endodoncias, entre otros- en el menor tiempo posible. Un atractivo invaluable, sin duda alguna, para los usuarios que tienen la agenda más comprometida en tiempos donde todo se mueve a una velocidad vertiginosa. Bajo el efecto de la sedación combinada (protóxido + benzodiacepina / Intravenosa), además, el paciente libera menos adrenalina. ¿El resultado? Una menor activación de los mediadores químicos de la inflamación y del dolor y, por consiguiente, un postoperatorio menos molesto y doloroso.