Mutua Navarra cerró 2022 con un resultado positivo de 8.750.046 euros «una vez descontados los gastos derivados de su actividad, cuantía que devuelve a la Tesorería General de la Seguridad Social». Este hecho se debe a la modificación de la Ley 31/2022, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2023, que «modifica los límites máximos y mínimos de cobertura de cada una de las reservas de estabilización constituidas en las mutuas».
Según informó la entidad, finalizó el ejercicio con más de 108 millones de euros de ingresos por cuotas, lo que supone un incremento del 12,22 % respecto a 2021; más de 5.000 empresas asociadas; y en torno a 16.000 autónomos protegidos.
Además, Mutua Navarra destinó el pasado año cerca de 69 millones de euros al pago de prestaciones, de los que 41 fueron para bajas por enfermedad común y otros 17,5 millones destinados al pago de prestaciones derivadas de contingencias profesionales (accidentes de trabajo, riesgo de embarazo, incapacidades y cuidado de menores con enfermedades graves).
Mutua Navarra destinó cerca de 69 millones al pago de prestaciones, de los que 41 fueron para bajas por enfermedad común y otros 17,5 para prestaciones derivadas de contingencias profesionales
«Un año más, Mutua Navarra consolida su liderazgo en la Comunidad foral, superando su techo histórico y alcanzando los 114.000 trabajadores protegidos, lo que supone el 38,25 % de los trabajadores del régimen general en Navarra», valoró la organización.
«El rigor y la profesionalidad, nuestro ADN de adaptarnos para mejorar, la apuesta por la digitalización y el servicio al mutualista son algunas de las claves de nuestro éxito”, subrayó Juan Manuel Gorostiaga, director gerente, durante la junta general anual que tuvo lugar este jueves en el salón de actos de Cámara Navarra.
Ante casi un centenar de directivos de empresas y organizaciones asociadas, Gorostiaga expuso los principales datos de la actividad de Mutua Navarra: «A pesar de que la incidencia de la pandemia solo se circunscribió a los primeros meses del año, las bajas derivadas de las contingencias comunes siguen disparadas hasta alcanzar las 12,1 jornadas perdidas por cada trabajador protegido, sin tener en cuenta las bajas por Covid-19. Este hecho coloca al absentismo como uno de los principales problemas que deben afrontar las empresas”.
En este sentido, alertó sobre el «preocupante impacto que está teniendo la patología mental» y animó a las empresas «a poner en marcha planes de acción que redunden en un mejor bienestar en el ámbito laboral». Además, recalcó que «otro reto también muy importante al que nos enfrentamos es el que se refiere a la falta de médicos».
En el acto, se presentó un resumen de las cuentas de 2022 y la gestión de los principales hitos del año, entre los que sobresalen «la total implantación de la telemedicina en todas las sedes de la entidad, la digitalización de los procesos tanto internos como externos y la apuesta continuada por la cercanía, con inversiones en las distintas localidades en las que está presente».
